Luis García Panta / José Rosales Vargas / Ricardo León Almenara
Los médicos corrían de un lado a otro, al igual que las enfermeras. Las habitaciones estaban repletas y había que atender a los heridos en los pasillos y en cualquier espacio libre. Ese era el panorama en los tres hospitales y el policlínico Matías Manzanilla de Ica, luego de la serie de sismos de diversa intensidad que castigaron a ese departamento, así como al resto del país. La onda sísmica se sintió incluso en Bolivia y Ecuador. Al cierre de esta edición, se habían contado 39 muertos solo en la capital de la región iqueña, en tanto que en el hospital de Essalud Chincha se reportaron 28 personas fallecidas.
Máximo Ecos Lima, director del hospital Regional de Ica, pidió el envío urgente de carpas para colocar a los heridos, así como apoyo de médicos y dotación de medicinas. Asimismo, Robert Munive, de Essalud, pidió el apoyo de helicópteros para trasladar a Lima a por lo menos cuarenta heridos graves que necesitan atención especializada.
Caminar por las calles de la ciudad de Ica es doloroso. Anoche, en medio de la oscuridad, la gente buscaba la forma de protegerse de los 11 grados centígrados que marcaban los termómetros y a la vez alejarse de las estructuras dañadas, pues las réplicas continuaban hasta el cierre de esta edición.
Algunas familias se unieron para encender fogatas con cualquier tipo de madera que encontrasen. Muchos se sorprendían porque algunas paredes de material noble se vinieron abajo. Además, se pueden ver vehículos aplastados y postes caídos en diversas calles.
Si bien no había una cifra oficial, las autoridades de Defensa Civil estimaron que el 30% de las casas se había desplomado o estaba inhabitable.
Uno de los edificios más queridos por los iqueños, la iglesia del Señor de Luren, mostraba los graves daños que la naturaleza es capaz de causar. La torre principal y las dos laterales se desplomaron, incluso se afectaron otras estructuras del templo. Algunos de los arcos que dan acceso al inmueble también se vinieron abajo.
Después del primer movimiento sísmico, el transporte interprovincial hacia Lima y otras ciudades del norte del país fue suspendido. La policía se encargó de detener aquellas unidades que iban en camino hacia el norte.
Información recogida en Ica da cuenta de que el puente Huamaní, en la Panamericana Sur, estaba en mal estado, por lo que la ayuda que era enviada de Lima podría quedarse en el camino. Frente a esta circunstancia, se decidió que las donaciones serían enviadas desde la ciudad de Arequipa, donde hay almacenes de Defensa Civil.
La comunicación telefónica con la ciudad de Chincha era casi imposible. Nuestro colaborador dio cuenta de gran cantidad de viviendas caídas y que en el Hospital de Essalud se habían contado 28 muertos.
En la caleta de San Andrés, los pobladores informaron que el mar llegó hasta la Plaza de Armas, por lo que casi toda la población abandonó sus viviendas. En Pisco, en tanto, todos huyeron hasta el sector conocido como La Antena. No se conoció el reporte de los pescadores que habían salido a cumplir sus labores de pesca.
En Cañete
Nuestros primeros enviados especiales llegaron hasta Cañete a las 9:00 p.m. y lo que encontraron fueron cientos de personas fuera de sus casas preparándose para dormir en calles y parques. La energía eléctrica se había cortado, pero felizmente el hospital Rezzola contaba con un grupo electrógeno que le permitía atender a los 28 heridos que se habían reportado hasta esa hora de la noche.
Lamentablemente, la niña Karen Ordóñez (8) y José Navarro Sánchez (56) murieron al ser aplastados por las paredes de sus casas. Horas después se conocería la muerte de dos personas más.
En la localidad de Cerro Azul, las familias fueron trasladadas hacia las zonas altas, ante el temor de un maretazo.
Para llegar a las localidades afectadas, nuestros enviados tuvieron que superar dos bloqueos de carretera, a la altura del kilómetro 81 de la Panamericana Sur y a la altura del kilómetro 64 de la antigua Panamericana Sur.
Mientras tanto, en la localidad de Marcona, las autoridades también se organizaron para trasladar a la población hacia la Villa Naval, con el fin de protegerla de un posible maretazo. En esta localidad no hubo muertos ni heridos, aunque el pánico mantenía a la población en vilo.
Hasta el cierre de esta edición, la comunicación con Nasca era imposible. Además, se conoció que dos puentes más de Ica se habían caído por lo que decenas de ómnibus quedaron inmovilizados en la Panamericana Sur.
Los ayacuchanos durmieron en la calle
En el distrito de Cora Cora, al sur de Ayacucho y cercano a Ica, se habría desplomado gran cantidad de viviendas. Sin embargo, ante el corte de la energía eléctrica y de la comunicación telefónica, Defensa Civil no pudo comunicarse con esa población hasta el cierre de esta edición.
