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Espiritismo en el Perú: cuando un periodista de El Comercio improvisó una sesión para desenmascarar a los estafadores limeños del siglo XX
En 1917 un periodista del diario decano se convirtió en médium improvisado para demostrar la falsedad de las sesiones de espiritismo. Desde mediados del siglo XIX existía una gran cantidad de médiums que aseguraban contactarse con los muertos. Ese fue el caso de Home quien aseguraba contactarse con el filósofo Sócrates.
Durante las primeras décadas del siglo XX las sesiones de espiritismo llamaban la atención del público que caía rendido ante estas supuestas materializaciones de almas. Cabe recordar que esta era una época donde la tecnología era inexistente. La vida tenía otro ritmo y las personas se distraían en el cine, el teatro y la ópera. Un acto de espiritismo era muy atractivo y se prestaba para los engaños. En la mayoría de los casos, estos contactos con el más allá podían ser simulados con ingeniosos trucos.
Conscientes de esto, el periodista del diario decano con las iniciales R.L. decidió probar que cualquiera podía hacer una sesión de espiritismo. En una habitación de nuestra casona llevó a cabo su idea.
En abril de 1917 y con la ayuda de dos colegas, R. L. realizó una sesión donde puso en práctica los trucos de sustitución que aprendió de la revista francesa “Je Sais Tout” (Lo sé todo). Allí el prestidigitador francés Alfred de Saint-Genois, conocido como Dicksonn, publicó un artículo revelando algunos de sus secretos.
“En nuestra imprenta uno de los redactores de El Comercio, retratado en las fotografías que hoy publicamos, se convirtió de golpe en médium y organizó una convincente sesión de espiritismo con materializaciones innegables”, informaba en la primera plana del 4 de abril de 1917.
Utilizando el truco de la sustitución de manos, L. R. se encerró en un cuarto oscuro donde solo había una pequeña mesa. Al poco rato se escucharon golpes encima de la mesa y en las sillas de los testigos. Los espíritus convocados abofetearon suavemente sus rostros y pellizcaron sus orejas.
¿Qué era la sustitución de manos?
Consistía en una combinación ingeniosa que permitía dejar libre una de las manos del médium y así dar los golpes en la mesa o paredes.
El médium, en este caso el periodista, tocó las manos de dos asistentes para luego dejar libre una de ellas; mientras la otra se posicionaba sigilosamente entre las manos de estas personas. Imaginen la oscuridad y silencio en la casona cuando esta prueba se realizó.
Todo esto favoreció a entrar en un estado de trance que permitió, al menos por unos momentos, dar crédito a lo que sus sentidos creían percibir. La sugestión mental era el ingrediente más importante en estas sesiones. Las fotografías publicadas dan cuenta de cómo se hizo el truco.
A mitad del siglo XIX, había una proliferación de expertos en contactarse con almas. El caso del médium británico Daniel Dunglas Home es un ejemplo de cómo estos especialistas iban de ciudad en ciudad engañando a las personas. Home había revolucionado todo París con la experiencia de la mano de Sócrates. El médium británico pretendía que sus conjuros materializaban el alma del gran filósofo. Muchas personas afirmaban haber sentido su presencia. Incluso Home se amarraba las manos para evitar sospechas de fraude. Esto llegó a oídos de la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III, quien se volvió aficionada a estas sesiones.
Durante sus vacaciones, la emperatriz Eugenia invitó a Home para que sorprendiera a Napoleón III. La célebre sesión se realizó el 5 de setiembre de 1857 en el palacio de Biarritz. Cinco personas estuvieron presentes: Napoleón III, la emperatriz, el médium, un cortesano y un escéptico.
Imagínense la escena: Napoleón III sostenía una de las manos del médium al igual que la emperatriz; mientras el escéptico estaba al frente. El cortesano se encargó de apagar las luces, pues para que el alma de Sócrates se materializara todo debía estar en tinieblas.
Su presencia se hizo realidad cuando se sintieron los primeros golpes. Luego rozó el vestido de la emperatriz y más adelante su mejilla. De improviso el escéptico encendió la luz y Napoleón III comprobó que el médium usaba su pie derecho para tocar a su esposa. Esta fue la última presentación de Home, pues fue expulsado de Francia. Tiempo después pasaría lo mismo en Florencia, Italia, hasta que regresó a Londres donde poco a poco fue perdiendo su reputación.
¿Sabías qué?
El espiritismo es una doctrina o práctica que sostiene que es posible entablar una comunicación con el espíritu de un muerto a través de un médium.
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