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Pudieron morir, pero hoy viven felices y en familia - 8
Redacción EC

Por Andrea Carrión /

Pocas personas viven una experiencia como la que Maite Navarro y Eduardo Graña tuvieron ayer al ver que los 7 cachorritos que rescataron hace más de cuatro meses en Tambopata, hoy viven sanos y felices.

La cita fue a las 11 de la mañana en el malecón de Miraflores. La meta era reunir a las siete familias que respondieron al pedido de ayuda de esta joven pareja que en diciembre viajaron a Tarapoto para recibir el 2017 y que terminaron viviendo la aventura de sus vidas, tal como WUF lo reportó a inicios de enero.

El lugar en donde encontraron a los cachorros por primera vez.

“Nunca imaginamos que lo íbamos a lograr. La primera noche en la selva, cuando estábamos con los 7 cachorros en la cabaña del hotel, entre limpiadera y limpiadera nos preguntábamos ¿Cómo lo vamos a hacer? ¿Cómo vamos a llevar a 7 perritos de 2 meses de edad hasta Lima y conseguir que los adopten a todos?”, comentó ayer Maite mientras acariciaba a La Mancha, la perrita que ella terminó adoptando. “Al final la experiencia de rescatarlos, de cuidarlos, de ir entregando a cada uno, de ver cómo los trata cada familia que los ha adoptado, de darte cuenta que has hecho una buena elección... es muy emocionante. Este reencuentro es demasiado gratificante”, agregó.

 

Maite Navarro y Eduardo Graña junto a Nala (Beagle) y La Mancha (negrita).

Vanessa Luna fue una de las primeras personas que se animó a adoptar a uno de los perritos. Lo llamó Tinto.

“Al principio yo estaba súper reacia. Me preocupaba dejarlo solo muchas horas encerrado en un departamento, pensaba en si me iba de viaje, con quién lo dejaba. Luego descubres que siempre hay formas. Ahora estoy muy feliz con él, se porta muy bien. Y si tuviera que tener otro perro, seria adoptado, es increíble ver como se van desarrollando”, comentó Vanessa.

Otro de los perritos que tuvieron la suerte de encontrar una linda familia fue Cusco. De un momento al otro se llevó no solo papá y mamá, sino también a Luis Nicolás, Lucas, Alec y Olivia, cuatro hermanitos humanos que lo adoran.

“Hacía tiempo que queríamos un perro para los chicos”, comentó Luis de la Cuba. “Un día veo el aviso en Facebook  y sin consultar con Sarah (su esposa), me aparecí con el perrito en la casa”.

“Quedé sorprendida”, agregó Sarah, “y fue una locura adaptarnos porque somos muchos en un departamento, pero ya nos acostumbramos. Los chicos están felices y Cusco es muy obediente”.

Entre las otras personas o familias que adoptaron al resto de cachorros están Rina Dibós, quien adoptó a Maui; Vanessa Yonamini, quien se llevó a Ushi; Susana Chávez, quien está cuidando de Pony mientras su adoptante regresa de viaje; y Natalia del Barco y Giovanni Angossi, quienes adoptaron a Ryu, que significa dragón en japonés.

“Esto es una verdadera recompensa”, comentó Eduardo luego de tomarse la foto grupal y ver en vivo el resultado de semejante esfuerzo. “La idea era que no se mueran y míralos. Lo más alucinante es que el más débil es ahora el más grande de los hermanos., es sorprendente. Ha sido duro para nosotros soltarlos porque llega un punto en el que te encariñas, pero nos tranquiliza ver que están bien cuidados”, agregó. 

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