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Si rasca es porque algo busca - 3

Puro instinto

Uno de los comportamientos más básicos de los perros salvajes, como lobos y zorros, tiene que ver con preparar su “cama” o “nido”. Ellos suelen cavar la superficie en la que se encuentren y así preparan un lugar seguro de depredadores y cómodo pues además de suavizar su área de descanso, ello les permite regular su temperatura, tanto para ellos como para sus cachorros.

Como están en estado salvaje, normalmente terrenos de tierra, hierba, nieve o arena cederán con facilidad, algo que no ocurre con la versión domesticada de esta especie.

Aquellas mascotas que viven en hogares de ciudad y que cuentan con camas o sillones hechos por el hombre, no necesitan cavar para acomodarse, sin embargo su ADN lleva tal carga de sus antepasados, que les resulta casi inevitable hacerlo.

 

‘Esto es mío’

Otra característica de los animales es su carácter territorial y los perros tienen varias conductas que buscan demarcar su espacio. De hecho, su anatomía contribuye a ello y en lugar de plantar una bandera o levantar un muro, ellos ya vienen con glándulas incorporadas en sus patas que segregan un aroma particular, el que se potencia al rascar alguna superficie.

Qué divertido

Para algunos perros rascar el piso va más allá de acomodarse en la zona en la que van a descansar. Esto los entretiene mucho y mientras para sus dueños no es nada divertido ver cómo las uñas –sucias por lo general– imprimen surcos en su alfombra, para los perros rascar les permite liberar energía y relajarse.

Tras ‘ir al baño’

¿Cuántas veces los has visto hacer sus necesidades y llevar sus patas para atrás sin importar cuánto césped arranquen de suelo? Se cree que la intención es tapar su excremento, hábito que también viene de sus antepasados. Otros consideran que ello es tan solo un mito y creen que el verdadero motivo tiene que ver con ‘marcar’ la zona y lanzar la advertencia “¡Por si acaso yo ya estuve aquí!”, y así otros perros pueden levantar información a través del olfato.

No todos son iguales

La necesidad de rascar el piso, la alfombra, la cama u otra superficie varía según la raza. Los Terriers, por ejemplo, tienen fama de ser rascadores por excelencia. Otras razas que gozan rascando y haciendo huecos en el suelo son los Dachshund (salchicha), Beagle, Schnauzer Miniatura, Husky Siberiano, Pastor Australiano, Border Collie, Alaskan Malamute, entre otros.

Cuidado

Si bien rascar es algo natural para los peros, no todos los humanos están dispuestos a entenderlo, y menos aceptarlo. Una simple rascada puede dejar huellas leves, pero también puede malograr muebles, tapices, sábanas o destruir jardines de plantas y flores o dejar grandes huecos en la tierra. De no lidiar con ello, el problema puede pasar a mayores, dejando incluso a la querida mascota en la calle. Para evitarlo, se recomienda conversar con un etólogo, un veterinario experto en conducta animal.

Otra forma de controlar el rascado constante puede ser llevando al perro a que le hagan una 'paticure' pues, según algunos expertos, las uñas largas también podrían invitar al animal a limárselas donde mejor lo crean conveniente, aunque no a todos le parezca. 

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