Ni la brea quemó sus esperanzas de vivir

Andrea Carrión / WUF

Cuando los rescatistas acudieron al llamado de rescate, no podían creer que el animal que estaba atrapado dentro de ese barril seguía con vida. Y la situación hubiese sido menos caótica si es que la mitad de su cuerpo no hubiera estado pegado a la brea caliente que embadurnaba el contenedor.

Aparentemente Asha, como llamaron a esta perrita callejera de raza mixta, habría buscado refugio del frío de la noche y una vez que su cuerpo se fundió en la brea, se le hizo imposible salir.

Cuando la encontraron, estaba hiperventilando, aterrada y completamente inmóvil. De no haber sido por los voluntarios de la organización Animal Aid Unlimited India, probablemente a este animal no le hubiera quedado otra salida que esperar la muerte.

Los rescatistas cortaron un pedazo del barril de metal y llevaron la otra mitad con Asha dentro a la ambulancia. Una vez en el albergue, empezaron con las labores de limpieza usando aceite vegetal y una serie de masajes. Una vez que despegaron su cabeza, ella no dejó de tomar del agua que le acercaban en un tazón. La faena completa tomó más de tres horas.

Semanas después la dulce Asha, cuyo nombre significa esperanza en indio, finalmente sacó a la luz todo lo que lleva por fuera y por dentro.

Así como Udaipur, India, lugar en el que sucedió esta historia, existen miles de lugares en el mundo donde los perros callejeros no solo deben de luchar por el bocado del día, sino también por defenderse del abuso y sobrevivir a la indiferencia. Afortunadamente, existen grupos dedicados a facilitarle la vida a estos animales, aunque la sobrepoblación es tal que la verdadera está en cada uno de nosotros.

En el Perú, WUF es una asociación sin fines de lucro que viene trabajando desde hace más de un año por los más de 6 millones de perros sin hogar que se estima existen en calles y albergues. Para conocer más de esta labor, visita wuf.pe