/ NoticiasInformación basada en hechos y verificada de primera mano por el reportero, o reportada y verificada por fuentes expertas.
| Informativo
La historia del origen de los héroes en los billetes del Perú: el papel moneda y su evolución
Convertirse en héroe implica trascender a lo largo del tiempo, pero ver su rostro inmortalizado en el anverso de un billete es algo que estos icónicos personajes jamás imaginaron. Desde 1968, destacadas figuras de la historia peruana han sido honradas y han enaltecido las emisiones del Banco Central de Reserva en una serie de billetes.
¿Quién fue el talento artístico detrás de los retratos inmortales en los billetes de 5, 10, 50, 100, 500 y 1.000 soles de oro, que acompañaron a los peruanos desde finales de los años 60 hasta principios de los 80? El maestro y pintor nacional, Germán Suárez Vértiz, desplegó su arte en estos valiosos billetes. Descubre la historia de los soles de oro dibujados con arte.
En el siglo XIX, el sol peruano hizo su debut el 14 de febrero de 1863, con una división en 100 centavos, un peso de 25 gramos y un diámetro de 37 milímetros. Diecisiete años después, el 23 de marzo de 1880, nació el inca, una nueva moneda de oro con un peso de 1.61290 gramos de 0.90 fino. Este último evento del inca coincidió con el período de la Guerra del Pacífico (1879-1883), razón por la cual los incas de oro no llegaron a circular y fueron escasos los de plata, según el libro ‘Historia económica del Perú’ (1967), de Emilio Romero.
Según el destacado historiador JorgeBasadre, durante el mandato presidencial de Nicolás de Piérola (1895-1899) se implementó un cambio importante en la moneda, estableciendo el estándar de oro. El 10 de enero de 1898, se promulgó un decreto que definió la nuevamoneda nacional de oro, que llevaría el nombre de ‘libra’. Se especificó que debía tener un diámetro de 22 milímetros, una pureza de 916 (alto valor aurífero), dos tercios milésimos, y un peso de siete gramos y 988 miligramos.
“Sólo después de concluido el gobierno de Piérola, las leyes del 13 de octubre de 1900 sobre libras y medias libras peruanas de oro, y del 14 de diciembre de 1900 sobre la libra como unidad monetaria del Perú, completaron el proceso iniciado en 1897″, sentenció Basadre en su monumental ‘Historia de la República del Perú’ (1939).
LOS PAPELES MONEDAS QUE REINARON EN EL SIGLO XX
A lo largo del siglo XX, la historia económica del Perú se vio influenciada por cuatro unidades monetarias en forma de papel moneda: la libra peruana de oro, el sol de oro, el inti y el nuevo sol (luego, del 2015, simplemente sol).
La libra peruana de oro, producida por la American Bank Note Company entre 1897 y 1930, incluía billetes de denominaciones de 1/2, 1, 5 y 10 libras. Los diseños en el anverso y reverso de estos billetes fusionaban elementos románticos con representaciones de actividades productivas, marcando una época significativa en la historia monetaria del Perú.
En 1931, el Banco Central de Reserva (BCR), establecido en 1922, consolidó su autoridad y reafirmó la moneda oficial del Perú, el sol, pero ya solo con un valor referencial en el oro (‘sol de oro’). Sin embargo, la denominación de esta moneda se vio afectada por la ‘crisis de 1929′, una conmoción económica mundial desencadenada por el trágico ‘Jueves Negro’ en Wall Street, la cual tuvo repercusiones significativas en su valor.
La moneda peruana se basó en el Patrón de Oro de Cambio (Gold Exchange Standard), lo que significa que su valor estaba respaldado por el Estado (moneda fiduciaria). En consecuencia, el sol recuperó su estatus como moneda oficial a partir de 1931, manteniéndose en circulación hasta principios de 1985.
El 18 de abril de 1931 marcó un hito con la promulgación de la Ley N° 7137, que dictaminó el nuevo estándar monetario. En la mitad de esa década, se emitió un billete de un sol de oro, presentando la imagen de la libertad y el escudo nacional. Estos detalles se pueden encontrar en el libro ‘Billetes emitidos por el Banco Central de Reserva del Perú’ (2008), de Daniel Robles Smithson.
Durante las décadas de 1930 y 1940, se sucedieron varias series de billetes del sol de oro, cuando la dirección del BCR estuvo a cargo del Manuel Prado Ugarteche (futuro presidente del país). Posteriormente, en la década de 1950, la Ley Orgánica N° 10535 respaldó la creación e impresión de los billetes de sol de oro. Estas denominaciones incluían billetes de 5, 10, 50 y 100 soles de oro, siendo este último el de máxima denominación hasta 1955.
Aunque todos los billetes continuaban exhibiendo alegorías de la libertad y el escudo nacional, a partir de 1952 se iniciaron cambios en el color y el diseño. La impresión de estos billetes estuvo a cargo de la casa Thomas de la Rue, como era tradicional.
Los tumultuosos años 60 llegaron cuando estaba en el poder Manuel Prado Ugarteche, y cuando una nueva ley orgánica permitió al BCR emitir billetes con las mismas denominaciones previas. Estos billetes incluíanmensajes en el anverso como “Pagará al portador” y “De acuerdo con la Ley N° 13958″. En el último año del primer gobierno de Fernando Belaunde, en 1968 (interrumpido en octubre por un golpe militar), el billete de mayor valor nominal fue el de 500 soles.
