El cometa de dos colas que sorprendió a los peruanos en 1901 e inspiró un poema
A principios del siglo XX, los limeños que transitaban por las calles de la capital divisaron un brillante astro en el firmamento que causó asombro y temor.
El 2 de mayo de 1901, a las siete de la noche, un buen número de personas que se encontraban en el Paseo Colón tuvieron la oportunidad de admirar un hermoso y brillante cometa que apareció en occidente, ocultándose después de varios minutos, según informó El Comercio bajo el título ‘Fenómeno astronómico’.
Algunas personas que vieron el cuerpo celeste manifestaron al decano que despedía una “radiación vivísima” y que dejaba un rastro de luz. Unas semanas antes había llegado ya información desde Argentina vía cable avisando de un fenómeno similar.
Al día siguiente, avisados los habitantes de Lima sobre esta aparición, se apostaron en techos, azoteas, paseos y plazuelas y como a las 6:10 de la tarde, cuando el cielo se tornaba de color naranja, por el suroeste apareció el cometa.
Según la nota periodística, se le pudo apreciar bastante bien, notándose que tenía forma de cono y una apariencia corva, y divisando que su núcleo brillaba con mayor intensidad. El hermoso y extraño espectáculo duró 40 minutos, que fue el tiempo que el astro fue perceptible a la vista de los limeños.
El fenómeno fue apreciado en Chorrillos, Barranco y Miraflores, pero también en Huancavelica y Arica. Lectores del diario remitieron cartas en las que contaban que en el Callao también había podido ser observado por encima de la Isla San Lorenzo, dejando una estela luminosa.
Los cables que empezaron a llegar alertaban que el mismo cuerpo celeste había despertado la admiración en localidades como Valparaíso, Rancagua y Talca en Chile. Pero,… de qué cometa estábamos hablando.
“Hasta ahora no ha sido identificado el turista celeste que en tres tardes consecutivas se ha presentado en el firmamento de Lima, despertando como es natural la curiosidad del vecindario poco habituado a visitas de este género”, se podía leer en una nota del 5 de mayo de 1901 en El Comercio.
En Argentina, en donde también se pudo contemplar el objeto luminoso, se informó que había caído a tierra un bólido, lo que llevó a deducir que el cometa y el meteorito tenían relación directa.
El curioso caso del chileno que no vio al cometa
El director del Observatorio Astronómico de Santiago, Alberto Obrecht, declaró que no existía ningún cometa y que el cuerpo celeste que todos habían podido contemplar a simple vista era el planeta Venus.
Obrecht sostuvo que había llegado a esa conclusión después de haber estado toda una noche observando el cielo. Lo cierto es que a los pocos días el despistado Obrecht tuvo que enviar un comunicado a la prensa de su país admitiendo su error.
El 5 de mayo volvió a divisarse con toda claridad en Lima y un periodista de esta casa editora pudo observarlo con un telescopio pequeño.
“No hay duda que debido al poder aumentativo del aparato, el cometa se nos presentó mucho más hermoso, más grande y más brillante. El núcleo era del tamaño de Venus e irradiaba luz vívida y deslumbradora. Su cabellera nos pareció formada por haces de rayos de tres metros de largo, semejantes a cintas de plata”, explica el redactor.
Luego agrega: “No sabemos si fue por efecto de ilusión óptica, pero lo cierto del caso es que la cauda (cola) aparecía ante nuestra vista dividida en dos partes perfectamente simétricas”. Esa división de la “cabellera” fue un peculiar distintivo de este cometa.
Descubierto en Uruguay
Llamado como el ‘1901a’, ‘El gran cometa de 1901′ o ‘Cometa Viscara’, este cometa fue avistado por primera vez el 12 de abril de 1901 en Uruguay por el señor Viscara, quien lo reportó al astrónomo Lorenzo Kropp, un inglés que radicaba en tierras uruguayas. Viscara era administrador de una estancia en el departamento de Paysandú.
Kropp recién pudo observar el cuerpo espacial el 20 de abril debido al mal tiempo, e inmediatamente realizó un dibujo y lo agregó a un informe que remitió a la Sociedad Astronómica Francesa. Además de Uruguay, Perú, Chile y Argentina, el astro fue divisado en Sudáfrica y Australia.
Los versos del cometa
Fue tal la atención que captó el famoso cometa que hasta el poeta peruano José Fiansón le dedicó una poesía que tituló ‘Quo Vadis?’:
A dónde vas? –el genio le interroga/al viajador incógnito del cielo/que en ese océano sin riberas boga
Hacia la luz –respóndele- en su anhelo/de ver de cerca el sol y reflejada/llama de fe, de amor y de consuelo
Y observando la bóveda estrellada/un enviado de paz ve en el cometa/de nebulosa cauda bifurcada
Y la clarividencia del poeta/en el celeste enigma que lo abstrae/el porvenir de América interpreta
Ve en el heraldo que la nueva trae/la materia radiante del derecho/que las conquistas a su seno atrae
Y el Obrecht que no queda satisfecho/que su paso por Chile lo negara/y que su vuelta espérala en acecho
Y la ciencia que el lente le asestara, y la estrella Jesús halla perdida/de una constelación que se ocultara
Y de Themis la espada suspendida/el arte de verdad del siglo XX/que canta los ideales de la vida/que piensa alto y que profundo siente
Barranco, 22 de mayo de 1901
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