Solo un pequeño porcentaje de perros presentan un problema con las glándulas anales, pero sí lo hace, es fundamental hacerlo atender con un profesional en veterinaria.
Solo un pequeño porcentaje de perros presentan un problema con las glándulas anales, pero sí lo hace, es fundamental hacerlo atender con un profesional en veterinaria.
Andrea Carrión

Cada vez que veo a mi perro caminar con las patas delanteras, mientras arrastra las patas traseras y frota el ano contra el piso, me acuerdo de un comercial de televisión en el que una mujer, al ver la misma escena, gritaba “Sobre mi alfombra noooo”.

Al principio no entendí por qué le mortificaba tanto que su mascota hiciera eso si, la verdad, es una posición bastante graciosa la que toman. Recién cuando adopté a mi perro e hizo lo mismo con mis tapetes y alfombras, y le pregunté al veterinario por qué andaba así, escuché por primera vez el término ‘glándulas anales’ y entendí todo.

Hablar de glándulas anales no es ni sexy ni agradable, pero es necesario.

Tanto perros como gatos tienen unos pequeños sacos ubicados entre la parte interna y externa de los esfínteres (*) anales. Estos acumulan, cada cierto tiempo, una sustancia aceitosa, amarillenta y particularmente apestosa que eventualmente debe de eliminarse.

A la fecha los expertos aún no han logrado definir una función específica para estas glándulas y su contenido; algunos aseguran que sirven para eliminar un fluido que le permita al animal comunicarse con otros de su especie y marcar territorio, mientras que otros creen que dicho líquido viscoso sirve para lubricar las heces y facilitar su evacuación.

Además de arrastrar el ano por el piso, las señales de que sus glándulas anales están cargadas incluyen lamerse y morderse esa zona del cuerpo.
Además de arrastrar el ano por el piso, las señales de que sus glándulas anales están cargadas incluyen lamerse y morderse esa zona del cuerpo.

Sea cual sea el motivo, lo importante es ser conscientes de su existencia y estar atentos cuando nuestros perros se arrastran raro o se lamen y se muerden excesivamente el área del ano o al inicio de la cola pues podríamos estar frente a una infección. Los gatos podrán no alertar arrastrándose como lo hacen los perros, pero igual es bueno revisar el área periódicamente por si hay inflamación o enrojecimiento en la zona.

Muchas clínicas veterinarias ofrecen el servicio de peluquería canina y felina, el que suele incluir no solo baño, secado, corte de pelo y de uñas, sino también la limpieza de las glándulas anales.

Tal vez nunca hayas escuchado hablar de ellas, y es que según algunos estudios, solo el 12% de los perros presentan ese comportamiento de arrastrarse para calmar la picazón o dolor que le causan las glándulas anales cargadas. La mayoría de los animales son capaces de vaciar sus sacos anales solos, pero muchos de nuestros perros y gatos domésticos han perdido esta capacidad.

En algunos casos, el líquido se bloquea y causa un problema de salud. En otros casos el animal nace con los ductos de dichas glándulas muy delgados o se dañan tras una infección, golpe, alergia o inflamación. El resto de animales que no presentan este problema suelen tener la habilidad de vaciar sus glándulas anales ellos mismos, generalmente cuando defecan.

De no hacerlo, es importante que lo consultes con tu médico veterinario de confianza y que exploren las opciones que se acomoden más a tu mascota.

Si tu mascota presenta síntomas relacionados con glándulas anales cargadas, lo más recomendable es hacerlo atender por un profesional.
Si tu mascota presenta síntomas relacionados con glándulas anales cargadas, lo más recomendable es hacerlo atender por un profesional.

¿Cómo extraer el aceite sebáceo de las glándulas anales?
Se hace introduciendo los dedos en el ano del animal, cerca a donde empieza la cola, y presionando las dos glándulas o sacos ubicados entre la parte interna y externa de los esfínteres anales. Este proceso puede ser doloroso para el animal, por eso es importante que lo haga un profesional o estar muy bien asesorado.

¿Qué es un esfínter?
Un esfínter es un músculo con forma circular que permite el paso, o impide el regreso, de una sustancia de un órgano a otro por medio de un tubo u orificio.

Otros motivos por los cuales tu perro arrastra su retaguardia:
Parásitos, alergia, inflamación, infección, contaminación fecal, prolapso rectal, tumor.

EL DATO
Una alimentación balanceada es clave para evitar mayores problemas en esa zona, una dieta pobre puede generar infecciones o la ruptura de los sacos. En dado caso se recomienda llevar a su mascota de emergencia al veterinario.

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