Desde 1939, año en que la Parada y Desfile Militar comenzaron a ser realizados cada 29 de julio, los peruanos han hecho largas colas para encontrar un espacio preferencial en las avenidas Brasil o de la Peruanidad. Retrocedamos en el tiempo para conocer algunos detalles históricos de la Gran Parada y Desfile Militar.
Hasta 1938 el Te Deum y el Desfile Militar se efectuaban cada 28 de julio. Al año siguiente cuando Manuel Prado asume la presidencia dispuso que dicho desfile se realice cada 29 de julio en los terrenos del Hipódromo de Santa Beatriz, hoy en día Campo de Marte.
Diversos escenarios
Por el Centenario de nuestra Independencia, en 1921, la Parada Militar se realizó en la Plaza Bolívar del Congreso. La ceremonia comenzó por la tarde y culminó a las ocho de la noche cuando el presidente Augusto B. Leguía abandonó el palacio legislativo después de leer su mensaje. Según informaciones recogidas por El Comercio formaron en los alrededores del Congreso las tropas de la guarnición de Lima, los cuerpos de la “marinería”, las compañías de ametralladoras, los regimientos de caballería y demás unidades del Ejército; así como, el regimiento de granaderos a caballo de San Martín. La guardia de honor fue montada por la división superior de la Escuela Militar de Chorrillos.
Tal vez pocos recuerden que el 27 de julio de 1984, a propósito del sesquicentenario del nacimiento de Miguel Grau, el Desfile Militar fue trasladado a la avenida que lleva su apellido. La Marina presentó unidades motorizadas ‘Otomat’, ‘Aspid’ y ‘Exocet’.
Entre 1986 y 1989 el Desfile Militar se realizó en la Plaza de Armas debido al clima de inseguridad ocasionado por los atentados terroristas. En 1989 el público tuvo que conformarse con ver el paso de los batallones y escoltas desde la avenida Tacna.
Anécdotas y recuerdos
Las memorias y anécdotas del general de división en retiro Julián Juliá Freyre fueron registradas, en 1997, en una entrevista realizada por El Comercio. Juliá fue comandante general del Ejército y desde muy joven participó desde distintos cargos en el Desfile Militar.
En 1944, cuando Julián Juliá era soldado raso, antes de ingresar al arma de caballería, los batallones tenían que desplazarse a caballo desde la Escuela de Chorrillos hasta Lima para las ceremonias del 7 de junio y Fiestas Patrias.
“Teníamos que llevar todo lo necesario para nuestro rancho y también comida para el caballo. Llegábamos a unos lugares especiales, me acuerdo que por el jirón Huatica. Allí atendíamos al animal, nos aseábamos nuevamente porque tanto nosotros como nuestra cabalgadura lucíamos sudorosos y empolvados. Había que estar muy presentables para ir al desfile”, comentó en aquella oportunidad.
Juliá Freyre recordó que en alguna oportunidad en el Campo de Marte, un oficial que iba al frente de un escuadrón a caballo extremó las secuencias del saludo con el sable y este salió volando sin causar heridos en la tribuna oficial.
En otro pasaje de la entrevista recordó que algunos oficiales estaban tan nerviosos cuando desfilaban por primera vez que por más ensayos realizados, al divisar la tribuna oficial se ponían rígidos y se olvidaban de saludar.
Pero el mayor bochorno lo provocaba, indudablemente, la avería de uno de los tanques del material blindado. Esta circunstancia, debido a algún imprevisto generaba todo un ‘bolondrón'.
El desfile más largo se realizó en el gobierno de Morales Bermúdez
En 1979 tuvo lugar el desfile más largo que involucró a unas 11 mil personas y a 400 máquinas entre carros de combate, tanques, unidades porta misiles, entre otros. Duró desde las 11:00 a.m hasta las 3:30 p.m. Por orden del comando desfilaron todos los efectivos y el material completo. No hubo reparo alguno.
El Agrupamiento Naval, conformado por los batallones de cadetes de la Escuela Naval, alumnos de la Escuela de Marina Mercante, conscriptos del regimiento naval y efectivos de la infantería con unidades anfibias, fue el primero en desfilar por la avenida Brasil.
Mientras esto ocurría en tierra, una cuadrilla de helicópteros, cuatro hidroaviones, aviones caza y finalmente aviones bombarderos del Servicio Aeronaval surcaron los aires dejando a más de uno con dolor en el cuello.
Aquel día había congestión vehicular hasta en el cielo limeño, pues la Fuerza Aérea del Perú abrió su presentación con tres comandos colgados de igual número de helicópteros, que a su paso dejaron una estela con los colores patrios. Este instituto armado estuvo representado por batallones de alumnos de la escuela de oficiales, suboficiales, la reserva femenina, de comando y tropa.
Además se presentó el Grupo Artillero Antiaéreo, camiones con los misiles tierra y aire y aire-aire. Más de una persona se quedó sorda cuando pasaron los aviones supersónicos Sukkoi, Mirage, cazabombarderos y canberras.
El desfile recién iba a la mitad cuando entraron a escena los cadetes de la Escuela Militar de Chorrillos, los batallones de la escuela de Paracaidistas, Unidades Especiales de buzos y hombres rana y finalmente la aviación del Ejército que hizo volar unos 15 helicópteros.
Más adelante vendrían los agrupamientos conformados por las Reservas, las Fuerzas Policiales: Guardia Civil, que por primera vez presentó a las alumnas de la Escuela de la Policía Femenina, Guardia Republicana y Policía de Investigaciones.
El cierre del desfile estuvo a cargo de la IX División Blindada con su Comandante General Julián Juliá Freyre a la cabeza. En este agrupamiento destacó el nuevo equipamiento de Infantería, Artillería, Ingeniería, Comunicaciones y Servicios. Entre las modernas unidades figuraban: tanques T-54 y T-55, carros blindados, carros ligeros de combate con metralletas y bazukas, obuses autopropulsados y camiones con caterpilar.
Con el paso de los años, nuevos participantes de la sociedad civil fueron integrando el desfile por Fiestas Patrias como los ronderos en la época del terrorismo, los grupos de bailarines de danzas típicas y los caballos de paso en el nuevo milenio.