Los pobladores de la periferia de la capital ayacuchana optaron por pernoctar en los descampados ante el temor de nuevas réplicas. Defensa Civil evaluará hoy, a partir de las 5 a.m., los daños sufridos.
Aprovechando el pánico que se desató en Ica, la zona más afectada del sur del país, algunos presos del penal Tambo de Mora habrían aprovechado para huir de ese centro penitenciario.
La Séptima Región de la Policía Nacional, en Lima, envió refuerzos policiales a Ica para garantizar la tranquilidad y la seguridad en ese departamento.
La Carretera Central a partir del kilómetro 67 resultó bloqueada. Un alud de piedras ha formado una pared de 5 metros de altura que impide el paso de unos 300 tráilers, a la salida de Matucana. También se informó de bloqueos en la Vía Los Libertadores y entramos de la Panamericana Sur en el departamento de Ica, entre otros.
Emergencia en el sur del país
La zona sur del país fue la más afectada por el terremoto y los innumerables sismos que se produjeron anoche. La población de las ciudades de Ica, Cañete y Chincha llevó la peor parte. No se tiene el reporte oficial de las viviendas afectadas por los fuertes movimientos.
Huaraz y Trujillo
Por efectos del sismo la gente sale a las calles. No se registran daños.
Chimbote
Servicios eléctricos colapsados.
Cañete
Derrumbe de viviendas
Chincha
Derrumbe de viviendas. Corte de fluido eléctrico.
Ica
Derrumbe de viviendas. Colapsan los hospitales por la gran cantidad de heridos. Se produjeron robos y saqueos. Interrupción de fluido eléctrico. Derrumbe de la iglesia del Señor de Luren.
Primer sismo: 6:40 p.m. 7,5 según la escala de Richter
Segundo sismo: 7:02 p.m.
Tercer sismo: 7:19 p.m.
Cuarto sismo: 8:02 p.m.
140 réplicas registró el Instituto Geofísico del Perú entre el primer sismo, a las 6:40 p.m. y el cierre de esta edición. Los servicios de emergencia (bomberos, policía y salud) reaccionaron con rapidez para atender personas afectadas, dar seguridad y limpiar vías
Y el caos nos recordó lo frágil de la capital
Alberto Villar Campos / Fabiola Torres / Elizabeth Salazar
Pánico. A las 6:40 p.m., la capital entera se redujo a esa sola palabra. Durante dos minutos el movimiento telúrico borró de nuestras mentes los ligeros temblores a los que la naturaleza nos tuvo acostumbrados.
El desconcierto de los millones de capitalinos se hizo sentir desde el comienzo del siniestro: rostros pálidos y llorosos de gente aglomerada en las calles, mientras el resto dejaba sus casas y centros de trabajo en medio de la desesperación; vehículos deteniéndose de forma intempestiva, ocasionando un caos todavía mayor en una hora punta que pasará a la historia como una de las más pavorosas vividas en los últimos años.
El Instituto Geofísico del Perú localizó el epicentro del terremoto en el mar, 60 kilómetros al oeste de Pisco y con una profundidad de 33 kilómetros. En la capital, las réplicas sacudieron innumerablemente la calma de los limeños.
Miedo en el Callao
La alerta de Tsunami, que generó el nerviosismo en los pobladores de las zonas costeras de la capital, fue cancelada a eso de las 10 p.m. por la Dirección Nacional de Hidrografía de la Marina de Guerra del Perú.
No obstante, horas antes, los pobladores de la Provincia Constitucional del Callao habían expresado su temor ante la inminencia de un desastre marítimo, sentimiento que se mantuvo a lo largo de la noche e incluso tras la información de la entidad castrense.
Tras el hecho, cientos de personas sacaron sus enseres y se agolparon en las calles con la intención de pasar la noche allí.
La caída de una pared causó el terror de los vecinos de la cuadra tres de la avenida Buenos Aires. El hecho, ocurrido en un taller que por las noches funcionaba como cochera, afectó a los vecinos. Sin embargo, no se reportaron daños personales.
De igual modo, pobladores de La Punta caminaron hacia el parque Yahuar Huaca, donde el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) había instalado carpas para resguardar a la comuna.
Según pudo apreciarse, las principales calles y avenidas del distrito sufrieron daños materiales, caídas de paredes y de postes de fluido eléctrico, entre otros.
El presidente regional del Callao, Álex Kouri, lamentó que los sistemas de comunicación en el centro de operaciones de emergencia de la región fallaran, lo que motivó una respuesta tardía y una mayor zozobra en la provincia.
Pasada la medianoche un oleaje irregular en La Punta inundó la calle Bolognesi desde la primera cuadra hasta la novena.
Daños en Barrios Altos
En Barrios Altos, donde abundan las casonas de adobe y quincha, once inmuebles, entre locales y viviendas, resultaron levemente afectados al desprenderse el tarrajeo de las paredes o romperse el alero de los techos, pero sin víctimas que lamentar.
