Ojo, Millennial: reglas para que te adaptes mejor en la oficina

Si naciste entre los años 1980 y 2000, perteneces a la generación millenial. La fama de los millenials radica en su dominio de la tecnología y su capacidad de emprendimiento pero, lamentablemente, también se dice que son engreídos, egocéntricos e informales. Una reputación nada convieniente en la oficina.

Lee Caraher es una emprendedora de más de 40 años que al fundar su propia empresa sintió el golpe generacional frente a los millennials. No entendía cómo una jovencita sin experiencia laboral se atrevía a pedir horarios flexibles durante la primera entrevista. Aun así, Caraher la contrató porque le pareció una muchacha inteligente y segura de sí misma.

En su primer día de trabajo, la joven se apareció con su perro. Lee Caraher no entendía qué pasaba, pero se propuso llegar a conocer a esta nueva clase de jóvenes que siguió incorporando a su equipo.  Hoy esta empresaria es conocida en Estados Unidos como la ‘millennial whisperer’ y es la consultora de un sinfín de compañías que la contratan para que les enseñe a trabajar con millenials. 

Después de leer el libro de Caraher, Millenials en la oficina, les compartimos algunas sugerencias útiles para mejorar el clima laboral en su oficina y superar los problemas de comunicación que perjudican a todos.

1. Recuerda que no todos piensan como tú: Una característica de los millenials es que no están dispuestos a esperar al retiro para ser dueños de su tiempo. Pero no olvides que tus superiores pertenecen a una generación con un funcionamiento diferente. Si quieres un mejor horario de trabajo, no demandes. Negocia.

2. Demuestra que pueden confiar en ti: Los millenials han crecido solucionando miles de problemas desde su computadora y sin salir de sus casas. No son pocos los que consideran innecesario pasar ocho horas al día en la oficina para cumplir con sus funciones. Si quieres trabajar algunos días desde casa, consúltalo con tu jefe. Pero sobre todo: demúestrale que sí cumples con tus responsabilidades aunque no te estén supervisando.

3. Respeta la educación de los demás: Aunque estés convencido de que la vestimenta, el protocolo y las formalidades no son necesarias para demostrar el respeto que sientes por alguien, no olvides que no todo funciona bajo tus reglas. Si has ingresado a una empresa, tienes que respetar sus valores y su identidad. Encuentra el equilibrio para hallar tu lugar en ella sin perder tu escencia.

4. Ten paciencia: Sin importar de que generación sea, una persona necesita tiempo para entender el ritmo e idioma de una empresa. No desesperes ni reniegues. Es cierto que el mundo de ahora es diferente pero la sabiduría no caduca. Respeta y aprende de las personas mayores de tu entorno y comparte las habilidades tan valiosas y características de los millenials.