Manual para sonrisas: Aprende a cuidarla desde joven

Mary Huamán Luna

Además de los ojos, la sonrisa es la otra ventana del alma, mediante la cual proyectamos al exterior nuestra vitalidad, alegría y bienestar. Por eso es importante que nada la opaque y eso depende solo de ti. No importa si eres adolescente, adulta (base 4, 5 y más), tienes niños en casa o pronto los tendrás; sigue estas recomendaciones que nos compartieron dos expertos odontólogos, para cuidar de nuestra dentadura en las diferentes etapas de la vida. Sé precavida, evita a tiempo la pérdida de algún diente, la formación de caries, gingivitis (enfermedad de las encías) o el desagradable mal aliento y por el contrario, prepárate para impactar con una sonrisa fresca y luminosa.

DE BEBES

• Visitas médicas: la primera visita debe ser a los dos o tres meses para enseñarle a la mamá a conocer la boca de su bebe. La segunda al salirle su primer diente y la tercera cita de rutina al año. El encargado de informarte y ayudarte a velar por su salud oral será el odontopediatra.

• Kit de limpieza: aunque el pequeño no tenga dientes durante los primeros meses, se debe realizar una limpieza especial. Para ello compra la tela más delgada que se usa para hacer pañales, córtala en cuadraditos de 4 x 4 cm, lava y plancha para esterilizar y guárdalos en organizadores. Por lo menos una vez al día y de preferencia en la noche, toma uno de ellos, cubre tu dedo índice, embebe en agua tibia y luego pásalo delicadamente sobre la boca de tu hijo mientras le cantas una canción. Puedes aplicar la técnica desde el primer día de nacido hasta los seis meses, para sacarle los restos de leche materna.

• Biberón: recuerda que este debe contener únicamente leche. Nunca eches azúcar porque estarás propiciando caries prematuras. Aunque sabemos que sirve para salir del apuro, tampoco le des gaseosa en la mamila.

DE NIÑOS

• Visitas médicas: cuando le brote el primer diente debe ser la primera asistencia para aprender sobre el cepillado y luego al año y ocho meses a su primera profilaxis y fluorización, para prevenir enfermedades dentales.

 • Limpieza: después del año usa  un cepillo dental para niños. Siéntalo entre tus piernas sobre la cama o el suelo, con la espalda recostada sobre tu pecho y desde allí cepilla los dientes  suavemente en forma circular. A esta edad todavía no debes usar pasta dental, solo el cepillo y agua tibia.

• Crema dental: cuando erupcione su primera muela será el momento de usar el cepillo con pasta dental. Se recomienda una con flúor porque ayudará a fortalecer sus dientes. En la cantidad está el secreto, debe ser apenas una gotita y sin agua. El cepillado debe ser dibujando 10 círculos en los dientes de arriba y luego 10 en los de abajo.

• Jarabes: si está enfermo y debes darle un jarabe, no olvides cepillarle los dientes. Un estudio de la Facultad de Odontología de la Universidad Científica del Sur concluyó que cada cucharadita de este líquido puede ser equivalente a 6,3 cucharitas de azúcar.

• Los primeros dientes permanentes aparecen a los seis años, así que atenta, para cuidar de ellos hay que recurrir a un buen cepillado después de cada comida y a visitas periódicas al odontólogo para la aplicación de flúor y colocación de sellantes (recubrimientos que protegen los dientes).

ADOLESCENCIA

• Visitas médicas: es indispensable que entre los 10 y los 20 años se realicen por lo menos dos visitas por año, ya que en esta etapa es muy frecuente la aparición de caries, debido a los cambios hormonales. En el caso de las chicas, incluso, con la aparición de la menstruación, suele haber una caída de pH salival que ocasiona que la misma sea más ácida, originando que las bacterias se produzcan con mayor facilidad.

• Limpieza: debe realizarse por lo menos dos veces al día, siendo la más importante la que se hace por la noche. La pasta dental indicada para esta edad es la que contiene flúor y un antiséptico oral como el triclosán que ayudará no solo a remineralizar el esmalte dental debilitado, sino a tratar las encías inflamadas.

• Cepillo: busca uno que tenga cerdas de dureza media y úsalo inclinándolo a 45 grados contra las encías, mientras realizas movimientos circulares.

• Uso de colutorios (líquido medicinal de enjuague bucal): después del cepillado, su uso diario te ayudará a prevenir las caries dentales, la inflamación de las encías y a tener un aliento fresco. Compra uno que contenga agentes como el flúor y aplícalo dejando que el líquido recorra toda la cavidad bucal por un minuto.

ADULTEZ

• Visitas médicas: Deben ser como mínimo dos veces al año. Entre los 30 y los 50 años puede surgir el problema de la hipersensibilidad dentaria que se manifiesta con dolor al comer alimentos muy fríos o calientes y necesitarás consultar al médico.

• Limpieza: desde los 20 y hasta los 60 años aproximadamente, la limpieza debe ser más constante, después de cada comida o mínimo tres veces al día, siendo el cepillado de la noche el más importante porque mientras duermes, la producción de saliva se reduce y las bacterias que causan el mal olor aprovechan para reproducirse.

• Pasta dental y cepillo: la pasta recomendada en este rango de edades debe ser una que contenga un antiséptico oral como el flúor, triclosán o xylitol que no solo servirán para remineralizar el esmalte dentario, sino que lucharán contra las enfermedades periodontales (encías). Elige un cepillo de dureza media y aplica una técnica de cepillado según tus necesidades. Consulta con tu odontólogo.

• Complementos: usa un cepillo de lengua para evitar o dar tratamiento a la halitosis (mal aliento), acompaña con el hilo dental y también utiliza diariamente un enjuague bucal.

• Cuidado: un cepillado demasiado fuerte sobre los dientes puede desencadenar una pérdida de encía, si no sabes cómo hacerlo recurre al especialista.

TERCERA EDAD

• Visitas médicas: deben ser periódicas y dependiendo de las necesidades de cada paciente. A partir de los 65 años hay que tener especial cuidado con las encías y el tejido que soporta los dientes, porque podría ocasionarse la movilidad e incluso la pérdida de alguno de ellos.

• Cepillado: como mínimo debe realizarse dos veces al día y de igual forma, siendo la limpieza más importante la nocturna.

• Pasta dental: debe ser una que contenga flúor, triclosán y si presentas sensibilidad en los dientes, una que actúe frente a este problema. El cepillo debe ser de cerdas suaves.

• Complementos: es indispensable el uso de hilo dental y colutorios que ayuden a producir más saliva, así se estarás removiendo gran cantidad de bacterias.

• Los trastornos de salud como diabetes, cáncer o afecciones cardíacas pueden afectar tu salud bucal, es importante que notifiques tu estado al odontólogo para hallar el método de prevención que más se ajuste a lo que necesitas.