En el Rímac se registró un incendio de proporciones en el tercer piso de un departamento ubicado en la calle Bocanegra 194, luego de que sus ocupantes salieran despavoridos y dejaran encendida una cocina a kerosene. Cuatro familias perdieron todos sus enseres.
En el cruce de las avenidas Nicolás Ayllón y México se desató un aniego que dificultó por varias horas el pase de los vehículos.
Tanto en el Rímac como en La Victoria, el corte de fluido eléctrico que se produjo en algunas calles obligó a la gente a salir de sus viviendas, lo cual fue aprovechado por los delincuentes, que hicieron de las suyas aun cuando desde los primeros instantes se coordinó el despliegue policial.
En tanto, en las avenidas principales el tránsito vehicular se tornó caótico, pues la mayoría de personas buscaba retornar a sus hogares, para lo cual no dudaron en abarrotar buses de transporte público y hasta camiones.
Muchas personas, por este motivo, se quejaron por las altas sumas de dinero que los conductores de vehículos cobraron por llevarlas hacia sus hogares. Ni siquiera el aeropuerto se salvó del sobresalto. Muchos vuelos nocturnos tanto nacionales como internacionales fueron cancelados.
También se denunció el incremento desmesurado de los pasajes terrestres interprovinciales.
Cortes de luz y teléfono
A la intensa angustia ocasionada por los sismos en la capital se sumó, a su vez, la causada por la falta de fluido eléctrico.
Hans Berger, vocero de Luz del Sur, informó que el apagón fue total en Villa El Salvador, Huachipa y algunos balnearios del sur. Lo mismo se vivió en la provincia de Cañete. El corte del suministro fue parcial en distritos como Chorrillos, Ate-Vitarte, Lurín, Santa Anita, San Luis y La Molina.
Por su parte, la empresa Edelnor refirió que en Los Olivos también se produjo un apagón, al igual que en otros distritos de su jurisdicción, como Pueblo Libre.
Representantes de ambas compañías eléctricas indicaron que, una vez ocurridos los movimientos, varias cuadrillas de trabajadores se movilizaron a los diversos distritos para conseguir la reposición del servicio.
Problemas de comunicación
Asimismo, los limeños sufrieron por las averías en el sistema de comunicaciones. Desde los primeros instantes del terremoto, las líneas telefónicas, tanto fijas como de equipos celulares, colapsaron, lo que causó desesperación entre la población que, en medio del silencio y la sorpresa, intentó comunicarse con sus seres queridos.
Carlos Oviedo, gerente de Comunicaciones de Telefónica del Perú, indicó que el problema se debió a que la demanda del servicio superó la capacidad de la red que tienen en el país.
“Hay más de un millón de teléfonos móviles; si estos intentan llamar al mismo tiempo, las llamadas se anulan unas a otras”, dijo. Afirmó, no obstante, que, en un futuro cercano esperan implementar redes especiales de telefonía para atender la demanda de las instituciones ante este tipo de desastres. Al cierre de la presente edición, la compañía informó que trabajaba intensamente en el restablecimiento de las redes telefónicas.
110 emergencias se registraron en Lima
El comandante general del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú, Carlos Córdova, indicó que, a raíz de los terremotos, se produjeron 110 emergencias en la capital, 68 de las cuales fueron médicas (producto, sobre todo, de crisis nerviosas), 24 rescates (personas que quedaron atrapadas en los ascensores de edificios), 16 incendios, un accidente vehicular, entre otras.
“Tenemos un plan de contingencia: todas nuestras unidades se encuentran en alerta roja”, dijo Córdova, tras señalar que todos sus efectivos fueron convocados para las acciones correspondientes y que, pese a las averías registradas en los sistemas de comunicación, tanto sus radios como la central de emergencia se mantuvieron activas en todo momento.
Asimismo, el jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil, general Luis Palomino, informó que una vez que se despeje el kilómetro 62 de la Panamericana Sur, bloqueada en ambos sentidos por un deslizamiento causado por el fuerte movimiento telúrico que tuvo por epicentro el mar frente a Pisco, se enviará un equipo especial de apoyo al comité regional y distrital de Defensa Civil de Pisco. Se informó, además, que varios centenares de carpas, camas, frazadas, kits de limpieza y menaje de casa han sido dispuestos para salvaguardar a los damnificados.
Zonas afectadas por el terremoto (En Lima Metropolitana)
Costa Verde
Se cerró la circulación de vehículos por la alerta de tsunami. La vía quedó cubierta por las rocas que se desprendieron del acantilado.
Rímac y Cercado de Lima
Algunas viviendas sufrieron el desprendimiento superficial y rajaduras de las paredes.
Km. 36 de la Carretera Central
En la zona de Ricardo Palma (Chosica) el desprendimiento de rocas obstaculizó el tránsito.
Corte de fluido eléctrico
Villa El Salvador, Chorrilos, Ate, Santa Anita, Lurín, Pachacámac y Villa María del Triunfo sufrieron problemas en el suministro de energía eléctrica.