Si bien la Feria del Hogar fue la madre de todas las ferias peruanas, la Agropecuaria de La Molina concitó el interés de las familias debido a su variada oferta de productos agrícolas. En aquella ocasión participaron por primera vez las organizaciones campesinas surgidas de la Ley de Reforma Agraria, instaurada un año antes por el gobierno de Juan Velasco. Además se realizaron en simultáneo la IV Feria Nacional de Productos Agropecuarios y la XIX Exposición Nacional de Ganadería. El campo ferial, ubicado en los terrenos de la Universidad Nacional Agraria, albergó a agricultores y ganaderos de costa, sierra y selva que ofrecieron al público sus productos a precios muy bajos.
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Días previos a su inauguración, un 24 de octubre de 1970, los camiones no cesaban de llegar al campo ferial. Desde Ica se trajeron 5.400 kilos de pallares, 3.500 kilos de frijol, 3.000 litros de pisco y 800 litros de vino. Los agricultores de Huancayo estaban listos para vender 4.500 kilos de manjar blanco, 3.000 kilos de ollucos y 2.000 frascos de miel de abeja. Representando a la selva central estaba el café molido, paltas y cítricos. Los agricultores tacneños llevaron aceite de oliva, ciruelas, higos verdes y secos. La entrada a la feria costaba 10 soles para adultos y 5 soles para niños. Una flota de ómnibus movilizó al público entre las 7:30 a.m. y 9:20 p.m. durante las dos semanas que duró la feria.
Concurso de canarios y otras especies
La exposición ganadera organizó concursos de vacunos, ovinos, auquénidos, canino e hípico. Gran expectativa causó la exposición de canarios, que en su segunda versión, reunió a más de 300 ejemplares selectos por grupos de color, canto y fantasía jamás reunidos en una exposición en el Perú. Además se realizó una exhibición de caballos de paso y campeonato de pelea de gallos.
En el ámbito comercial, un gran número de empresas nacionales y extranjeras exhibieron lo mejor de su maquinaria para la agricultura y la ganadería. Todos estos eventos fueron amenizados por las presentación de cantantes y danzas folclóricas. El pabellón de Australia destacó por sus modernos equipos como aspersores para irrigación. Además presentaron tónicos para caballos, aditivos para la dieta animal, entre otros productos.
Ese fin de semana, que coincidió con una campaña de vacunación contra la poliomielitis, sarampión y tos convulsiva, se instalaron módulos para que las familias puedan vacunar gratis a sus hijos menores de 6 años.
Una feria sin comida no es feria y en esta el plato bandera fue el cordero al palo, preparado por expertos ante la mirada del público. El objetivo era fomentar el consumo de este tipo de carne procedente de la zona central del país.
Aquel fin de semana unas 50 mil personas visitaron la feria y la exposición. La carne de pollo, cerdo y vaca se agotó. Por ello se informó que se abastecerían los puestos de venta con mil kilos diarios de estos productos hasta el final del evento. También se dieron cita artesanos de Cajamarca y Piura cuyos sombreros tejidos en paja tuvieron gran demanda.
Las familias encontraron en la feria un espacio para comprar y divertirse al aire libre; mientras que los profesores llevaron a sus alumnos para mostrarles de cerca los animales en exhibición como vacas y llamas.
La universidad y su feria
Unos 25 años después la Universidad Agraria La Molina organizó su primera feria agropecuaria un 8 de octubre de 1995. Atrás quedaron los puestos de venta de frutas y verduras. En este evento las invitadas de honor fueron las vacas de 500 kilos. Las escarapelas de colores indicaban cuáles eran las ganadoras. Los primeros premios fueron para Silvana, de raza Brown Swiss y Gyus, la clásica vaquita de manchas negras de raza Holstein.
La feria convertida en espectáculo
En 1996 a la ya tradicional Feria del Hogar le salió competencia: la Super Feria de La Molina que trajo a Thalía, Enrique Iglesias, el General, Armando Manzanero y Tania Libertad. Entre los artistas nacionales figuraban Jean Paul Strauss, Patricio y Pedro Suárez Vértiz y Micky González. La feria se realizó del 25 al 29 de julio en el campo ferial de la Universidad Nacional Agraria.
El balance del evento fue negativo. Los organizadores no se preocuparon por brindar comodidad a quienes asistieron durante los cinco días de feria. Sólo hubo una puerta de ingreso y cuatro baños portátiles. No ubicaron tachos para arrojar desperdicios ni letreros con información necesaria. Los miembros de 911 cometieron excesos con el público y, a veces, con los periodistas.
El sonido era pésimo y se le dio preferencia a grupos extranjeros de menor trayectoria, como Mercurio, que utilizaban playback . A los artistas nacionales se les cambiaba el orden de aparición. Los vecinos de las zonas aledañas fueron los más afectados por el flujo de personas y la basura que se acumulaba.
El mega evento ferial
Para el 20 de setiembre de ese año, a menos de dos meses de la primera feria, La Molina volvió a ser sede de un mega evento esta vez organizado por la Universidad Nacional Agraria y América Televisión. Fueron 10 días de campo y música reviviendo así la vieja tradición iniciada en los años 70. Solo que en esta oportunidad los conciertos eran el centro de atención.
El cantante mexicano Juan Gabriel llegó a la feria para celebrar sus 25 años de trayectoria. Se sumaban a la oferta musical Gilberto Santa Rosa, Willie Colón, los Enanitos Verdes, Proyecto Pacha (ex Kjarkas), Aníbal López y La Unica, Pepe Vásquez, Miki González, Christian Meier y Pedro Suárez Vértiz.
Por su parte, la universidad Agraria organizó concursos de ganado; ordeño manual y mecánico de ganado lechero; carreras de cochinitos en un ‘chanchódromo’ especialmente construido para el gran prix; crianza de conejos y, además, peluquería animal, con una demostración de ‘coiffure’ a cuatro patas hecha por expertos en la materia.
La alegría que supone asistir a una feria no era compartida por los vecinos de las zonas aledañas a la universidad. En 1996 habían soportado el caos vehicular y humano que estos mega eventos traen consigo en los meses de julio y setiembre.
La municipalidad del distrito organizó una sesión extraordinaria en la que se aprobó una moción que expresa la necesidad de elaborar un reglamento de ferias y conciertos. Pero los vecinos afectados consideraron que las acciones tomadas por la autoridades ediles eran solo una formalidad. Además manifestaron su apoyo a la tradicional feria agropecuaria.