Thomas Edison fue el gran inventor del siglo XIX. Sus creaciones cambiaron el mundo para siempre. El cinematógrafo, una de sus obras, llegó a Lima en 1897 (Foto: Getty)
Thomas Edison fue el gran inventor del siglo XIX. Sus creaciones cambiaron el mundo para siempre. El cinematógrafo, una de sus obras, llegó a Lima en 1897 (Foto: Getty)
Redacción EC

Los señores A. Jobler y Jorge Missolz exhibieron en la noche del sábado en el Jardín Estrasburgo, el ingenioso aparato perfeccionado por Lumiére, llamado Cinematógrafo, el cual, como el Vitascopio, funciona por medio de la electricidad.

Numerosas personas asistieron al ensayo, entre las que se encontraban el alcalde de Lima, el intendente de Policía y el inspector de espectáculos.

El citado aparato proyectó sobre un gran lienzo veinte cuadros tan variados como interesantes, que produjeron en el ánimo de los espectadores la más grata impresión.

Entre aquellos cuadros se admiró el que representa un tren que avanza rápidamente hasta llegar a la estación, en donde es de ver el animado movimiento de la gente, bajando unos viajeros y subiendo otros, con tal exactitud de detalles, como si estuviera el espectador en la misma estación.

Es de ver asimismo un regimiento de dragones alemanes que a galope viene desde lejana distancia, que apenas se distingue y el cual dando una vuelta por la derecha, se presenta en primer término.

Otro cuadro interesante es el momento de salida de los numerosos empleados y obreros de ambos sexos de los talleres del Cinematógrafo, entre los que salen varios individuos en bicicleta, quienes muy luego dejan atrás a sus compañeros.

Un cuadro chistoso y que hizo reír bastante a la concurrencia, es el de un jardinero que se encuentra regando. De repente la manguera no arroja más agua. Sorprendido busca la causa; pero al voltear la cara advierte que un muchacho acaba de cerrar la llave de la cañería, quien al ser divisado echa a correr; el jardinero arroja la manguera y va tras el pilluelo, a quien trae de las orejas, no sin que el chico se resista, y tomando entonces la manguera le aplica un baño de ducha.

Enfoque:

En 1895, el 27 de mayo este Diario también daba cuenta de la llegada del kinescopio:

“Desde la noche del sábado se exhibe en el Estrasburgo esa maravilla del siglo 19, de Edison.

Indudablemente que el aparato que nos ocupa es sorprendente, y se reduce a una especie de panorama iluminado por un foco de luz eléctrica, en el cual se observa una fotografía ya de una escena de teatro, de una bailarina o un caballo galopando, etc. Pero lo notable consiste en que todo se ve al natural y las figuras tienen los mismos movimientos que los seres que representan, siendo la ilusión completa”.



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