/ NoticiasInformación basada en hechos y verificada de primera mano por el reportero, o reportada y verificada por fuentes expertas.
| Informativo
Alerta aeropuerto: cuando el estadio Lolo Fernández se convirtió en pista de aterrizaje en 1974
Durante un vuelo de rutina, el motor de una avioneta se apagó ocasionando pánico entre los vecinos del estadio crema. Esta no fue la primera vez que una avioneta encendía las alarmas de los bomberos en Lima.
Un 8 de enero de 1974 el estadio Lolo Fernández hizo noticia por ser escenario del aterrizaje de emergencia de una avioneta. El hecho mantuvo en vilo a los vecinos de Breña.
Durante un vuelo de rutina, el motor de la avioneta modelo “Pipper Cherokee” se apagó cuando la nave sobrevolaba el popular distrito. A medida que la nave perdía altura, el piloto comenzó a sortear edificios y antenas. Gracias a su pericia pudo llegar hasta el campo del estadio Lolo Fernández donde realizó un aterrizaje de emergencia, sobre la pista de estacionamiento de autos.
El aterrizaje fue violento. El ala izquierda de la nave chocó con un poste telefónico, luego aterrizó de panza, se arrastró varios metros en trompo, las dos llantas delanteras volaron hacia la cancha de básquet y finalmente la avioneta se detuvo.
Del interior de la nave, auxiliados por varias personas, pero prácticamente ilesos, salieron el piloto Luis Clarkson Zoeger y sus acompañante Carlos Díaz Lassus y Eduardo Bernaola Aramayo. Uno de ellos, emocionado, exclamó “fue un aterrizaje maravilloso; hemos vuelto a nacer”.
Mientras la angustia previa al aterrizaje tenía tensos a los tripulantes de la avioneta, también entre los vecinos de la zona y peatones, hubo casos de pánico, ya que parecía que la nave estaba a punto de caer sobre los edificios. Muchos corrían de un lado para otro gritando “cuidado, cuidado, se cae un avión”.
El piloto y sus acompañantes, en un auto patrullero, fueron llevados al hospital Loayza, donde quedaron en observación. Un médico dijo que no habían sufrido mayores lesiones.
Un caso similar se produjo el 10 de febrero de 1952 cuando una avioneta sin control produjo alarma en el aeropuerto de Limatambo.
Preparada para elevarse, salió de la pista y pudo haberse estrellado contra el balcón del aeropuerto. Gracias a la valerosa actitud de un despachador se evitó una tragedia. La avioneta quedó semidestruida.
Minutos antes de que la avioneta de la Compañía Arseniatadora de Cañete despegara, el piloto Guillermo Palacios Seminario bajó de la misma para llenar los requisitos que las disposiciones de tránsito aéreo exigen.
El piloto al bajar dejó el motor al mínimo, pero debido a la vibración del mismo, la avioneta se fue desprendiendo de su calza hasta quedar fuera de esta. Al encontrarse libre comenzó a girar en círculos delante del balcón del aeropuerto de Limatambo amenazando con estrellarse.
En ese momento el despachador de turno Rubén Camargo, consciente del peligro que ello representaba se prendió de una de las alas, logrando desviar la dirección que la avioneta había tomado. Lamentablemente, cuando ya había logrado su propósito, la avioneta aumentó su velocidad arrojándolo al suelo. Felizmente no sufrió heridas de consideración.
Finalmente, la avioneta fue a dar a los jardines donde al chocar con un barandal terminó de nariz sobre el césped. La nave quedó con la punta del ala derecha completamente destrozada; en el ala izquierda sufrió daños de consideración.
VIDEO RECOMENDADO
Nuestro Archivo Histórico presenta su tienda virtual