(Foto: Shutterstock)
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Redacción EC

Sobre la hemos escuchado mucho. Algunos expertos señalan que no se va con nada, mientras que otros anuncian que existen mil secretos para atenuarla. Estos últimos, casi siempre, están relacionados a una mejor alimentación o una serie de cremas para el cuerpo que nos pueden ayudar. Y lo cierto es que existen mil métodos que (supuestamente) podrían ayudarnos a resolver el problema y la clave está en probar algunos: a veces, los resultados no son los mismos para todas.

En los últimos días, uno de estos métodos ha saltado a la luz. Se trata del guante de fibra, que no es nada más que una manopla hecha de esparto. Sí, de una textura rugosa.

La idea consiste en pasar este guante por la zona afectada- que debe estar húmeda para evitar irritaciones- y masajearla con movimientos circulares. Se recomienda hacerlo todos los días en la ducha con agua tibia. Luego, se debe limpiar el guante y mantenerlo seco para evitar bacterias.

Dermatólogos y amantes de la belleza coinciden en que este truco funciona dado que el guante ayuda a a mejorar la circulación de la sangre. ¿Te atreves a probarlo? 

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