La increíble historia del primo del rey de España que quiso nacionalizarse peruano y se enamoró de nuestra gastronomía
Esta revelación la hizo durante una entrevista exclusiva con El Comercio en 1981. Allí explicó que cada vez que venía al Perú comía un “buen cebiche” y visitaba cualquier rincón criollo.
Eran mediados de diciembre de 1981, cuando el príncipe Adán Carlos Czartoryski de Borbón y Orleans le reveló a El Comercio que quiso nacionalizarse peruano después de visitar varias veces nuestro país y enamorarse de su gastronomía. Este hombre es el único sobreviviente y representante de la dinastía Czartoryski. Además, es primo, por parte de madre, de Juan Carlos I, rey emérito de España.
Este miembro de la realeza española recién se hizo conocido tras recuperar el patrimonio de su padre en 1991. Esta valiosa herencia contiene más de 86 mil obras de arte, una biblioteca de 250 mil libros y manuscritos y varios edificios en Polonia. Todas estas propiedades están valorizadas en 2.000 millones de euros. Una fabulosa colección familiar que fue considerada una de las más importantes del mundo en manos privadas. Sin embargo, en 2016, fue donada al Estado polaco.
Duros comienzos familiares
Adán Carlos Jesús María José Francisco de Sales y todos los Santos Czartoryski-Borbón Krasinski y Orleans, más conocido como el príncipe Adán Carlos Czartoryski de Borbón y Orleans nació en Sevilla el 2 de enero de 1940. Sus padres fueron el príncipe José Augusto Czartoryski, miembro de una de las familias más ricas de la aristocracia de Polonia, y la infanta María Dolores de Borbón-Dos Sicilias y Orleans, tía del rey emérito de España, Juan Carlos I.
Adán Carlos es el único sobreviviente y representante de esta rama española de la dinastía Czartoryski. Esto debido a que el destino fue cruel con su familia. Sus padres se casaron en 1937 y se fueron a vivir a Polonia. Años después, en 1939, el país europeo fue invadido por tropas alemanas. Es así como la pareja fue recluida en un campo de concentración nazi. También se tomó posesión de su valioso patrimonio artístico e inmobiliario.
Tiempo después, José y María lograron salir de ese campo de concentración luego que el padre de la infanta logrará que el dictador español Francisco Franco hablara con el almirante Wilhelm Canaris, lugarteniente de Adolfo Hitler. De esta manera, ambos quedaron libres y se instalaron en Sevilla, España. Allí nació Adán Carlos y Luis Pedro (1945). Un año después, en mayo de 1946, el príncipe José Augusto falleció con tan solo 39 años de edad. No obstante, la tragedia los perseguía. Un mes más tarde, Luis Pedro también pereció.
Interés por los autos y el karate
Tras la muerte de su padre y hermano, el príncipe Adán Carlos permaneció en España, en donde se educó. Luego, se fue a vivir a Inglaterra e Irlanda. Durante los años sesenta, residiendo en Dublín, empezó a manejar autos de carreras de diferentes clases. También participó en varios circuitos de Gran Bretaña y Europa. Luego, practicó Kenpo Karate. Años después, regresó a tierras españolas cuando Juan Carlos I asumió como rey en 1975.
Ya en España, Czartoryski se convirtió en cinturón negro de esa disciplina y contribuyó en la creación de la Federación Española de Karate.Fue vicepresidente de la Unión Mundial de Organizaciones de Karate Do, la Federación Mundial de Karate (WKF) y también de la Unión Europea de Karate. En 1977, se casó con Eleonora Piciotto y tuvo una hija, la princesa Tamara Laura, en 1978.
Entrevista con El Comercio
El 12 de diciembre de 1981, el príncipe Adán Carlos Czartoryski concedió una entrevista exclusiva para El Comercio. Allí reveló que había llegado a Lima presidiendo una delegación comercial junto a dos de sus consejeros. Esta comitiva representaba a varias empresas españolas y europeas que buscaban realizar inversiones en el Perú. Sin embargo, no ocultó su gran admiración y amor por nuestro país. Aquí estableció una fuerte amistad con Manuel Bentín Diez Canseco y su familia. A ellos los consideraba su “familia peruana”.
Czartoryski explicó que su idea era buscar inversiones en nuestro país para crear nuevas fuentes de trabajo y posibilitar un intercambio comercial más intenso entre Perú, España y algunos países de Europa. Un concepto que era compartido por el entonces rey Juan Carlos I. Sin embargo, aseguró que su visita no formaba parte de una misión oficial y que en febrero de 1982 regresaría para quedarse más días y concretar algunos planes personales.
También reconoció que desde hace muchos años visitaba el Perú muy seguido. En esos dos años y medio de viajes frecuentes, logró conocer la mentalidad de los peruanos y nuestra gastronomía. “No quiero que se vea en mí a un empresario que solo busca obtener utilidades de las inversiones que pueda realizar. Mi interés es ayudar al Perú, porque me unen a él lazos fraternales. Incluso alguna vez pensé nacionalizarme peruano”, dijo el príncipe. Además, confesó que cada vez que pisaba suelo limeño iba a comer un “buen cebiche” y asistía a cualquier rincón criollo. Asimismo reveló estar enamorado de la comida peruana.
Finalmente, felicitó a Javier Pérez de Cuéllar por su designación como secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Un hecho que, según el príncipe, era “un honor para los habitantes de habla hispana”, ya que era la primera vez que un diplomático de esta parte del continente ocupaba un cargo así. De esta manera, terminó la entrevista y siguió con sus actividades pactadas en nuestro país.
Recupera la herencia de su padre
Diez años después, en 1991, el príncipe Adán Czartoryski se hizo conocido por recuperar el patrimonio de su padre. En esa ocasión, la herencia estaba en manos de las autoridades polacas. Esta fabulosa colección contiene más de 86 mil obras de arte y objetos decorativos, entre ellos, ‘La dama del armiño’, de Leonardo da Vinci. Además tiene una biblioteca de 250 mil libros y manuscritos (incluida la Carta Magna polaca), un palacio, un monasterio, un arsenal y varios edificios en el país centroeuropeo.
Este patrimonio familiar está valorizado en 2.000 millones de euros y en 2016, fue donado al Gobierno de Polonia por el propio príncipe Adán Carlos, a través de su Fundación Príncipes Czartoryski. El acuerdo se firmó en el Castillo Real de Varsovia el 29 de diciembre de ese año. Un año después, en 2017, el primo de Juan Carlos I contó en una entrevista al diario español ABC que “si no hubiera donado la colección, el Estado polaco podría haberla confiscado”.
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