Las mascotas pueden ser muy valiosas para amortiguar parte del estrés psicológico a raíz de la pérdida de la pareja o un ser querido con el que hayamos compartido nuestra vida. (Foto: archivo El Comercio).
Las mascotas pueden ser muy valiosas para amortiguar parte del estrés psicológico a raíz de la pérdida de la pareja o un ser querido con el que hayamos compartido nuestra vida. (Foto: archivo El Comercio).
Andrea Carrión

Cada vez más expertos coinciden en que tener una mascota en casa, particularmente perros y gatos, ayudan a reducir el estrés, la ansiedad, la depresión y a lidiar mucho mejor con la soledad, especialmente después de una pérdida.

Hace unos días, conversando con una mujer que cada día debe de enfrentar la pérdida de su esposo, no por muerte sino a causa del Alzheimer, comentaba lo bien que le está yendo con su perrita Candy.

“Es una gran compañía, me sigue a todos lados y es muy cariñosa con todos. Haberla adoptado fue la mejor decisión”, aseguró.

Y es que un animal doméstico no solo da compañía y hace que el vacío se sienta menos, también nos compromete a una seguir una rutina, ya sea para alimentarlos, sacarlos a pasear, peinarlos o jugar con ellos. Además, al sacarnos de casa, de alguna manera nos ‘obliga’ a ejercitarnos y hasta pueden tener un impacto positivo en nuestra salud cardiovascular.

Cuidar de una mascota también ayuda a que los niños tengan una vida más activa, a darles un sentido de responsabilidad y a que crezcan más seguros de sí mismos, entre otros beneficios.

Pero volviendo a la soledad, para alguien que se ha perdido a su compañero o compañera tras muerte, separación o enfermedad, una mascota puede ser clave.

Los gatos también pueden ser magníficos para ayudarnos a relajarnos en momentos de estrés. (Flickr)
Los gatos también pueden ser magníficos para ayudarnos a relajarnos en momentos de estrés. (Flickr)

En un artículo publicado por la Dra. Karen Becker en su blog Mascotas Saludables, cita un estudio realizado por el profesor de sociología Dawn Carr, de la Universidad Estatal de Florida. Él juntó a un grupo de viudas para investigar sobre los efectos que tiene la pérdida de un cónyuge. Encontró que los sentimientos de soledad, tristeza, depresión y pérdida de apetito aumentaron, mientras que los sentimientos de felicidad y emoción por la vida fueron bajos.

Se encontró además que aquellos sin una mascota tuvieron un aumento en los síntomas depresivos y de soledad, en comparación con los que tienen una mascota. Las mascotas, perros y gatos en este caso, demostraron ser compañeros valiosos que ayudan a amortiguar parte del estrés psicológico de la pérdida. Todos los que perdieron a su cónyuge sufrieron consecuencias psicológicas.

Becker explica en su artículo que las mascotas actúan como un amigo para hablar y un cálido compañero para abrazar. También proporcionan una sensación de estabilidad y propósito. Por algo es muy popular la terapia asistida por animales, como llevar a los perros de terapia a interactuar con enfermos o adultos mayores.

lo sabe bien. Durante un tiempo él participó junto con sus perros Bruce y Doncella del programa de visitas con perros a adultos mayores de la Municipalidad de Miraflores llamado Can solidario, el que hoy ya no está activo.

Ricardo Hormaeche junto al voluntario Leonardo Berdejo y sus mascotas Bruce y Doncella, dos perros que rescató de la calle y adoptó.
Ricardo Hormaeche junto al voluntario Leonardo Berdejo y sus mascotas Bruce y Doncella, dos perros que rescató de la calle y adoptó.

En base a esa experiencia, Berdejo ha creado el programa donde además de llegar a adultos mayores abarca a personas discapacitadas, con habilidades y niños y mujeres maltratadas. Pronto lanzará un programa piloto. Él está buscando voluntarios que deseen formar parte y participen dentro de la localidad donde residen.

“La presencia de una mascota en la vida de una persona solitaria trae consigo el despertar de uno de los sentimientos más nobles que el ser humano puede llegar a vivir: El amor de la amistad”, asegura Berdejo.

“Es tal su nobleza y lealtad, ternura y vulnerabilidad que hasta el más frío corazón golpeado por la vida, la salud o los años no puede evitar darle una sonrisa y mirada compasiva a ese pequeño ser que se le acerca y mira en busca de su calor y protección. La persona descubre entonces que puede ver en esta criatura un muy buen motivo para empezar a sonreírle a la vida otra vez. La soledad se va y con ella, el dolor del pasado que tanto tiempo le impidió vivir el presente”, agrega Berdejo.

Para es fundamental compartir este tipo de historias y recomendaciones pues parte de nuestra misión es promover una tenencia responsable de nuestras mascotas, las que tal como se ve en este artículo, tienen la habilidad y capacidad para ayudarnos a mejorar la calidad de nuestras vidas.

Al ser una asociación sin fines de lucro que promueve la adopción de perros y la tenencia responsable de mascotas, desarrollamos proyectos que contribuyan a la construcción de un mundo mejor para todos los perros.

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