Nuestra participación comenzó en los Juegos Olímpicos de París 1900. En esa oportunidad Carlos de Candamo, hijo del embajador peruano en esa ciudad, participó en esgrima.
Gracias a la investigación del historiador Teodoro Hampe y Carlos Paz Soldán, ex presidente del Comité Olímpico Peruano, se logró conocer que Perú había competido en París.
Desde 2008, año en que se informó sobre este hallazgo, sabemos que Carlos de Candamo compitió en la especialidad de florete, en la que, según los resultados hallados, avanzó hasta cuartos de final. También participó en espada, pero quedó eliminado en primera ronda. Los Juegos Olímpicos de 1900 duraron cinco meses y mucha información quedó traspapelada.
De los 41 deportistas peruanos que participaron en los Juegos Olímpicos de Londres 1948 fue Edwin Vásquez quien consiguió la primera y única medalla de oro en la disciplina de tiro. A pesar de no tener las mejores armas e incluso utilizar una prestada, Edwin Vásquez no se amilanó:
“A pesar que por primera vez competía con tiradores de fama mundial, entre los que se contaba el famoso Ullmann, de Suecia, yo me encontraba perfectamente tranquilo, sin el menor asomo de nervios, dispuesto a luchar con mis contenedores hasta quemar el último cartucho, como Bolognesi”.
Años más tarde, en Los Ángeles 1984, sería el tirador peruano Francisco Boza, de 19 años, quien conseguiría la segunda medalla olímpica, esta vez de plata.
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En Los Ángeles 1984 la selección peruana de vóley ocupó el cuarto lugar y fue subcampeona de los Juegos Panamericanos 1987. Por ello había gran expectativa en su participación en los Juegos Olímpicos realizados en Seúl.
No importó la diferencia horaria. Millones de peruanos madrugaron para ver los mates de Cecilia Tait y Gaby Pérez del Solar. La final entre Perú y la Unión Soviética se disputó el 29 de setiembre de ese año. Durante dos horas, las peruanas y el técnico Man Boc Park acariciaron el oro. Sin embargo, sería el equipo soviético quien subiría al primer lugar con un apretado triunfo de 3-2.
Con lágrimas en los ojos, las matadoras peruanas subieron al podio de los ganadores para recibir la medalla de plata.
Barcelona 1992 era la cuarta participación en Juegos Olímpicos del tirador peruano Juan Giha. Anteriormente había representado al Perú en Moscú 80, Los Angeles 84 y Seúl 88.
Juan Giha llegó a Barcelona armado no solo con su escopeta, sino con la seguridad y el aplomo para llegar a la final. A pesar de no haber tenido la preparación adecuada para este tipo de competencias, el deportista peruano fue escalando posiciones.
Después de dos horas de competencia, aquel 28 de julio sólo seis de 24 deportistas, entre ellos Giha, lograron pasar a la siguiente etapa. La final se disputó entre la tiradora china Shan Zhang, el rumano Toman, el italiano Rossetti y el peruano Juan Giha.
Giha estuvo a un paso de liderar al grupo pero erró un tiro. Así Shan Zhang se quedaba con la medalla de oro. La tensión iba en aumento, pues la definición se haría de ‘muerte súbita’. Disparó el italiano y falló. Giha pulverizó su objetivo mientras que el rumano, agobiado por el calor, erró. Juan Giha levantó los brazos en señal de triunfo. La medalla de plata era para Perú.
“Es el mejor regalo de 28 de julio que puedo hacer a mis compatriotas. Soy ahora el hombre más feliz del mundo y creo que esta medalla será también una alegría para los peruanos que tanto lo necesitan”, declaró Juan Giha a pocos minutos de su hazaña.
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