MDN
Wendy Vásquez
Jorge Chávez Noriega

Wendy Vásquez encuentra sensaciones en común entre la maternidad y su profesión, la actuación. En ambos casos, pero en distintos escenarios, confiesa que se enfrenta a sus miedos.

Con la crianza de Simone, su pequeña de dos años, asume el reto diario de ponerse en su lugar y darle las herramientas para que descubra su camino en la vida. “A esa edad, los niños son superinstintivos. Perciben tu estado de ánimo y lo que no te dicen con palabras, lo expresan con emociones”, comenta.

Del mismo modo, cuando interpreta a un personaje, la mayoría de veces explora temas ajenos a ella. “Eso te permite ver distintas realidades. Puedes abordar una variedad de roles con los que haces un ejercicio introspectivo que te confrontan contigo misma”, añade la actriz, quien está a punto de estrenar la obra “La gata sobre el tejado de zinc”.

¿Qué es lo que más extrañas de tu etapa anterior a la maternidad?
Salir de viaje cuando quiera, aceptar todas las propuestas de trabajo que se me presentan o irme a dormir a las tres de la mañana con una botella de vino al lado. Extraño todo eso. Ahora, si no me acuesto a las diez de la noche, al día siguiente no puedo con mi vida. Es difícil, pero todo lo que estoy viviendo con mi hija no lo cambio por nada. La maternidad es un acto de desprendimiento. Dejas de ser tu prioridad para dar un amor sin condiciones.

¿Eras de las personas que se proyectaba con tener una familia?
Hubo una época en la que solo estaba concentrada en mi trabajo. Era todo para mí. Pero cuando conocí a Santiago, mi esposo, todo pasó muy rápido. Fue un amor de locos y claramente sentía que quería formar una familia con él. Nos casamos y desde un inicio buscamos tener un hijo. En ese proceso, tuve dos interrupciones. Cuando pasó fue duro, pero nunca perdí el deseo de ser mamá.

¿Cómo superaste esas situaciones?
Creo que los momentos difíciles nos ayudan a entender mejor la vida. De lo malo se puede sacar cosas positivas. Y con lo que me pasó, aprendí que no hay que desistir por lo que queremos. Algunas mujeres prefieren no hablar de ese tema y lo respeto, pero yo no me hago rollos. Entiendo que un mismo hecho puede hacer sentir de distintas maneras a las personas.

En estos momentos, ¿qué es lo que más disfrutas?
Sin lugar a dudas, pasar el tiempo con Simone. Mientras su papá está trabajando, nos gusta ir al parque juntas, cocinamos y también limpiamos. Por ahora, no contamos con nadie que nos ayude en casa, pero estamos viendo la posibilidad de hacerlo.

¿Sientes que has perdido oportunidades laborales por estar más abocada a tu rol de mamá?
En realidad, nunca me he preocupado por estar vigente. Lo que busco es hacer proyectos que me inspiren. Para alcanzar la felicidad, una buena manera es ser fieles a nuestra esencia. A lo que nos nace hacer en distintos planos.

¿Y qué te gustaría hacer más adelante?
Tengo unas ganas enormes de volver a trabajar en cine. Es un espacio que me apasiona y felizmente se me ha presentado un proyecto interesante en el que voy a estar, pues los horarios de rodaje son bastante manejables. También quisiera estudiar una maestría en dirección cinematográfica, pero eso quizás cuando tenga a mi segundo hijo.

Contenido Sugerido

Contenido GEC