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El amor en equipo salvó su vida - 2

Por Andrea Carrión /

Nadie creería que se trata de la misma perrita. Hoy Morita solo tiene que echarse en el suelo para que le lluevan manos y besos de cariño de su familia adoptiva, situación diametralmente opuesta a la que vivió a mediados del año pasado.

En mayo del 2015 una publicación en redes sociales puso en alerta a los trabajadores del . La foto mostraba a una perra tirada en la vereda y metida hasta el cuello en una bolsa negra de basura. El testimonio de sus rescatistas, quienes decidieron llamarla Stacy, es desgarrador:

“Stacy fue encontrada muerta en vida, fuera de su supuesto hogar. Se habló con su dueña y ella nos dijo que la hagamos dormir. Estaba llena de garrapatas que se la estaban comiendo, no podía ni caminar. La llevamos al veterinario y no nos dio buenas noticias, pero nos dijo que probaría tres días. A los tres días volvió a decaer y la doctora dijo que si no mejoraba esa noche, era mejor dejarla ir. Pero al día siguiente (la perrrita) empezó a comer y se levantó”.

Stacy pasó un mes en la veterinaria recuperando su peso con comida especial, vitaminas y demás medicinas. Luego fue llevada al albergue y una vez que estuvo al 100%, comenzó la búsqueda de su nueva familia. Nunca imaginó que la espera sería tan corta.

Amor de sobra

Hacía tiempo que la familia Díaz le había estado dando vueltas a la idea de conseguir otro perro para la familia. Cuatro años atrás habían perdido a su adorada Perla, una Labrador que un buen día se apareció en la casa, bastante débil y claramente perdida. Así que ya sentían la necesidad de sumar un miembro de cuatro patas.

Un día, mientras leía El Comercio en Internet, Rosi Díaz vio una nota sobre , una asociación sin fines de lucro que busca generar consciencia sobre la realidad de los perros abandonados en el Perú.

“Hice ‘click’ en la palabra WUF, me llevó a su portal y empecé a ver las fotos de los perros que tienen en su , hasta que una me llamó la atención. La perrita se llamaba Stacy y era muy parecida a nuestra Perla.  Al toque le conté a mi hermana, mis hijos y mis sobrinas, con quien ya habíamos hablado de adoptar, y decidimos hacer la solicitud”, cuenta Rosi.

Poco faltó para que Stacy llegara a la casa de los Diaz en trineo junto a Papá Noel, pues fue el 26 de diciembre que esta perrita cambió su vida para siempre, y su nombre también.

“La rebautizamos y le pusimos Morita, por la cría de Manny y Ellie en la película ‘La era del hielo’. Dicen que los perros responden mejor a nombres que tienen vocales fuertes”, agrega Rosi.

Como la adopción se realizó entre siete miembros de la familia, recogerla del punto de entrega también debía de ser en equipo.

“¡Fuimos en comisión!”, recuerda Patty Díaz, hermana de Rosi. “El viaje fue tenso para Morita, pero como éramos varias personas en el carro, se echó en las piernas de quienes iban atrás. Luego al llegar a casa todo bien, se adaptó rápido”.

“Al principio dormía mucho y no ladraba, ya luego agarró confianza”, agrega Cecilia Ferreyra Díaz, sobrina de Rosi, quien vive en la casa donde permanece Morita.

Entre las actividades favoritas de esta perrita de aproximadamente un año de edad, están chorrearse en el piso para que le froten la panza o subir al cuarto del hijo de Rosi, Daniel, para despertarlo con una buena lamida de pierna.

“Cuando ve que ya me desperté, me mira y se va”, comenta Daniel entre risas.

“Creo que le gusta el sabor a chifa”, agrega Patty sumando risas.

Los mantiene unidos

Todos sus adoptantes, -Rosi y Patty Díaz, Samantha y Daniel Ku Díaz, Cecilia Ferreyra Díaz, Anilú Ferreyra de Robles y Joaquín Robles- coinciden en que Morita es la engreída de la familia. La cuidan tanto que para lidiar mejor con los fuegos artificiales de Año Nuevo, le dieron Flores de Bach. Hasta le han creado un grupo en WhatsApp para coordinar y compartir fotos y videos.

Uno de los temores de Cecilia era cómo entrenar a Morita para que hiciera sus necesidades fuera de la casa.

“No fue necesario”, señala. “Desde el inicio, además de cariñosa, ha sido bien obediente y educada. Otra cosa que ayudó con su adopción fue el haberlo hecho entre varios pues asumir un perro es costoso y requiere de tiempo. Ahora nos dividimos responsabilidades y nos mantenemos organizados”.

La reciente muerte de la madre de Rosi y Patty dejó un vacío en la familia Díaz, pero todos coinciden en que Morita ha llegado para mantenerlos unidos.

“Su reacción es distinta a otros perros que hemos tenido, como si se diera cuenta de que le estamos dando algo especial, que la queremos no como un juguete ni como exhibición. Y es que nunca nos importó que fuera de raza o que tuviera pedigrí, lo importante es que el animal represente una parte de tu familia. Si realmente quieres una mascota, no debería de importar si es de raza o no”, comenta Patty.

Los miembros de Amor y Rescate no dejan de sorprenderse con la suerte de esta perrita.

“Fue realmente triste cuando, luego de haberla visto en la calle, regresamos a recogerla y la anterior dueña la escondió, luego cuando le pedimos que nos la diera, la sacó arrastrando por toda la tierra. La pobre ni podía moverse, eso realmente nos partió el corazón… Fue un milagro que resucite y ahora está tan hermosa que es increíble que esté llena de vida cuando estuvo a punto de morir. Por eso estamos alegres de que al fin haya conseguido un hogar”, comentan sus rescatistas.

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