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Ahora sí pueden rascar sin problema - 3

Entender por qué tu gato pareciera tener una especial fascinación por usar sus uñas donde no debe es clave para frenar tus ganas de mutilar sus garras o de despedirlo para siempre.

Los especialistas siempre empiezan a explicarlo por lo obvio: el instinto. Si bien son gatos domésticos, ellos cargan en su ADN la necesidad de marcar territorio y al rascar, liberan olores que al impregnarse, dejan claro de quién es tal o cual esquina. Otros dos motivos por los cuales rascan muebles, alfombras y demás artículos del hogar son para ejercitarse y por placer, y no porque disfruten destrozando objetos valiosos para sus humanos, sino porque en estado salvaje sus antepasados y los felinos no domesticados suelen hacerlo al aire libre, en casa no les queda otra.

Entonces, ¿cómo hacer para hacer de esta situación favorable para gatos y personas? Luego de informarte bien sobre el tema y entender bien los motivos de tu mascota, tu siguiente paso es investigar qué productos existen para canalizar sus ganas de rascar.

Los más populares son los rascadores para gatos y existen varios tipos. Los más populares son:

La torre

Pueden medir hasta 260cm de altura, aunque la mayoría se puede adaptar a una altura menor. Hay varios modelos: con cueva, con tres postes, elevado o multiusos. Están hechos de peluche, felpa y de sisal natural. Son perfectos cuando conviven dos o más gatos en un mismo hogar.

 

El árbol

Son muy completos. Se componen de dos o más postes sujetos a una base ancha, tienen juguetes y suelen tener una o más camas para que el gato pueda relajarse. Con una altura entre 1.20 y 2.40 metros, el animal puede controlar su entorno. 

El poste

Hay muchos modelos y formas, como los naturales, con cama, con juguetes o los que se componen simplemente de un pequeño poste sujeto a una base cuadrada. Tienen una altura entre 40 y 120cms, por ello se recomiendan para gatitos o gatos pequeños.

Rascadores verticales

Son los más económicos y una opción ideal si no tienes claro qué modelo escoger. Además, hay varios modelos distintos: inclinado, con forma, tablas o para poner en una esquina.

 

Cabe la posibilidad de que luego de haber hecho tu análisis y, finalmente, haber decidido qué tipo de rascador comprar, tu gato no quiera usarlo, y tal vez la razón sea porque no sabe cómo hacerlo.

Para familiarizarlo con estos aparatos, puedes pasar tus manos sobre el rascador, como si lo estuvieses utilizando, de esa manera tu gato puede empezar a imitar lo que haces.

Otra recomendación es coger su patita con suavidad y pasarla por el rascador presionando un poco para que sus uñas sobresalgan un poco, lo mínimo para que simplemente rocen el rascador.

Pulverizar el rascador con spray de Catnip -un producto a la venta en tiendas de animales- es otra buena alternativa.

Y si compras un rascador alto, ponle algo que lo atraiga como juguetes o comida encima de una superficie plana para que tenga que subir a buscarlo y así se dé cuenta de que ya tiene un lugar adecuado donde poder afilar sus uñas sin gritos ni castigos de por medio.

EL DATO

¿Por qué no extraer las garras de los gatos?

El médico veterinario Marco Díaz (CMVP 6750) de la clínica veterinaria y centro de rehabilitación Fisiovet, explica que las garras de los felinos tienen mucha importancia por varios factores: sirven como protección, como defensa, para trepar a arboles, para cazar e incluso sirven para marcar territorio.

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