El 13 de diciembre de 1966, en la Maternidad de Lima, nacieron tres niñas, dos de ellas siamesas, en un extraño episodio que llamó la atención de los peruanos, quienes siguieron con interés los intentos de los galenos por salvar la vida de las pequeñas.
En lo que constituyó el primer caso médico de este tipo en la Maternidad, Hipólita Bazán de Díaz alumbró tres mujercitas, dos de las cuales nacieron unidas por el tórax y el abdomen. Aunque en un principio tanto la madre como las pequeñas se mantuvieron en una condición estable, con el paso de las horas surgieron los primeros síntomas preocupantes en las siamesas.
El pronóstico sobre las dos bebes que tenían partes de sus cuerpos fusionados no era favorable. Por esta razón, los médicos de la institución solicitaron con carácter de urgencia la ayuda de cirujanos especialistas en este tipo de casos, con el fin de salvarles la vida.
La modesta madre, oriunda de Celendín, se encontraba viviendo en la casa de su hermana aquí en Lima desde hacía cinco meses. A pesar que el alumbramiento fue sin contratiempos, ella se mostró apesadumbrada desde un inicio por el estado de sus niñas.
Este era el quinto parto de la señora Bazán, quien tenía ya un niño de seis años de edad y otras tres mujercitas menores. Su esposo trabajaba en provincias y ya llevaba dos meses sin tener noticias de él, contó a los periodistas.
“El parto fue normal. Primero salió una nena que pesó 2 kilos y 600 gramos y vino de pie. Luego llegaron las siamesas, de cabeza, lo que dio más trabajo y tuve que pedir ayuda al médico de turno. Juntas pesaron 3 kilos y 900 gramos. De inmediato las llevamos a la Sala de Prematuros”, declaró la obstetra Carmen Rodríguez Vigo.
Por su parte, el doctor Mazude Gustin, para quien este caso era el primero en su carrera, denunció que ni siquiera podían tomarles una radiografía para saber cómo se les podía separar, porque el equipo de Rayos X llevaba cuatro meses malogrado.
A las 24 horas
Al día siguiente de su nacimiento, las siamesas empezaron a experimentar dificultades respiratorias, manifestaron los mismos médicos que se iban a encargar de la operación de separación. La tercera hermanita no presentó ninguna complicación.
Tanto el doctor Manuel Ytahashi de la Maternidad, como el doctor Reynaldo Apaza del Hospital del Niño, explicaron que para conocer el tipo de malformación se tomaron radiografías de las siamesas con un equipo portátil, que servirían de base para la intervención quirúrgica.
El capellán de la Maternidad dio agua de socorro a las trillizas, que recibieron por nombres María Lucía, María del Rosario (las siamesas) y María del Carmen. Por su parte, la madre de las trillizas declaró que no recibió ningún tratamiento antes de internarse en la Maternidad y que por eso nunca supo que iba a presentarse un parto múltiple.
El doctor Reynaldo Apaza, del departamento de cirugía del Hospital del Niño, anunció que las siamesas iban a ser trasladadas en cualquier momento a dicho nosocomio, en donde se haría la operación de separación. Aunque no se señaló fecha para la intervención.
El estado de las niñas se estaba supervisando de forma minuciosa, aunque Apaza aseguró que si se presentaba alguna situación crítica se procedería de inmediato a separarlas. Para los doctores del Hospital del Niño este era el segundo caso de este tipo. El año anterior se había producido un parto similar procedente de Ayacucho.
Tratamiento de emergencia
El tratamiento aplicado a las niñas consistía en suero por vía oral y mantenimiento en una incubadora a temperatura prescrita por el equipo de pediatras de la Maternidad.
Por su parte, la madre pidió que sus hijas fueran apadrinadas por el alcalde Lima Luis Bedoya Reyes y la señora Lucila Belaunde, hermana del primer mandatario y presidenta de la Junta Nacional de Asistencia.
El 15 de diciembre, después de 41 horas de vida, las siamesas no soportaron más su frágil situación y fallecieron debido a las malformaciones internas que presentaban, a pesar de las cuales lograron luchar cerca de dos días con un solo corazón y dos hígados fusionados.
La muerte de las niñas se produjo a las 10:15 de la noche, antes de poder realizar la operación de emergencia que se había proyectado para separarlas. De acuerdo con el diagnóstico patológico realizado por un grupo de médicos se estableció que María Luisa y María del Rosario no hubieran podido sobrevivir en la situación en que se encontraban.
Los órganos vitales de las siamesas decidieron conservarse en la Maternidad para seguir estudios científicos sobre este caso, que no es muy habitual que se presente en el mundo. Por ser prematura, se decidió que la hermana sobreviviente permaneciera monitoreada hasta encontrarse fuera de peligro.
Tienda Virtual: Les recordamos que tenemos ilustraciones, fotos y páginas históricas de El Comercio que podrán solicitar fácilmente a través de un simple formulario ubicado en nuestra Tienda Virtual, en la siguiente dirección: https://www.tiendaelcomercio.com/