Martina tiene aproximadamente 1 año y medio. A inicios del mes de abril, fue adoptada por Alex Davis.
Martina tiene aproximadamente 1 año y medio. A inicios del mes de abril, fue adoptada por Alex Davis.

Una de las grandes pasiones de Alex Davis es el Dota 2, videojuego que jugaba desde que era solo un niño. Por eso, no dudo dos veces en ir a , para no perderse la oportunidad de ver las competencias de este deporte electrónico en tiempo real.

Lo que jamás imaginó es que, en la Arena 1 de San Miguel, conocería a su futura mascota. “Estábamos en un stand de auriculares. En eso, mi amigo se acerca al stand de WUF para acariciar a una perrita. Ahí es cuando veo a Martina por primera vez”, recuerda.

Para Alex, ese primer encuentro fue amor a primera vista, ya que ni bien terminó el evento, empezó los trámites de adopción a través de “La vi y me enamoré. Martina es única: tiene ojos verdes, el pelaje marrón y a la vez beige, y es muy cariñosa”, resalta.

Nuevo hogar

Antes de llegar a Wasi wau, el albergue en el que vivió, Martina fue abandonada por sus dueños, quienes la dejaron en una veterinaria.
Antes de llegar a Wasi wau, el albergue en el que vivió, Martina fue abandonada por sus dueños, quienes la dejaron en una veterinaria.

Si bien Martina ha pasado sus primeros meses de vida en el albergue Wasi wau, en Cieneguilla, ella se ha adaptado rápidamente a la vida en su nuevo hogar, que comparte junto a Alex y su hermana.

“Desde pequeños, nuestros padres nos inculcaron a querer a los perros y a todos los animales. Felizmente, mi hermana y yo tenemos paciencia. Nosotros la corregimos y educamos en casa”, dice.

Según cuenta Alex, Martina no solo duerme en su camita sin hacer ningún problema, sino también ha hecho varios amigos en el parque. “Ella está acostumbrada a tener muchos amigos por el tiempo que vivió en el albergue. Por eso, se ha ganado el cariño de los dueños y sus perros”, dice.

Lo único complicado, señala Alex, es cuidar la piel de su engreída. “Al ser mitad Shar Pei, ella sufre problemas en su pelaje. Necesita de comidas, tratamientos y baños especiales”, revela. Por este motivo, los anteriores dueños de Martina querían dormirla, ya que no poodían lidiar con sus problemas de salud.

Felizmente, Alex, su hermana y su familia, tienen la paciencia para cuidar a Martina de la mejor manera posible, y darle la calidad de vida que merece. “Mis vecinos, que viven justo al costado, también nos ayudan con la crianza. Ella es muy cariñosa con todo el mundo, y eso lo hace más fácil”, puntualiza.

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