La historia del delincuente argentino que vino al Perú para financiar un grupo rebelde y terminó traicionando a sus cómplices por dinero
El peligroso criminal ingresó clandestinamente al país varias veces en la década de 1960. El malhechor asaltó tres bancos de la capital para financiar la creación del Partido Internacional Revolucionario (PIR).
Eran los últimos meses de 1962, cuando diferentes asaltos se registraron en dos sucursales del Banco de Crédito de Miraflores y Surquillo; y otro en el Banco Popular de Magdalena del Mar. Los delincuentes se habían llevado más de dos millones de soles de las tres entidades financieras.
La Policía de Investigaciones (PIP) estaba preocupada. En unos meses, solo había capturado a algunos cómplices de los robos y recuperado parte del dinero sustraído. Sin embargo, faltaba arrestar al autor intelectual de los atracos. Un hombre que era pieza clave para rescatar la otra parte del botín. Las autoridades ya lo tenían identificado; solo era cuestión de tiempo detenerlo.
La gran pista: un tiroteo
La mañana del 30 de enero de 1963, una balacera sorprendió a varios vecinos de la cuadra 24 de la avenida Petit Thouars, en Lince. Un sujeto huyó de su propia casa tras dispararle a tres de sus acompañantes. Uno de los heridos logró salir hasta la calle para pedir auxilio. El pistolero lo vio y regresó para matarlo. Sin embargo, el arma se trabó y el delincuente terminó huyendo.
Minutos después, la policía llegó al lugar y trasladó a los heridos al Hospital Dos de Mayo, en el Cercado de Lima. Las víctimas fueron identificadas como autores de los asaltos a las agencias bancarias de Miraflores, Surquillo y Magdalena. Dos de ellos eran peruanos y uno colombiano. El extranjero permanecía grave tras recibir dos balazos en el tórax. Uno de los delincuentes fue recapturado por los agentes del orden tras lograr escaparse del nosocomio.
Horas más tarde, los investigadores allanaron la casa del misterioso pistolero. Allí se dieron cuenta que se trataba de Juan Creus Gonzáles, buscado criminal argentino y autor intelectual de los tres asaltos a las entidades financieras. En el lugar, también encontraron varias Libretas Electorales y Militares; así como otros documentos falsos, remitidos en la localidad de Oxapampa, en Pasco.
En estas credenciales, aparecía la foto de Creus con otros nombres como el de Armando Juan Vélez Gonzáles o Víctor Masseti Gonzáles, ambos ciudadanos de nacionalidad peruana. Además, se encontró un pasaporte y varios folletos y libros comunistas. Cerca de la siete de la noche, el asaltante argentino fue capturado por la policía cuando paseaba por las calles de Ancón. Horas después, fue trasladado a la comisaría de Lince.
¿Quién era Juan Creus Gonzáles?
Según la policía, Creus era un criminal argentino que nació el 14 de diciembre de 1926. Su primer ingreso al Perú lo realizó el 25 de julio de 1958. Cuatro días después, regresó a Argentina. La segunda vez que volvió a la capital fue el 4 de enero de 1960. Meses después, el 30 de marzo, fue expulsado del país. Tras aquel suceso, el peligroso delincuente no volvió a registrar una entrada legal a nuestro territorio.
Los investigadores se enteraron que el ladrón gaucho retornó a la capital con la ayuda de un compatriota que fue capturado días después de los asaltos a las sucursales. Ellos dos junto a un delincuente español planearon dichos atracos. Solo faltaba saber dónde guardaba Creus el medio millón de soles restante.
Detalles de la balacera
La madrugada del 31 de enero de 1963, la policía dio una conferencia de prensa en la comisaría de Lince. Según los investigadores, los delincuentes heridos conocían a Juan Creus pero con sus dos identidades falsas. También explicaron que los tres cómplices del robo fueron a la casa del argentino para cobrarle una deuda. Esto enfureció al malhechor, que no dudo en sacar su pistola para disparar seis tiros: tres balas hirieron a los sujetos y las otras tres impactaron en las paredes.
Tras el tiroteo, Creus corrió hacia la Avenida Arequipa, donde tomó un vehículo hasta la Plaza San Martín, en el Centro de Lima. Desde ahí se fue a Ventanilla. Luego, tomó otro auto hasta Ancón. Ya en el balneario, fue capturado por un Guardia Civil mientras paseaba por las calles. A las 11 y 45 de la noche, fue traslado a la Comisaría de Lince.
Luego de la conferencia, el peligroso asaltante argentino le explicó al cronista de El Comercio por qué le disparó a sus cómplices: “Me querían extorsionar porque ellos me prestaron dinero para poder vivir y yo les dije que sabía dónde se guardaba el resto del millón de soles del asalto. Todos los días me asediaban y me exigían que dijera dónde estaba el dinero. Ayer en la mañana, los tres llegaron decididos a matarme si es que no hablaba. Al ver que querían lincharme a golpes, yo saqué mi pistola y traté de eliminarlos”.
Después, el ladrón gaucho explicó dónde arrojó el arma. “Estuve deambulando sin rumbo y llegué hasta la playa de Ventanilla, donde arrojé la pistola al mar. Me quedé con una chaveta y tomé un carro que me condujo hasta Ancón. No sabía qué hacer, hasta que un policía avisado me conoció y me llevó a la Comisaría”, dijo Creus, a quien en el momento de su captura, solo se le encontró una botella de Coca Cola, varios cigarros, algunos pañuelos y 600 soles.
Implicancia en los asaltos
Al día siguiente, la policía informó que el delincuente argentino y su cómplice colombiano herido tenían como escondite otro departamento en la cuadra 18 del jirón Bartolomé Herrera, también en Lince. Tras allanar el inmueble, encontraron los mismos alambres y cintas que se utilizaron en el robo de las sucursales bancarias de Miraflores y Surquillo. También se halló un maletín con gran cantidad de municiones de calibre 22.
Además, los investigadores revelaron que el colombiano llegó al Perú en 1961. Desde ese año, empezó a trabajar como cajero en el restaurante Montecarlo, del jirón Carabaya, en el Cercado de Lima. Allí conoció a Creus, a quien le presentó a los dos delincuentes peruanos. Luego de los tres asaltos, el argentino huyó camuflado en un camión hasta Cusco. Antes de llegar a su destino, se escapó del vehículo y se fue al extranjero. Meses después, regresó clandestinamente al país.
El 2 de febrero de 1963, uno de los delincuentes capturados se declaró culpable del asalto al Banco Popular de Surquillo. En su declaración, mencionó como autores intelectuales a Creus y a dos criminales más. Además, dijo que el peligroso bandido gaucho no pudo participar del robo porque la policía lo estaba buscando tras los asaltos en Miraflores y Magdalena del Mar. Asimismo, explicó que el argentino los incitó a robar para financiar la creación del Partido Internacional Revolucionario (PIR).
Horas después, Juan Creus Gonzáles confesó todo y fue puesto a disposición de la PIP. Es así como este facineroso criminal internacional vino al Perú para financiar un grupo rebelde y terminó traicionado a sus cómplices de los atracos por dinero.