En 1969, en el Parque de las Leyendas,  los “magos” eran artesanos locales y el camello lo prestó el zoológico de Barranco. (Foto: Archivo Histórico El Comercio)
Bajada de Reyes
Carlos Batalla

En 1962, durante la Pascua se realizó como otros años la “Caravana del Amor”, que organizaba el “Hogar de la Madre”. Esta actividad consistía en llevar por toda la ciudad a centenares de niños de condición humilde en sendos automóviles cuyos propietarios lo ofrecían espontáneamente, y luego los llevaban a almorzar.

La ruta de la famosa caravana partía a las 11 de la mañana del Parque Salazar de Miraflores. Se dirigía al malecón, por la Bajada de Armendáriz en Barranco, llegaba a la Playa de Cascadas, hasta el final de los Baños de Agua Dulce. Luego subía por el camino que sale por la Escuela Militar de Chorrillos y tomaba Grau, para regresar a Barranco.

Por Paseo de la República, la caravana se dirigía a las avenidas Benavides, Larco, Pardo y Del Ejército, para seguir por la avenida Salaverry, y también Javier Prado Oeste, hasta las avenidas Arenales y Arequipa. Allí los conductores llevaban a los niños a lugares como “El Tip Top”, donde les daban refrescos y helados.

Al ser un día feriado por esos años, había en Lima una avalancha de gente en las playas de la Costa Verde, especialmente en Agua Dulce (Chorrillos); aunque ya para entonces, muchos también iban a balnearios más alejados como Ancón, San Bartolo, Pucusana, Punta Negra y Punta Hermosa, entre otros.

Había “repartos de aguinaldos” en instituciones públicas y privadas, eventos donde se repartían refrescos y, por supuesto, regalos o “aguinaldos” que sobrepasaron a los niños invitados, pues cada uno solía llevarse hasta tres bolsas de juguetes.

Si bien la fiesta central era el 6 de enero, las celebraciones se prolongaban hasta fines de ese mes, en donde se nombraban a “padrinos”, que debían donar dinero para armar el próximo Nacimiento a fin de año.

En los años 50, incluso, hubo muchas familias que solo entregaban regalos el 6 de enero, en “Pascua de Reyes” y no en Navidad. La costumbre se fue perdiendo hacia inicios de los años 60.

Aviso publicado en 1929 (Foto: Archivo El Comercio)
Aviso publicado en 1929 (Foto: Archivo El Comercio)

Se acabó el feriado

En diciembre de 1965, el gobierno de Fernando Belaunde Terry terminó con el feriado por Bajada de Reyes, los 6 de enero de cada año. Desde enero de 1966 comenzó a ser un día laborable como cualquier otro.

Ese año de 1966, empresas como Philips auspiciaban a Reyes Magos que reemplazaron el oro, el incienso y la mirra, por obsequios utilitarios como ajuares, cunas de infantes y artefactos eléctricos (para la madre). Un lugar clásico entonces para la visita de los “Reyes Magos” era la Maternidad de Lima.

A fines de esa década, se mantenían aún como costumbre degustar una “rosca de reyes” que viene en su interior con una “sorpresa”.

El 6 de enero de 1969, se publicó en “El Comercio” un breve aviso del Parque de las Leyendas que decía: “Visite las zonas Costa, Sierra y Selva del Parque. Vea los animales vivos de nuestras Fauna. Museo de aves disecadas, juegos infantiles, escenificación de cuentos y asista a la bajada de Reyes, los que vendrán en camellos a la Adoración del Niño”.

Así se promocionaba un curioso evento, cuya iniciativa provino de don Felipe Benavides Barrera, presidente del Patronato de Parques Nacionales y Zonales. Se trataba de un “cuadro vivo”, a los que fueron invitados centenares de niños del Puericultorio Pérez Araníbar, quienes fueron llevados en microbuses.

En esa ocasión, los reyes Melchor, Gaspar y Baltazar contaron con un camello prestado por el zoológico de Barranco. El Niño fue representado por un bebé de apenas días de nacido. La representación de los “Reyes” estaba a cargo de tres artesanos que tenían sus talleres en las inmediaciones del Parque de las Leyendas.

Estos se presentaron con atuendos típicamente peruanos. En la “Adoración” del Niño, los niños del puericultorio, muy emocionados, se postraron guardando un espontáneo silencio.

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