Marjhori Oyola

Lo que para mucho es un simple banner publicitario, para otros puede llegar a ser un tesoro con múltiples funciones. Este es el caso de José Antonio Díaz Knuten, creado de la marca Fui Un Banner (FUB) que elabora mochilas, billeteras y bolsos a partir de banners publicitario antiguos. Como se sabe, estos tienen un impacto perjudicial y dañino para el medioambiente, ya que tardan 500 años en descomponerse, así que se trata de toda una iniciativa de sostenible. Además, los productos son elaborados por seis mujeres que se encuentran recluidas en la cárcel del , convirtiéndose también en un proyecto social. Díaz conversó con El Comercio y nos contó todo sobre esta marca.

“Me di cuenta que del banner nadie se hacía cargo y evidentemente era un residuo súper complicado, entonces al ver que el gobierno no hacia nada, decidí dar el primer paso”, indica José Antonio, un ingeniero industrial que aunque no estudió la carrera de diseño se considera una persona observadora y creativa. Ello lo demuestra a la hora de crear y diseñar novedosos productos a base de paneles publicitarios como porta laptops, billeteras, neceseres, morrales y bolsos. Estos se caracterizan por ser prácticos, funcionales y, sobre todo, duraderos.

José Antonio Díaz es el fundador de Fui Un Banner (FUB) marca que crea mochilas, billeteras y bolsos a base de paneles publicitarios. Foto: Instagram/ @fub.pe
José Antonio Díaz es el fundador de Fui Un Banner (FUB) marca que crea mochilas, billeteras y bolsos a base de paneles publicitarios. Foto: Instagram/ @fub.pe

La marca que ofrece una variada línea de accesorios, busca contribuir con el medio ambiente. A la fecha FUB ha recuperado 6,749.96 metros de banners. Además, al llevarte estos productos a casa, te estás llevando el trabajo y esfuerzo de seis mujeres que trabajan desde el penal Santa Mónica, quienes buscan reinsertarse en la sociedad.

“La marca plantea una alternativa creativa a dos problemáticas: medioambiental y social. Respecto a la problemática ambiental, el banner, que muchas veces vemos en distintos lugares aparenta ser súper versátil, económico, práctico y muy útil. Sin embargo, lo que nadie sabe es cuando cumple su ciclo de vida, lamentablemente termina con muchos otros residuos en botadores informales donde son quemados. El gran problema no solo es que se generan emisiones contaminantes para la atmósfera y para nosotros, sino que además se generan micro plásticos menores a cinco milímetros que por acción del viento termina en el mar contaminando nuestro sistema marino”, explica.

Respecto a ello, José indica que hay datos alarmantes que deben preocupar a todos. “En el Perú sacaron un informe donde mencionaron que los peruanos consumimos lo equivalente a una tarjeta de crédito a la semana. Además, en Lima se producen mas de 5 mil metros cuadrados de banners al mes. Esto es fuera de las que se producen en las campañas políticas, porque si fuera así, los números se disparan exponencialmente”, menciona muy preocupado.

A partir de los banner se realizan mochilas, bolsos, billeteras, neceseres y porta laptops. Foto: Instagram / @fub.pe
A partir de los banner se realizan mochilas, bolsos, billeteras, neceseres y porta laptops. Foto: Instagram / @fub.pe

Un banner se puede convertir en tesoro

Los banners llegan a las manos de FUB de dos maneras: las empresas le brindan a la marca los paneles que utilizaron para convertirlos en productos amigables con el medioambiente o la marca se contacta con las personas que exhibieron los paneles en las calles para darle un uso de valor. Luego de recepcionar un gran número de paneles, estos se convierten en verdaderos tesoros.

“Lo primero que hacemos es lavarlo con agua, detergente y vinagre para desinfectarlo. Lo enrollamos para que no se maltrate, pues si se dobla lamentablemente se quiebra y ya no sirve tanto. Una vez enrollado decidimos qué producto vamos a hacer, para ello participamos en un proceso de co-creación con las internas. Todos nuestros productos están validados con ellas también, porque son el equipo de operación. Luego, empezamos con el proceso de producción, vemos los moldes del producto, se dibuja, se corta y se van uniendo las piezas. No se empieza del siguiente ciclo, si el control de calidad no es óptimo. Finalmente, el producto ya estaría listo para la tienda o para el cliente”.

Las mochilas, bolsos, porta laptops, morrales, neceseres y lapiceras, no son los únicos productos que se han elaborado. José Antonio cuenta que se llegaron hacer toldos gigantes para la Municipalidad de Miraflores, Tottus y para el Centro Internacional de la papa. Respecto al último, se hizo para un evento internacional donde se presentaron científicos de todo el mundo, quienes quedaron impresionados con el trabajo que realiza FUB.

Lo que para algunos puede ser un simple banner publicitario para otros puede llegar a ser un tesoro con múltiples usos. Foto: Instagram / @fub.pe
Lo que para algunos puede ser un simple banner publicitario para otros puede llegar a ser un tesoro con múltiples usos. Foto: Instagram / @fub.pe

Productos eco amigables elaborados por internas

A fines del 2017, José Antonio decidió trabajar con mujeres del penal de Santa Mónica a raíz del programa “Cárceles productivas”, el cual se enteró por medio de una reunión que hizo con la Cámara de Comercio de Lima. Actualmente, trabaja con seis mujeres de las cuales dos señoras ya salieron en libertad. Muchas de ellas tienen penas que van desde los 8 a los 14 años. El fundador de FUB indica que según el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) 1,200 personas que salen en libertad, el 5% son mujeres y de ese porcentaje menos del 1% consigue reinsertarse de manera formal en un puesto laboral.

“Dentro del penal las capacitamos y acompañamos en el proceso de reinserción para que puedan confeccionar estos accesorios cuando estén en libertad. El banner les da una segunda oportunidad de poder reinsertarse de manera formal a la sociedad y lo que hacemos nosotros es plantearles tres alternativas. La primera opción es que continúen con nosotros, asuman nuevos retos, responsabilidades, generando mayores ingresos para su familia y que se conviertan en mentoras. La segunda opción es que puedan empezar su propio emprendimiento, porque ya han aprendido cómo es el trabajo en un taller de costura. El último es que puedan tener una carta de recomendación de trabajo en el que se indique que han trabajo para nosotros dentro del penal”.

A las mujeres dentro del penal se les capacita y acompaña en el proceso de reinserción para que puedan confeccionar estos accesorios cuando estén en libertad. Foto: Youtube / FuiUnBanner
A las mujeres dentro del penal se les capacita y acompaña en el proceso de reinserción para que puedan confeccionar estos accesorios cuando estén en libertad. Foto: Youtube / FuiUnBanner

“Con esas manos que un día generaron un perjuicio para la sociedad, esas manos ahora trabajan para cuidar nuestro medio ambiente. Comprando nuestros productos cambian la vida de estas mujeres que quieren reinsertarse y lo que hacemos es brindarles la oportunidad. Al Estado no les importa, pero a nosotros como sociedad si. No se trata de una maquina que produce, sino de personas y cada producto tiene una historia detrás, cada bolso, cada morral son los sueños de una persona y familia que esta buscando salir adelante”.

Seis internas del penal de Santa Mónica elaboran los productos de la marca FUB. Foto: Youtube / Instituto Nacional Penitenciario
Seis internas del penal de Santa Mónica elaboran los productos de la marca FUB. Foto: Youtube / Instituto Nacional Penitenciario

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