“La fachada del edificio estaba adornada con banderas y escudos nacionales y en la entrada, en el patio que conduce a la puerta del vestíbulo, se habían formado en ambos lados los 80 alumnos de la escuela, uniformados, para hacer los honores al Jefe de Estado”, dice la nota de El Comercio.
Sobre las 4 de la tarde llegó el presidente de la República acompañado de sus ministros, entre los que se encontraban Augusto B. Leguía, Javier Prado y Ugarteche, José Balta y Pedro Muñiz.
Al ingresar a la sala principal, el presidente fue aplaudido y pasó a ocupar el lugar preferencial en el estrado. Había una gran presencia de obreros y estudiantes.
En la sala se encontraban también “funcionarios públicos, miembros de ambas cámaras legislativas, profesores de las escuelas oficiales y particulares y personas visibles de nuestra sociedad”, según la nota del decano.
Paulet inició su discurso diciendo: “La utilidad de una escuela de artes y oficios queda de manifiesto con solo decir que es la escuela del obrero, es decir, del símbolo del productor humano”.
Al referirse a la importancia del desarrollo industrial Paulet sostuvo que “bien podríamos llamar a la época actual era de la industria, con más fundamento que era de la paz, porque no puede haber régimen de paz donde no hay régimen de trabajo”.
Sobre la principal función de la Escuela, el pionero de la aeronáutica nacional expresó: “Crear el obrero instruido, he ahí la misión del plantel que va a inaugurar, dentro de breves momentos, el Jefe de Estado”.
Después de haber ejercido como cónsul peruano en París, ese año Paulet había retornado al Perú para asumir la dirección de la Escuela.
La Escuela de Artes y Oficios, baluarte de la educación técnica en el Perú, nació formalmente el 23 de octubre de 1849, por una ley del presidente Ramón Castilla que disponía que se erigieran colegios de artes y oficios en todas las capitales de departamento.
Pero no entró en funcionamiento hasta el 9 de diciembre de 1864, en el edificio del Colegio Real, utilizado antes como cuartel.
En 1905 recién ocupa el local del antiguo Hospital de Santa Sofía, ubicado en la sexta cuadra de la avenida Grau, que fue construido a partir de 1872 por el empresario Augusto Dreyfus –el mismo del contrato Dreyfus-.
Terminada su edificación en 1876, las tropas chilenas lo ocuparon durante la Guerra del Pacífico, y luego lo abandonaron tras la firma del Tratado de Ancón.
El local del Hospital quedó en el olvido hasta que en 1898 se convirtió en la sede de la Escuela Militar y Naval.
En 1951 la Escuela pasó a denominarse Politécnico, y finalmente en 1983 Instituto Superior Tecnológico “José Pardo”.
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