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Jely Reátegui: La vuelta al mundo de una actriz - 1
Rosa Chávez Yacila

Por Rosa Chávez Yacila

Jely Reátegui tiene un globo rojo en la muñeca izquierda. Un pequeño tatuaje que ella misma diseñó sobre su piel –y que luego un amigo tatuador grabó para siempre– cuando terminó de escribir y dibujar “El Globo Rojo y sus maravillosas aventuras”. Una suerte de cuento ilustrado que la actriz de cine, teatro y televisión trazó en una bitácora y cuyos dibujos hizo de frente con lapicero, sin un plan premeditado, solo atendiendo la inspiración del día.

El “pensamiento globo rojo” llevó a Jely Reátegui por tres continentes, doce países y casi cincuenta localidades. América, Europa, Asia. Costa Rica, Nicaragua, España, Italia, Portugal, Francia, Bruselas, Holanda, Alemania, República Checa, Indonesia, Tailandia. Tiró dedo, subió a motos, camiones, carros particulares. Se perdió en la selva de Tailandia, fue la aprendiz de un maestro de máscaras balinesas en Indonesia. Aunque ya hace meses retornó de su travesía, Jely, en cierta medida, sigue viajando gracias al teatro.

Aquí un par de preguntas que le hicimos a esta viajera actriz sobre el derecho de una mujer a viajar sola.

A comienzos de este año, dos chicas argentinas fueron asesinadas cuando viajaban por Ecuador, por ello algunos juzgaron a las mujeres viajeras.

Lo que les pasó me destruyó. Ocurrió justo una semana después de que regresé de mi viaje. No pude dejar de sentirme identificada o no conectarme al cien por ciento con ellas. Yo incluso me sentí violentada. Porque eran dos, una morocha y una rubia, y en ellas me vi a mí y a Jimena. Pero lo que más me molestó y frustró fue la reacción de la gente que les echó la culpa por “estar solas” y exponerse al peligro.

Porque la culpa siempre es de la mujer.

Siempre. Me enoja y me asusta mucho. Esa forma de pensar persiste porque no nos educan igual. Pero una de las cosas que he aprendido en mis viajes es la tolerancia. Te puedes encontrar con mil personas totalmente distintas a ti, pero es posible llegar a entenderse. Para eso existe la comunicación y el diálogo. Ni siquiera tienen que hablar el mismo idioma. Cuando estuve en Indonesia no entendía nada de lo que hablaban a mi alrededor. Por varios días solo me comuniqué diciendo “hola” y “gracias”. Eso me pareció lindo, porque no piensas en lo que tienes que decir, solo sientes y fluyes.

Si quieres saber sobre los viajes de Jely Reátegui revista nuestra fotogalería. Lee la entrevista completa en nuestra edición impresa.

Puedes ver a Jely Reátegui en "La audición", obra de Microteatro. También en "Aura" en el Teatro de la Universidad del Pacífico y en "Imagina Shakespeare" como parte del programa de Formación de Público del Gran Teatro Nacional.

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