Obie es un perro de raza Teckel que pasó demasiado tiempo teniendo que remolcar rollos de masa que nunca debió acumular. El peso máximo en este tipo de perros -de la familia de los Dashund (o salchicha)- suele rozar los 15 kilos, pero debido a que sus antiguos dueños estaban viejos y enfermos, Obie llegó a pesar 35 kilos.
Cuando Nora Vanatta, una técnica veterinaria certificada, conoció a Obie, con 8 años de edad en ese momento, decidió no solo adoptarlo, sino que además se propuso recuperar ese cuerpo perdido en el fondo de tanta masa.
Según un artículo de la Dra. Karen Shaw Becker en Mercola Healthy Pets, la obesidad no solo mata a millones de personas de forma prematura, además mata mascotas y cuesta decenas de millones de dólares en gastos veterinarios que podrían evitarse. Asegura que solo en Estados Unidos, más de la mitad de los perros y gatos padecen de este mal. Y ello no solo los limita físicamente, también los deprime emocionalmente.
Decidida a que Obie no se convierta en una estadística más, Nora empezó animándolo a perder peso dando paseos por el vecindario. Al principio apenas avanzaba pocos centímetros, pero pasito a pasito empezó a agarrarle el gusto.
Paralelamente cambió su dieta, sin importarle que Obie se quejara de los vegetales. También cambió su plato hondo por uno con diseño en forma de laberinto, lo que evita que el perro coma demasiado rápido. Esto ayuda a que el animal haga una mejor digestión
En 8 meses Obie logró perder 18 kilos, había recuperado su salud y parte de su movilidad, pero aún quedaba un gran exceso de piel, la que se irritaba cuando caminaba.
Pero como este perrito con suerte cayó en las manos correctas, se programó una cirugía para retirarle la piel de sobra y al final Obie pasó de arrastrar 35 kilos a lucir sus sanos, atractivos y, sobretodo, adecuados 16 kilos.
El proceso tomó 3 años, pero hoy es un perro guapísimo y activo que puede jugar y correr, sano y feliz.
En WUF nos preocupamos no solo por promover la adopción de perros, sino también la tenencia responsable de mascotas. La forma en que alimentamos a nuestros animales es directamente proporcional a su estado de salud, por ello compartimos estos consejos pensando en tus engreídos.
Para perder peso la Dra. Becker recomienda:
-Alimentación nutricionalmente balanceada hecha en casa, ya sea cruda o cocida. Pero antes de ponerte a cocinar, consulta con un nutricionista veterinario sobre el balance adecuado de alimentos para tu tipo de mascota.
-Fíjate bien en las porciones que le das a tu mascota cuando le sirves la comida. Consulta con su médico veterinario la cantidad correcta para su tipo y tamaño.
-Haz a un lado la flojera y regálale a tu perro, y por qué no a ti también, una caminata intensa. Es fundamental ejercitar con regularidad a tu mascota, mínimo 20 minutos al día de ejercicio aeróbico, no solo por un tema físico, sino también por que un perro que no se mueve o no se distrae sanamente, terminará estresándose y aburriéndose, y tus muebles o plantas pueden terminar pagando las consecuencias.
-Si a tu perro no le gusta caminar o se la pasa olfateando cada centímetro cuadrado de pasto, intenta moverlo con el juego. Tal vez con una pelota de tenis, una soga o su juguete favorito.