¿Un baño caliente puede darte los beneficios del ejercicio?
¿Un baño caliente puede darte los beneficios del ejercicio?

Todos conoceos los beneficios del ejercicio para la salud, pero a veces es complicado incluirlo en nuestra rutina diaria. ¿Existe alguna manera de tener los mismo resultados sin el desgaste físico y el tiempo que implica?

Steve Faulkner, doctor de la Universidad de Loughborough, en Reino Unido, ofreció a Michael Mosley de la BBC participar en un experimento comparando los beneficios relativos de tomar un baño largo y caliente, en comparación con una hora de pedaleo duro.

Para este estudio Mosley se unió a un grupo de voluntarios, quienes han sido equipados con monitores que registran continuamente los niveles de azúcar en sangre. Tener estos niveles dentro de un rango normal es una medida importante de tu estado físico y metabólico.

La primera parte del experimento es muy relajante: simplemente consiste en un baño largo y caliente.

Mientras se coloca en el baño, que mantienen a 40° C, Faulkner monitorea la temperatura del cuerpo. Luego de subir a los grados necesarios y quedar estable, le permiten salir. Un par de horas después de mi baño, come algo ligero.

Dado que el objetivo es ver cómo el darse un baño caliente se compara con hacer ejercicio, se repite el experimento, pero esta vez se examinan los mismos parámetros luego de una hora de bicicleta.

¿Cuál fue el resultado?

"Una de las primeras cosas que estábamos analizando", dice Faulkner, "es el gasto de energía mientras uno está en el baño. Lo que encontramos fue un aumento del 80% en el gasto energético simplemente por estar sentado en el baño durante una hora".

Pero, ¿qué pasa con nuestros niveles de azúcar en la sangre?

"Empezamos a ver diferencias cuando nos fijamos en el pico de producción de glucosa", afirma Faulkner.

El pico de producción de glucosa es la cantidad de azúcar en la sangre que tienes después de una comida. Es un marcador de riesgo para la diabetes de tipo 2 y otras enfermedades metabólicas.

"Lo que encontramos", dice Faulkner, "es que el pico de glucosa fue más bajo después del baño, en comparación con el ejercicio, lo cual fue completamente inesperado".

De hecho, los niveles de glucosa después de las comidas, fueron en promedio 10% más bajos que después del ejercicio.

Faulkner cree que puede deberse en parte a la liberación de proteínas de choque térmico, que son, como su nombre lo indica, las proteínas liberadas en respuesta al calor. Son parte del sistema de defensa y diferentes estudios realizados en animales sugieren que podrían ayudar a desviar el azúcar de la sangre hacia los músculos.

Esto no significa que tener una bañera de hidromasaje o una sauna puede sustituir el ejercicio completamente. Faulkner recomienda que las personas traten de hacer por lo menos 150 minutos de ejercicio a la semana.

Él ve más bien esta investigación como una ayuda potencial para las personas que tienen dificultades con el control de sus niveles de azúcar en la sangre y que tienen dificultades para hacer ejercicio.

Por esta razón, los baños calientes resultan tener beneficios sorprendentes.

¿Y qué hay del ejercicio imaginario?

Pero, ¿podrías fortalecer tus músculos con simplemente imaginarte que estás haciendo ejercicio? Esta práctica se llama la imaginería motora.

Tony le pide a varios voluntarios que pasen 15 minutos al día pensando en ejercicios de pesa. ¿Cuáles son los resultados?

Solo de pensar en el ejercicio físico durante un mes, los músculos se tornaron 8% más fuertes.

No es debido a que sus músculos se hicieron más grandes (no lo hicieron), sino porque después de un mes pensando en un ejercicio particular, utilizaron más las fibras musculares que al inicio.

Kay cree que, además de ayudar a atletas de alto rendimiento, la imaginería mental podría ser una forma útil para evitar la pérdida de concentración en caso de que te lesiones o no puedas hacer ejercicio.