Es un misterio que ronda los cestos de lavandería, bolsas de gimnasio y vestuarios en todo el mundo. ¿Por qué alguna ropa huele mucho peor que otra después del ejercicio?
Cuando hacemos ejercicio optamos por distintas prendas, ya sea una camiseta holgada que tenemos hace décadas, el uniforme de fútbol de la temporada pasada o ropa deportiva de alta tecnología diseñada especialmente para la tarea en cuestión.
Pero si somos honestos, probablemente todos hemos notado que hay ciertas piezas en nuestras bolsas de deporte que siempre huelen peor que las demás. Y tal vez te has preguntado por qué.
El programa de la BBC "Trust Me, I'm A Doctor" consiguió las investigaciones más recientes e hizo su propio experimento para ver si la ciencia podía dar una respuesta a este maloliente problema.
(Foto:Shutterstock)Efectivamente, se han hecho estudios comparando el mal olor de los diferentes tejidos.
Dos de dichos estudios, de la Universidad de Alberta, en Canadá, y la Universidad de Gante, en Bélgica, utilizaron analistas de olor altamente calificados para olfatear varias telas después de que hubieran sido usadas.
Ambas investigaciones llegaron a la conclusión de que el poliéster es más hediondo que las fibras naturales como el algodón o la lana.
Pero curiosamente, el culpable de esta diferencia no es únicamente nuestro sudor, porque el sudor en sí no huele.
El olor se produce cuando las bacterias que viven naturalmente en nuestra piel se alimentan de un tipo particular de sudor aceitoso que proviene de lugares como las axilas y las ingles.
Entonces, ¿a qué se debe que se adhiera un aroma más intenso a los tejidos sintéticos?
(Foto:Shutterstock)Inspirados en las investigaciones sobre tejidos existentes, hicimos un experimento para averiguar si el uso de ropa de algodón o poliéster podía afectar nuestras bacterias de la piel y, por tanto, provocar posteriormente un olor.
Un grupo de voluntarios participó en dos clases de spin de alta intensidad con camisetas de algodón 100% y 100% de poliéster.
En vísperas de las dos clases no usaron desodorante, para el deleite de sus familiares, amigos y compañeros de trabajo.
En cada clase, les limpiamos sus axilas antes y después del ejercicio, y nos quedamos con sus camisetas para analizarlas.
Cuando el profesor Andrew McBain y el Dr. Gavin Humphreys de la Universidad de Mánchester analizaron las muestras, encontraron hasta 300 tipos diferentes de bacterias que habitaban las axilas de nuestros voluntarios.
Las cepas más comunes incluyen Staphylococci, que están asociadas con el olor corporal normal, y Corynebacterium que producen olores más desagradables.
Curiosamente, aunque quizás no es sorprendente, la investigación mostró que los estafilococos tienden a ser más dominantes en las axilas femeninas, mientras que los hombres tienden a tener más de las apestosas corinebacterias.
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