Clorinda Matto de Turner
Clorinda Matto de Turner
Lidia Villavicencio R.

Dentro de breves horas se cumplirán cuarenta y cinco años de la muerte de Clorinda Matto de Turner. Nació esta ilustre escritora nacional el 11 de noviembre de 1854 en el Cusco, en el hogar formado por don Ramón Matto y doña Grimanesa Usandivaras. Cultivó con singular acierto la novela realista, en la que vertió personajes y aspectos de nuestra patria. Una de sus más famosas novelas es la que lleva por título Aves sin nido… a través de cuyas páginas da a conocer la vida de nuestros pueblos serranos, incidiendo en el drama social y mostrándonos la triste situación de nuestros indígenas. Cultivó también, con eficiencia, el periodismo, en el ejercicio del cual realizó patrióticas campañas.

Clorinda Matto de Turner cursó sus estudios escolares en el antiguo Colegio de Educandas del Cusco. Allí mostro ya sus innatas aficiones por la literatura que se vieron cortadas por su matrimonio a temprana edad, diecisiete años para ser más exactos con el ciudadano inglés John Turner, estableciéndose con su marido en el pueblo de Tinta. Pero como lo anota uno de sus biógrafos, su felicidad fue pronto cortada por la muerte y requirió toda su entereza para hacer frente a la defensa económica de su hogar. Solo hubo que doblegarse ante los inescrupulosos manejos de un “abogado mercader”. En aquellos parajes había perdido a los seres más amados —padres, marido e hijo— había perdido sus bienes y su espíritu salió fortalecido de aquella prueba. Con posterioridad a estos hechos se trasladó a Arequipa, donde vistas sus innegables condiciones literarias se le dio el cargo de Jefe de Redacción del periódico “La Bolsa”. En ese cargo puso de manifiesto sus altas virtudes de patriota y de periodista organizando la suscripción para organizar el batallón “Libres del Cuzco”, durante los agitados días de nuestro conflicto bélico con Chile. Su pluma, desde las columnas del periódico citado, sostuvo nuestro espíritu de sacrificio y nuestro ánimo patriótico en forma entusiasta frente a esa guerra que nos encontró faltos de preparación y en la que el heroísmo de nuestros soldados escribió páginas henchidas de valor y de gloria. Clorinda Matto de Turner en su patriotismo fue más allá de la simple prédica periodística, pues llegó a ofrecer su casa de Tinta, testigo de su corta felicidad, para que sirviera de hospital de sangre.

La escritora Clorinda Matto de Turner es considerada una de las precursoras de la novela hispanoamericana y del género indigenista. [Foto: Wikimedia Commons]
La escritora Clorinda Matto de Turner es considerada una de las precursoras de la novela hispanoamericana y del género indigenista. [Foto: Wikimedia Commons]

Terminada la guerra con Chile, Clorinda Matto de Turner se estableció en Lima; aquí se vinculó estrechamente con los círculos artísticos y literarios que reconociendo sus valiosos dotes de escritora y periodista la acogieron cordialmente en su seno. Colaboró en varias publicaciones y en 1889 tomó a su cargo la dirección de la revista El Perú Ilustrado. Interesantísimo semanario en el que se encuentra registrada buena parte de la producción de los escritores de la época. Por estos años comenzó a publicar sus novelas. La más difundida fue la titulada “Aves sin nido”, editada en 1889 y que, en base a su calidad literaria, mereció ser traducida al inglés años más tarde. Un crítico ha dicho de esta novela que el “título designa a un mozo que profesa afecto a una modesta doncella y sin embargo no puede hacerla su esposa, porque se le revela a tiempo que ambos son hijos de un cura”. Pero este conflicto sentimental, presentado para reclamar el matrimonio de los clérigos, es en verdad secundario. En “Aves sin nido” interesa la realidad socia de los pueblos serranos. Los notables de Killac —cura, gobernador, juez de paz y satélites– aparecen allí confabulados para explotar a los indios: se le interponen dos generosos vecinos, que salvan de la miseria a una familia indígena; en represalia es planeado un asalto a la casa de los redentores, en cuya defensa mueren sus protegidos y aquellos notables descargan la responsabilidad en un pobre indio, a quien un leguleyo priva de sus vaquitas pretendiendo liberarlo de la prisión”. Tal, en líneas generales, la trama de esta importante novela de Clorinda Matto de Turner, en la que, por primera vez, se llevaba a nuestra literatura el trascendental y cardinal problema del indio.

Terminada la guerra con Chile, Clorinda Matto de Turner se estableció en Lima; aquí se vinculó estrechamente con los círculos artísticos y literarios que reconociendo sus valiosos dotes de escritora y periodista la acogieron cordialmente en su seno. Colaboró en varias publicaciones y en 1889 tomó a su cargo la dirección de la revista El Perú Ilustrado.

La notable escritora cultivó también —aunque no con la gracia y la amenidad de don Ricardo Palma— el género tradicionista. Escribió Tradiciones Cuzqueñas, libro en el que condensó valiosos datos recogidos de los archivos conventuales, de los de la Audiencia y de los labios de las gentes de su tierra nativa, la capital arqueológica de América. Otras interesantes novelas se deben a su fecunda pluma; tales son la titulada Índole, que participa también del carácter costumbrista, la titulada Herencia, cuya acción se desarrolla en Lima, ciudad de la que hace una acertada pintura costumbrista. Aparte de las Tradiciones Cuzqueñas y Leyendas, editadas en dos volúmenes, escribió sobre el mismo tema las Leyendas y Recortes en la que recogió también abundantes aspectos costumbristas del Cusco.

Escribió también un drama histórico Ymac Sumac que tiene como telón de fondo la época de la conquista del Perú; en esta pieza teatral aflora también su afán de traer a primer plano al indio y sus problemas. Clorinda Matto de Turner fue ardiente partidaria del Mariscal Cáceres y de su política, la que defendió ardorosamente desde las columnas del periódico limeño Los Andes. A la caída del héroe de la Breña, el caudillo triunfante la desterró por sus actividades políticas. Con este motivo, viajó a Chile, Argentina y España, donde afianzó su prestigio como escritora y periodista. Así, en Buenos Aires, fundó un semanario que alcanzó gran difusión en América, El Búcaro Americano. Fruto de estos viajes fueron sus libros sobre la materia titulados Viajes de recreo; Boreales, miniaturas y porcelanas, y otros relatos. El gobierno argentino en base a sus grades méritos la envió a España, donde dictó varias conferencias en el Ateneo de Madrid; recorrió después Francia, Suiza, Inglaterra e Italia, poniendo muy en alto el nombre de nuestra patria en el viejo continente. No podemos dejar de mencionar su importante aporte al género biográfico con sus Bocetos al lápiz de americano célebres, donde se encuentran sustanciosas biografías de muchos peruanos y peruanistas ilustres.

Ausente de la patria, en Buenos Aires, encontró la muerta la ilustre escritora peruana, el 25 de octubre de 1909. Dejaba tras de si una copiosa producción la gran novelista que fue Clorinda Matto de Turner, a quien alguna vez le hicieron la siguiente pregunta, venenosa y mordaz:

¿En qué se parecen las llamas a las mujeres peruanas?, aludiendo tal vez a cierta burda y maliciosa comparación.

Clorinda Matto, puesto los soñadores ojos en la tierra inalcanzada y lejana contestó sin inmutarse: “Se parecen en la esbeltez”.



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