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Siete lecciones que aprendimos de nuestros hermanos hombres - 1

Jalones de pelo, uno que otro golpe o risas sin límite. Crecer con un hermano hombre es un ir y venir de experiencias que te hacen una mejor persona, aunque de chicos hayamos querido matarnos el uno al otro.

Un hermano es un compañero de vida, un chico en el que podemos confiar a ciegas y una persona que no dudará en salir a defendernos si así lo necesitamos. Crecer a su lado también nos ha hecho personas más fuertes, tolerantes y sin temor.

¿Cuáles son algunas otras lecciones que hemos aprendido de nuestros hermanos hombres? Aquí las enumeramos.

 

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