Cuando Lima vio a dos paracaidistas peruanos batir el récord latinoamericano en 1970
Dos audaces peruanos del club “Ángeles Negros” quebraron el récord latinoamericano de salto en paracaídas, lanzándose desde un avión bimotor Skymaster a 8 mil metros de altura, el primer día de marzo de 1970.
Luego de tres horas de minuciosos preparativos, Joe Paulex y Raúl Cabrera se arrojaron con éxito desde una altura de 24.800 pies, rebasando el anterior récord de 23.100 pies. Para lograr esta proeza, estos “ángeles” temerarios utilizaron los servicios de un avión bimotor especial Skymaster, perteneciente a una firma privada que apoyó la realización de la arriesgada prueba.
Desde las 11 de la mañana, centenares de personas concurrieron al aeródromo de Collique para espectar el lanzamiento de los paracaidistas peruanos, que se inició un poco después de las 3 de la tarde.
Aunque estaba programado que la prueba fuera ejecutada por cuatro miembros del club, solo dos pudieron concretarla.
Fred Hoogen y César Atala no pudieron saltar debido a que la nave no pudo realizar mayores evoluciones debido al exceso de peso y falta de oxígeno.
El capitán FAP Juan Gutiérrez, que piloteó el avión Skymaster, señaló que sus instrumentos en el momento del lanzamiento indicaban 24,800 pies de altura.
A los pocos minutos de haber batido el récord, Joe Paulex –quien tenía 196 saltos realizados- señaló que la prueba en la cual se logró batir el récord latinoamericano se produjo con una caída libre de tres minutos, antes de activar el paracaídas.
Por su parte, Raúl Cabrera dijo que de acuerdo al programa previamente pactado, la prueba debió ejecutarse a los 30 mil pies de altura, pero que la falta de oxígeno no les permitió alcanzar ese techo.
Salto en el Hipódromo de Monterrico
Una semana después, los Ángeles Negros “volaron” otra vez, en esta ocasión fue por una buena causa: la exhibición, organizada en el Hipódromo de Monterrico, fue íntegramente a beneficio de María Gracia Stoynic Dekovic, quien había perdido un brazo durante una demostración aérea en Pisco.
Distribuidos en dos grupos, realizaron un salto desde una altura de 3.500 pies, alrededor de 1.200 metros, ante la mirada de los miles de fanáticos de la hípica.
“Cayeron con pequeñas diferencias en el sector de llegada de la pista de carrera ante la tribuna principal del hipódromo”, dice la nota de El Comercio.
La nota dramática la puso el paracaidista Emilio Hernández –del primer grupo de los dos que saltaron ese día-, pues había programado un tiempo de caída libre de solo cinco segundos, pero esta se extendió largamente debido a un problema en el paracaídas.
Fue el primero en tocar tierra, pero lo hizo en el ángulo formado por las verjas delanteras de fierro que separan la explanada de las tribunas y la pista.
Hernández cayó casi a un metro de distancia de un sector donde la verja metálica termina en peligrosas puntas en forma de lanza, haciendo pensar por un momento en la posibilidad de un accidente fatal.
En diciembre de 1971 Raúl Cabrera volvería a hacer historia, batiendo el récord sudamericano, al saltar desde los 30 mil pies de altura.
ACLARACIONESEs importante aclarar que Joe Paulex, tal como lo indica la nota de la época, se llama en realidad Joseph Pauley, un amante del paracaidismo que nació en Estados Unidos, pero que radicó en el Perú muchos tiempo, y actualmente tiene 81 años.