En el mismo instante que la Sociedad de Fundadores de la Independencia realizaba una sesión solemne por el 80 aniversario de la Batalla de Tarapacá, un renombrado científico llegó a Lima como parte de su visita por Sudamérica. El 27 de noviembre de 1959, el norteamericano Herald Richard Cox, creador de la primera vacuna oral contra la poliomielitis, llegó a la capital junto a un reconocido grupo de médicos estadounidenses. Durante su estadía, el bacteriólogo brindó varias conferencias en Salud Pública. La gira también sirvió para observar la eficacia de su descubrimiento.
Llegada al Perú
La mañana de ese 27 de noviembre, el doctor Herald Cox arribó a la capital limeña tras haber estado varios días en Brasil. Junto a él llegaron los médicos Herman Kleiman, epidemiólogo del departamento de Salud de Minnesota y J.A. Daunas, director asistente de Investigaciones Médicas de Cyanamid International. Tras descender del avión, el bacteriólogo dio algunos detalles de su descubrimiento: “Un millón doscientas mil personas, debidamente controladas, han sido sometidas a la vacuna oral contra la poliomielitis, sin haberse encontrado contraindicaciones, complicaciones u objeción alguna para dicho tipo de vacuna”.
Cox le explicó al cronista de El Comercio que su medicamento oral fue elaborado con el mismo virus modificado o atenuado. Y que esta solución se podía aplicar a personas infectadas con la enfermedad. Una gran diferencia con el inyectable de Salk. Asimismo dijo que tanto niños (de dos días de nacidos) como adultos (de 50 años) y mujeres embarazadas habían sido inoculados. Esto debido a que se realizaron fases de pruebas en 16 países de Europa, Asia y Norteamérica. También mostró eficacia en niños con tifoidea, paperas, sarampión y otras infecciones. Luego añadió que su hallazgo costó 8 millones de dólares y que recién sería comercializado a mediados del próximo año (1960).
Después de estas declaraciones, el doctor Daunas dijo que el médico peruano Cabieses se encontraba en Estados Unidos estudiando la vacuna y que posiblemente a su retorno se empezaría a aplicar el medicamento en nuestro país. Antes de retirarse, agregó que solo habían traído una pequeña muestra ya que “no queríamos tener problemas con la Aduana en caso de portar con nosotros una mayor cantidad”.
Conferencias por la ciudad
Al día siguiente, el 28 de noviembre, la delegación de científicos estadounidenses brindó una conferencia en el Hospital Militar como parte del Conversatorio Clínico “Felipe A. de la Torre”. Allí, Cox explicó la importancia de su descubrimiento: “Por trabajos de investigación que hemos realizado en diversos países sabemos que la vacuna oral es capaz de detener los brotes epidémicos de poliomielitis, lo que no sucede mediante el empleo de la vacuna Salk”. Luego, el doctor Kleiman expuso los métodos para la aplicación clínica de la nueva cura.
Horas después, los tres médicos ofrecieron otra entrevista en los salones del Hotel Bolívar en el Centro de Lima. Ante los medios, Herald Cox recordó que todo comenzó en 1946 y que el arduo trabajo de todos estos años había dado sus frutos. Además, hizo énfasis en que su laboratorio no era de tipo comercial, por lo que el precio de sus vacunas oscilaba entre 55 y 75 centavos de dólar. También explicó que su visita al Perú era para comprobar los resultados alcanzados en los testeos realizados en varios países de Sudamérica. Sin embargo, su medicamento oral sería aún probado en nuestro país en un “plazo más o menos corto”.
Al ser consultado por los beneficios de su descubrimiento, el reconocido médico explicó que solo bastaba con una dosis para lograr una inmunidad de 4 a 5 años. Otra ventaja era que la temperatura de nuestro país ayudaba a aumentar el número de anticuerpos necesarios para que dicha inmunidad sea duradera. Además, aconsejó una vacunación masiva para todos los peruanos después que un especialista estudiara la eficacia de su invento. Por último, indicó que ya había recibido peticiones por 50 millones de dosis por su vacuna y que la demanda sería satisfecha en pocos meses debido a la apertura de un nuevo laboratorio.
Charla final y despedida
Al mediodía del 30 de noviembre de 1959, el Ministerio de Salud Pública realizó una mesa redonda con los tres especialistas estadounidenses y un amplio grupo de profesionales peruanos. En la charla, el doctor Cox reveló el proceso de investigación realizado en el estado de Minnesota (EE.UU.). También explicó las propiedades y los buenos resultados obtenidos en su descubrimiento.
Cox enfatizó, durante el debate, que la vacuna oral combatía el virus de la parálisis infantil en las cavidades digestivas. Estos resultados fueron obtenidos en los millones de inoculaciones realizadas en las fases de prueba. Luego Kleiman explicó que se eligió a Minnesota como lugar de los experimentos debido a sus singulares condiciones de constitución social, caracterizado por el estrecho contacto entre los grupos familiares. “Mediante estrictos controles ejercidos por enfermeras, médicos particulares y laboratoristas, y con la colaboración de toda la colectividad del Estado, fue posible ejecutar íntegramente el plan de vacunación y observación que se tenía en mente”, dijo el epidemiólogo.
Además dijo que primero se suministró un tipo distinto de vacuna a cada uno de los tres grupos clasificados entre la población. Luego se inoculó una solución trivalente. Esta demostró ser la más práctica para los programas de vacunación a gran escala. También se comprobó que la vacuna surtía el mismo efecto si era suministrada antes, durante o después de las comidas. Por ello, Kleiman creía que “la vacuna oral era el arma más poderosa para combatir la poliomielitis”. Al día siguiente, el grupo de doctores se despidió del país y tomó un avión rumbo a Colombia.