El joven peruano que “volvió a la vida” luego de estar muerto por varias horas y cómo lo salvaron los médicos
El corazón de Pedro Silva se paralizó durante una operación realizada en el Hospital del Empleado (ahora Hospital Edgardo Rebagliati) en 1960. Un grupo de cirujanos lo revivió después de hacerle varios masajes cardíacos por dos horas.
Eran los últimos días de enero de 1961, cuando se conoció la increíble historia de un joven peruano que “volvió a la vida” luego estar muerto por varias horas en el Hospital del Empleado (ahora Hospital Edgardo Rebagliati), ubicado en Jesús María. El “milagro médico” se dio mientras se le realizaba una cirugía para extirparle un tumor en el cerebro. El paciente se enteró del suceso por la gran cantidad de galenos del mismo nosocomio que fueron a visitarlo mientras se recuperaba. Meses después, se volvería a someter a esta operación quirúrgica de alto riesgo.
Sin vida por varias horas
Todo comenzó en 1960, cuando Pedro Silva López sintió fuertes dolores de cabeza en su casa ubicada en Barranco. El malestar era cada vez más fuerte con el pasar de los días. Luego de unos meses, se le empezó a nublar la vista. Por eso, fue a visitar a un especialista en el Hospital del Empleado. Tras varios exámenes, el médico le encontró un tumor en el cerebro. Su vida corría peligro. Había que realizarle una operación lo más rápido posible.
La difícil intervención quirúrgica se realizó en una sala de dicho nosocomio, en diciembre de ese año. La operación estuvo a cargo de un grupo de cirujanos entre los que destacaban los especialistas Gonzalo Zevallos y Donald Morote. Los minutos pasaban y el procedimiento parecía realizarse con éxito. De un momento a otro, Silva empezó a quedarse sin signos vitales. Su corazón se detuvo. Una decisión médica, en cuestión de segundos, podía salvarle la vida.
Como primera medida, los doctores aplicaron una reanimación cardiopulmonar (RCP). Al ver que este método no funcionaba, uno de los galenos abrió 30 centímetros de la parte izquierda del pecho del paciente, cerca de las costillas y metió su mano. Luego, empezó a darle masajes cardíacos internos al corazón del joven. Tras más de dos horas aplicando este procedimiento, Silva López “volvió a la vida”. Un milagro médico había sucedido en esa sala de operaciones. Días después, el joven limeño regresó a su casa totalmente recuperado.
Declaraciones para El Comercio
Tiempo después del suceso, el 26 de enero de 1961, Silva declaró para este diario desde la cama 225-B del tercer piso del Hospital del Empleado. Ahí dijo que al principio solo sabía que su caso había sido “muy difícil”. Sin embargo, se enteró del “milagro” luego que una gran cantidad de médicos del mismo nosocomio fueron a visitarlo a la sala de recuperaciones donde se encontraba. Ninguno de ellos creía la magnitud del hecho.
También confesó que le pareció extraño ver “un poco el más allá” durante la operación. Asimismo, explicó qué le pasó cuando su corazón se detuvo: “Sentí que mi alma se había ido al espacio”. El jovenaún estaba contrariado por la asombrosa sensación que tuvo cuando su vida corría peligro. Además, reveló que la administración del hospital no quiso informar a la prensa sobre este inédito caso.
Asimismo, dijo que luego de la operación se enteró que el cirujano Gonzalo Zeballos fue quien le salvó la vida. Después agradeció a todos los médicos que estuvieron en la intervención; así como a todo el personal de salud que lo ayudó a recuperarse. Ese día, Silva pasó nuevamente por el quirófano para extirparle el tumor que tenía en el cerebro. Así fue como este joven peruano “volvió a la vida” luego de estar muerto por varias horas en una sala de hospital.