Horas después que los restos de tres comandantes del Monitor Huáscar fueran enterrados en la Cripta de los Héroes del cementerio Presbítero Maestro, una noticia sorprendió al último sobreviviente del Combate de Angamos. El 5 de octubre de 1960, el Senado peruano y la Cámara de Diputados aprobaron ascender al cargo de Contralmirante al entonces Alférez de Fragata en retiro, Manuel Elías Bonnemaison. La resolución legislativa fue aprobada por unanimidad. El héroe de guerra exhibió por primera vez sus nuevas insignias en las celebraciones por el aniversario del combate naval en ese año.
Aprobación unánime
La noche de ese 5 de octubre, la Cámara de Senadores y Diputados decidió que el ilustre personaje ascendiera automáticamente al grado de Contralmirante de la Marina de Guerra del Perú. La aprobación fue unánime: 111 votos a favor y ninguno en contra. En el momento que se leyó el texto de la resolución, todos los representantes del parlamento aplaudieron la medida como un merecido homenaje para el último sobreviviente del histórico combate.
Esa noche, uno de los cronistas de El Comercio fue hasta el Centro Médico Naval donde se encontraba el aún Alférez. Sin embargo, sus doctores decidieron que no concedería ninguna entrevista debido a su delicado estado de salud. Los médicos también explicaron que Bonnemaison estaba muy emocionado por la noticia y que le habían aplicado un calmante ya que no querían que las fuertes emociones le perjudicaran.
Declaraciones para El Comercio
Al día siguiente, el 6 de octubre, el veterano marino estuvo listo para dar sus primeras impresiones. Luego de desayunar y vestirse elegantemente para la ocasión, se dirigió a una sala del cuarto piso del hospital naval donde lo esperaba un reportero de este diario. Allí declaró emocionado cómo recibió la noticia. “Sorpresivamente, en mi cama. El médico de guardia me despertó para comunicarme la nueva. Mi impresión fue tan honda que no pude conciliar otra vez el sueño por espacio de buen rato. Me desvelé a causa de la sorpresa, pues estaba muy lejos de imaginármela”, dijo Bonnemaison.
También explicó que la mañana del 5 había estado en el traslado de los restos de sus compañeros de combate a la Cripta de los Héroes. Y que el Ministro de Marina no le dijo ni una palabra del ascenso. Después indicó la impresión que sentiría al dejar su antiguo uniforme: “En realidad me causará profunda pena dejar el galoncito que he ostentando con tanto orgullo por espacio de ochenta años, desde la epopeya de Angamos hasta hoy. Pero siempre le recordaré con intenso cariño consolándome la idea de que lo guardaré celosamente como uno de mis más preciados dones, junto con mis condecoraciones”.
Elías Bonnemaison dijo que asistiría a las celebraciones del 8 de octubre ya que recibió una invitación especial del Ministerio de Marina. Asimismo, develó que no podría utilizar sus nuevas insignias ya que era improbable que en 24 horas tengan listo el nuevo uniforme. Aun así lamentaba tener que despedirse de su “modesto pero querido galoncito” que había conservado por tantos años.
Al final de la entrevista agradeció el reconocimiento a todo el pueblo peruano. “No puedo dejar pasar por alto en este momento de profunda gratitud, el reconocimiento que siempre he encontrado en la masa ciudadana, sin distinción de credos ni opiniones personales, la misma que me ha exteriorizado el respetuoso afecto con que me distingue llamándome desde hace mucho Almirante. Posiblemente en previsión del acto que hoy se realiza y por el que deseo expresar mi agradecimiento a las autoridades y miembros del Parlamento que se han servido prestante aprobación”, dijo muy emocionado Bonnemaison.
Presente en el homenaje a Miguel Grau
La mañana del sábado 8 de octubre de 1960, diversos eventos se realizaron en conmemoración del 81° aniversario del Combate de Angamos. En el mar del Callao, la Marina de Guerra hizo una demostración de los nuevos cruceros “Almirante Grau” y “Coronel Bolognesi”. Luego, el presidente Manuel Prado Ugarteche llegó a bordo de la embarcación de comando “Tritón”. Cinco minutos después, los destructores “Castilla”, “Aguirre” y “Rodriguez” rindieron honores al “caballero de los mares”.
En seguida, una escuadrilla de aviones de la Fuerza Aérea del Perú sobrevoló el cielo. Tras estas maniobras, el ya Contralmirante Manuel Elías Bonnemaison subió a la toldilla del crucero Grau luciendo sus nuevos galones otorgados por el Congreso de la República en mérito a su participación en la Guerra del Pacífico. Él fue acompañado por el mandatario peruano, el presidente del Senado, el presidente de la Cámara de Diputados, el presidente de la Corte Suprema y los ministros de Guerra, Aviación, Gobierno, Agricultura y Trabajo. Este fue el merecido homenaje que se le rindió al heroico defensor de la patria.