Hace 100 años, por primera vez en el territorio nacional, se transportó por vía aérea una valija de correspondencia, de once kilos de peso, conteniendo cartas para las principales ciudades del norte.
PARA SUSCRIPTORES: “Historias virales”: el sexto capítulo ya está disponible para suscriptores de El Comercio
Este raid, que marcó un verdadero hito en el progreso de las comunicaciones, fue realizado por Tweddle Valdeavellano, a bordo de un avión Curtiss Standard.
La nave de Tweddle, que transportó la carga postal que le confió la Casa de Correos y Telégrafos del Perú, llevó además un pasajero, e hizo sus primeras escalas en Chimbote y Trujillo.
Así lo informó El Comercio en su edición de la tarde del 21 de setiembre, en donde publicó que el piloto nacional había partido desde Chimbote a las 11:05 de la mañana rumbo a Trujillo llevando una valija de correspondencia postal.
Luego, un reporte llegado desde Trujillo confirmaba que el aviador peruano había aterrizado en “perfectas condiciones” y que había recibido grandes ovaciones por parte del pueblo y saludos de las autoridades de la ciudad.
El itinerario de Tweddle continuó luego por Pacasmayo, Chiclayo, Sullana, Piura, Talara y finalmente Puerto Pizarro (Tumbes), donde arribó el 12 de noviembre, tras volar una distancia total de 1.339 kilómetros. En todas estas ciudades dejó y recogió correspondencia.
El 17 de noviembre Tweddle inició el vuelo de retorno, realizando paradas prolongadas en Chiclayo y Trujillo. Concluyó su histórico periplo un 11 de enero de 1921, cuando aterrizó exitosamente en Lima, en la Escuela de Bellavista.
Así culminó su espectacular travesía, que concitó el entusiasmo desbordante de todas las poblaciones por donde pasó.
Tweddle, otro pionero de la aviación nacional
De padre norteamericano y madre peruana, Tweddle nació en Lima en 1894. Ingresó a los 24 años al Centro de Aviación Militar de Maranga, y tras una instrucción teórica y 9 horas efectivas de vuelo, compró su propio avión y obtuvo su brevete de piloto el 20 de mayo de 1920.
Su primer vuelo nacional de gran aliento significó el comienzo de una verdadera época de fervor por la aviación, e incentivó el desarrollo del transporte aéreo como vía de comunicación.
Con esto Tweddle sumó su apellido a la pléyade de aviadores que cimentaron la historia de la aviación peruana, como Chávez, Bielovucic y Tenaud.