(Fotos: IG @pazlifestyle / Fotógrafa @yulia_nar / IG @pazlifestyle)
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Luciana Villegas

De padre arequipeño y madre limeña, Isabella es peruanísima. Aunque su acento y uso recurrente del spanglish revela el tiempo que ha pasado fuera del país. Llegó a Houston a los tres años de edad y, desde entonces, no ha regresado a vivir al Perú. A kilómetros de la tierra que la vio nacer, encontró su propósito: convertir la en una industria más ética. Lo supo desde muy pequeña, aunque jamás imaginó que lo haría a través de su propia plataforma de moda sostenible; Paz Lifestyle.

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El proyecto inició en el 2019, aunque debido a la pandemia, demoró en despegar. En ese entonces, trabajaba como vendedora en la casa italiana, Prada. Firmas como Christian Dior, Elie Tahari y Miu Miu ya formaban parte de su hoja de vida. Estudió marketing y comercio internacional en el Community College de Houston y luego se especializó en el prestigioso Instituto de Tecnología en Moda (FIT). Allí experimentó su primer acercamiento a la sostenibilidad y la creación responsable. Un año después de graduarse, lanzó Paz Lifestyle.

“Paz Lifestyle nace con el propósito de unir marcas sostenibles latinoamericanas y exponerlas al mercado americano. Es una plataforma web en la que el usuario puede encontrar moda, belleza, productos para el hogar y más; todo hecho de modo responsable y con sello artesanal”, explica Isabella, fundadora y directora creativa de la plataforma. Actualmente, Paz Lifestyle también cuenta con firmas de Nueva York; “contamos con setenta firmas de Nueva York en la web”. Ayni y Lima Sagrada fueron las primeras marcas peruanas con las que trabajé; hoy el número de marcas con sello blanquirrojo asciende a veinte.

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Paz Lifestyle trabaja con firmas que tengan entre sus valores la responsabilidad social, ética y medioambiental. Además, entre los rigurosos criterios de selección, Isabella prioriza que las marcas cuenten con pilares de innovación y sostenibilidad. La mayoría de las propuestas que la clientela puede encontrar en la plataforma son producidas por mujeres, sobre todo de comunidades indígenas y afroamericanas.

Más allá de su presencia digital, la plataforma de moda sostenible invade la ciudad con sus exposiciones temporales. “La idea es que las personas vivan la experiencia de comprar sostenible en la vida real. La sostenibilidad se ve muy neutral, y no es asi; tiene vida y color. Por eso queremos que vean nuestras prendas en vida real. Además, contamos con marcas accesibles dentro del rango de precios de lo sostenible, y pensamos ir buscando cada vez más propuestas accesibles para todo el mundo”, detalla.

El último pop up fue en el distrito de Soho, uno de los más comerciales y exclusivos de la Gran Manzana, en el que se generó US$54.000 en ventas. “Este año esperamos organizar dos: uno durante la Semana de la Moda de Nueva York en el mes de septiembre y otro para las fiestas navideñas, en Diciembre”, revela.

Sobre el futuro, la emprendedora arequipeña deja entrever un sueño pendiente: abrir una tienda de destino aquí, en la capital peruana. “Me encantaría tener presencia en Perú, de hecho quería abrir la tienda allí en un primer momento. Pero como vivo en Nueva York, era un poco complicado. En el futuro, me gustaría abrir un destination store en Lima”, revela.

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