El cardenal y primado de Lima, Augusto Vargas Alzamora muere el 4 de septiembre del 2000, a los 77 años de edad. Fue velado durante dos días en el Colegio Inmaculada y luego sepultado en la Cripta de los Arzobispos de la Basílica Catedral de Lima.
Nació en Lima, el 9 de noviembre de 1922.
Estudio filosofía en Argentina y teología en España. En Lima, estudió Educación en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Enseñó religión en el Colegio Inmaculada donde estudió y fue director espiritual y rector.
Fue un jesuita peruano que procuró llevar las palabras del Evangelio a los pueblos indígenas más apartados del país. Luchó por los más necesitados y recorrió el Perú en búsqueda de la paz entre todos.
En 1940, el religioso Vargas Alzamora entró a la Compañía de Jesús, y en 1955 se ordenó sacerdote en Madrid, España. La Compañía de Jesús lo nombró delegado provincial para las obras de educación, en 1975. Durante su vida religiosa fue nombrado vicario de Jaén en el Perú, por el papa Paulo VI, el 8 de junio de 1978, y secretario general del Episcopado Peruano en 1982.
El 30 de diciembre de 1989 fue nombrado Arzobispo Metropolitano de Lima y Primado del Perú, por el papa Juan Pablo II, tomando posesión el 26 de enero de 1990. Sustituyó por un año al monseñor José Antonio Dammert en el cargo de presidente “ad interim” de la Conferencia Episcopal Peruana, en febrero de 1993; y nombrado Cardenal de la Iglesia Católica por el papa Juan Pablo II, el 26 de noviembre de 1994.
Fue también consejero provincial y maestro de novicios. Además, primer director en el Perú de la obra “Fe y Alegría”; presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
El Cardenal Vargas Alzamora rechazó la pena de muerte y el aborto; estuvo en contra del terrorismo y fue defensor de los derechos humanos.
En 1999, con 76 años, renunció al cargo de Arzobispo de Lima.