La noche que cientos de toros escaparon de sus corrales y causaron destrozos en el Callao en 1971
Entre noticias sobre el récord mundial en levantamiento de pesas y el corso de Primavera en Trujillo, en la primera plana de El Comercio, del 27 de setiembre de 1971, resaltaba la siguiente nota.
Entre noticias sobre el récord mundial en levantamiento de pesas y el corso de Primavera en Trujillo, en la primera plana de El Comercio, del 27 de setiembre de 1971, resaltaba la siguiente nota.
La noche anterior, cuando muchos vecinos del Callao se disponían a descansar, la tierra comenzó a temblar. Pero no se trataba de un sismo. Minutos antes más de 150 toros, que estaban en los corrales del desembarcadero del Terminal Marítimo, rompieron las puertas de la zona Norte y escaparon a la calle, causando pánico entre los chalacos.
Según cuenta el periodista que llegó al lugar, en la fuga de estos animales, uno de ellos corneó a una niña. Los vecinos tuvieron que realizar grandes esfuerzos para espantarlos y evitar así una desgracia. La menor herida fue auxiliada y conducida de emergencia a una clínica local donde quedó internada.
En su huida los animales arremetieron contra los autos que se encontraban estacionados en los alrededores del Terminal Marítimo y el Frigorífico Nacional.
Parte de esta manada de animales llegó hasta las calles centrales del Callao, lo que provocó mayor pánico entre los transeúntes que de pronto se encontraron con los toros. Estos animales causaron daños en los ventanales del edificio Grau ubicado en la primera cuadra de la avenida Sáenz Peña, y en otras propiedades.
La policía del puesto de vigilancia informó que la fuga de los 150 toros ocurrió cerca de las 9:00 p.m. en el Terminal Marítimo. Una hora y media después, luego de un gran esfuerzo realizado por un grupo numeroso de personas, se logró recuperar a cerca de 140 animales, los mismos que por diversos medios fueron devueltos a sus corrales. Hasta las 11 de la noche se continuaba buscando a los demás.
De leones y circos
Otro hecho que alarmó a los limeños y que tuvo a un león como protagonista ocurrió el 24 de julio de 1986. Aquella mañana unos 20 mil niños gozaban de la actuación de payasos y malabaristas en el Estadio Nacional cuando uno de los leones se escapó de su improvisada jaula.
Durante varios minutos el felino corrió libremente por el gramado del estadio hasta que uno de los payasos pudo controlarlo. Sin embargo, resultó herido en la pierna y fue trasladado inmediatamente a un hospital. La nota completa puedes leerla aquí.