¿Hay amor en Tinder? Aquí lo que algunas usuarias piensan
¿Hay amor en Tinder? Aquí lo que algunas usuarias piensan
Redacción EC

Sandra Yépez Ríos

En una ciudad con el acelerado ritmo de vida de Tokio, dejar de ser una mujer soltera es una tarea complicada. Como dice Teresa, una española que se mudó aquí en compañía de su novio: «enhorabuena por aquellas que ya trajimos una pareja», porque conseguir una, en medio de las 13 millones de personas que viven aquí, no es nada fácil.

Para quienes no tienen el tiempo y la paciencia de esperar a que el príncipe azul toque su puerta, una buena alternativa es Tinder. En Tokio, son pocas las solteras que se resisten a la tentación de probar el famoso aplicativo de citas. El sistema es tan amigable y fácil, que usarlo parece más un juego que un recurso para conocer hombres.

«Es divertido, pues solo te la pasas mirando fotos. Si no te gustan, deslizas la foto hacia la izquierda y ya no ves a ese chico nunca más», cuenta Miki, quien entró a Tinder luego de separarse de su pareja hace casi un año. «Todas mis amigas lo estaban usando, así que yo también quise probar».

Aunque sus directivos no han revelado el número de usuarios, de acuerdo con fuentes de The New York Times, en octubre del 2014 se calculaba que 50 millones de personas utilizaban Tinder. Para quien está en busca de una pareja, tener acceso a millones de fotografías de solteros es una alternativa atrayente.

Entre los hombres, el sistema tiene buena acogida, pero las mujeres son más escépticas, sobre todo aquellas que buscan una pareja estable. Silvia, una italiana que vive en Japón desde hace años, dice que usó el aplicativo por solo cinco días. «Me daba miedo encontrarme con algún loco. Nunca me animé a salir con nadie», admite. Por su parte Miki conoció varios solteros en cuestión de meses.

Pero luego de ver fotos, de pactar citas y de tomarse unos tragos ¿será que es posible convertir a ese chico de Tinder en tu pareja a largo plazo? A Miki y sus amigas les parece que no. «Al cabo de un tiempo todas nos cansamos de usarlo, nos parecía que la mayoría de chicos solo estaban interesados en llevarte a la cama».

Los críticos de Tinder coinciden con la percepción de Miki: el sistema se concentra solo en el aspecto físico, es superficial y la mayoría de sus usuarios solo busca sexo. Sin embargo, el psicólogo Eli J. Finkel, de la Northwestern University en Estados Unidos, no comparte esa idea. «Tinder es estupendo, tanto para tener sexo como para conocer una pareja» garantiza. Según Finkel, lo único que el aplicativo hace es «ampliar las posibilidades para los solteros y acelerar el proceso para conocer personas», después, todo depende de la empatía que haya entre cada pareja, cosa que solo se sabrá tras un encuentro cara a cara.

«Para un soltero de mente abierta, que quiere casarse un día, pero disfrutar de conocer gente mientras tanto, Tinder puede ser la mejor opción disponible actualmente», asegura el psicólogo.

Para Miki, el juego fue divertido por un tiempo, pero no resultó efectivo para encontrar el amor. «A mi actual pareja lo conocí a través de unas amigas, y me gusta que sea así», comenta Miki, quien ya cerró su cuenta en Tinder y no planea confesarle a su nuevo novio que alguna vez la tuvo.

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