LAS FIGURAS HISTÓRICAS INOLVIDABLES EN LOS VIEJOS BILLETES DE SOL DE ORO
Los años finales del primer gobierno de Fernando Belaunde (1963-1968) se vivieron en medio de una economía en crisis, con una balanza de pagos en negativo. En ese contexto de devaluación monetaria (1967) se hizo una variación: los nuevos billetes se alejarían de los grandes conceptos y actividades económicas, para acercarse a la historia y reivindicar el espíritu independiente y nacionalista que empezaba a difundirse en el país.
Así, entre los años 1968 y 1975 también se hicieron cambios en el diseño de los billetes y, debido a la inflación, se tuvo que sacar más billetes, siendo el de mayor denominación fue el de mil soles de oro (1.000 soles de oro).
Los nuevos rostros de los billetes de sol de oro estarían entre nosotros desde que fueron impresos nuevamente por la casa Thomas de la Rue, con fecha del 23 de febrero de 1968. El verde, de los 5 soles de oro con el Inca Pachacútec; o el rojo medio anaranjado, de los 10 soles de oro con el Inca Garcilaso de la Vega, los cuales eran los billetes que los niños de los años 70 recibían usualmente como propina.
Los adolescentes buscaban el billete azul de 50 soles de oro, del Túpac Amaru II. Para los gastos fuertes, los billetes de 100 solesde oro -en negro- con Hipólito Unanue; y el billete de 200 -en morado- con el mariscal Ramón Castilla, el presidente que dio la libertad a los esclavos, que circulaba en los centros comerciales.
Palabras mayores eran los billetes marrones de 500 soles de oro, con el caudillo Nicolás de Piérola; y ni hablar del billetón de 1.000 soles de oro con el color guinda y los rostros siameses de Miguel Grau y Francisco Bolognesi.
El artista detrás de esas recordadas figuras se llamaba Germán Suárez Vértiz (1897-1975), quien fue el tercer director de la Escuela Nacional de Bellas Artes, luego de Daniel Hernández y José Sabogal; además de haber sido, en su primera juventud, un buen redactor del diario El Comercio (años 20). Pero Suárez Vértiz fue, ante todo, un gran retratista perfeccionista. “Mi padre estaba descontento con la impresión de esos billetes”, confesó, alguna a vez, su hijo Álvaro Suárez Reyes.
Suárez Vértiz dibujó estampillas conmemorativas en los años 40 (como el del descubrimiento del rio Amazonas por Francisco de Orellana); y recibió el encargo del entonces gerente general del BCR, Carlos Rodríguez Pastor, de dibujar los rostros de los héroes patrios en los nuevos billetes de soles de oro.
Le pagaron 25 mil soles de oro de la época por el trabajo, lo que cayó muy bien en la familia Suárez Reyes formada por doce hijos. Germán Suárez Vértiz hizo participar a uno de sus hijos en el proyecto. “A mis 18 años ayudé a mi padre en el dibujo de los billetes de 5 y 10. Pero solo en los rostros de Pachacútec y Garcilaso de la Vega, no en el paisaje del lago Titicaca del reverso de los 10 soles”, contó Álvaro Suárez Vértiz.
Es sabido que el error más memorable de esa serie de billetes ocurrió en el de 1.000 soles de oro, en el que se escribió “Bologñesi” y no “Bolognesi”como es el apellido del héroe. El error no fue del artista, sin duda, sino de la casa Thomas de la Rue, que los imprimió de esa manera. Eso obligó al BCR a destruir tres series completas.
Entre 1979 y 1981, se emitieron nuevas denominaciones y la máxima llegó a 10.000 soles de oro; y entre 1981 y 1985 se llegó a emitir el billete de 50.000 soles de oro.
La ‘edad dorada’ de los soles de oro terminó casi junto con el segundo gobierno de Fernando Belaunde (1980-1985). Desde setiembre de 1983, el régimen belaundista había presentado ante el Senado el proyecto de ley para volver al sol o ‘sol nuevo’ como se le llamaba entonces, y que debía entrar en vigencia desde enero de 1984. Era un cambio monetario para darle un nuevo aire a la ya devaluada moneda de los héroes del Pacífico (soles de oro).
Pero el cambio debió ser más profundo, y el propio gobierno de Belaunde implantó desde el 1 de febrero de 1985 (Ley 24064), los fatídicos intis, que se hicieron tristemente famosos durante el primer gobierno de Alan García (1985-1990).
Con la Ley N° 25295 veríamos el renacimiento monetario del sol, como el ‘nuevo sol’, emitido por primera vez el 1 de enero de 1991, y que rigió con ese nombre, oficialmente, la vida económica del país hasta el 15 de diciembre de2015, en que se volvió al comienzo: a el sol. Todo el 2016 y 2017 se mantuvo en paralelo, y con el mismo valor el ‘nuevo sol’ y ‘sol’, pero desde el 2018, solo rigió el nombre ‘sol’.
Daremos un breve vistazo por la publicidad que salia en el Diario El Comercio a inicios del siglo XX. La cual se destacó por sus curiosidades y estética