Días después que la NASA lanzara el primer satélite experimental de comunicaciones “Echo 1” como parte de la carrera espacial entre EE.UU y la Unión Soviética, un famoso músico revolucionó las calles de Lima con su visita. El 15 de agosto de 1960, el compositor ruso, nacionalizado norteamericano, Igor Stravinski llegó a la capital limeña para brindar un concierto en el Teatro Municipal. El director de orquesta vino acompañado de su esposa, la pintora rusa Vera de Bosset. Días después, el maestro deleitó a todos los asistentes al anfiteatro con sus obras musicalizadas por la Orquesta Sinfónica Nacional.
Llegada al Perú
Eran las siete de la noche de ese 15 de agosto, cuando Stravinski llegó al aeropuerto de Limatambo acompañado de su esposa Vera de Bosset, de 68 años de edad. Junto a la pareja vino el director norteamericano Robert Kraft y el manager de Conciertos Asociados de Nueva York, Oscar H. Alcázar. Vestido con unos mocasines, corbata de listón y un grueso abrigo, el compositor descendió del avión apoyado en su bastón. Allí fue recibido por una gran cantidad de músicos, reporteros y fotógrafos de diarios locales que se desesperaban por conseguir una instantánea del momento.
Luego de un alborotado recibimiento, el afamado director se dirigió al Country Club Hotel para alojarse junto a sus acompañantes. Al ver que el lugar de hospedaje no estaba en una zona céntrica de la capital, pidió ser trasladado al Hotel Bolívar, para así disfrutar de los atractivos de la ciudad de los reyes. “Sus referencias nos hacen sentir una gran atracción por pasearme en sus avenidas y visitar sus museos”, dijo Stravinski al cronista de El Comercio.
Además, dejó claro que él necesitaba sentirse cómodo en el lugar donde estaría: “Vivo en Los Ángeles, exactamente en Hollywood, porque creo que es el mejor lugar para mi gusto en los Estado Unidos. Es allí, donde el sol de California me despierta en las mañanas e ilumina las ventanas de mi habitación”. Luego, su esposa mostró interés por conocer Cuzco, en especial visitar Machu Picchu. Instantes después, ella recibió emocionada unos objetos arqueológicos obsequiados por el pintor modernista Ricardo Grau.
Conferencia de prensa ante los medios
Al día siguiente, el 16 de agosto, Igor Stravinski ofreció una conferencia de prensa en un salón del Hotel Bolívar. El lugar estuvo abarrotado de periodistas, músicos, intelectuales, fotógrafos de revistas y diarios; así como una gran cantidad de corresponsales de televisoras locales y extranjeras. Todos ansiosos por escuchar a uno los más grandes compositores del siglo XX.
La entrevista estuvo marcada por la participación de Alcázar y Grau, quienes fueron los encargados de traducir las palabras del director de orquesta, ya que este solo habló en francés o inglés. La charla empezó con preguntas técnicas realizadas por los músicos presentes. Ahí también contó algunas anécdotas que tuvo con los destacados pintores españoles Pablo Picasso y Salvador Dalí. Asimismo, recordó que Hitler había prohibido sus composiciones en Alemania.
“La mayor parte de las carreras de los directores de orquesta han sido a base de interpretaciones de música romántica. ¡La música clásica elimina al director!”, dijo Stravinski. También mostró su desacuerdo con la premisa del compositor austriaco Arnold Schoenberg en el sentido de que una buena composición puede ser ejecutada en un solo tiempo: “Creo que cualquier composición musical tiene, necesariamente, que poseer su tempo único, es decir, su pulsación”.
Casi al finalizar la conferencia dejó ejemplos de algunos de los principales errores de un director musical: “El tempo es el punto principal. Mi música puede aguantar todo, menos su ejecución en un tempo erróneo…Y no solamente mi música. ¡Desde luego!”.
Concierto en el Teatro Municipal
Días antes de su única presentación, la expectativa entre los limeños fue enorme. Así lo destacó El Comercio en sus páginas interiores del 19 de agosto de 1960, el mismo día del concierto. Horas antes de la exhibición, el público llenó las instalaciones del Teatro Municipal. Minutos más tarde, el jefe de Estado, Manuel Prado Ugarteche, llegó al palco presidencial. Nadie quería perderse el inicio de la función.
A las 7 y 15 de la noche, Igor Stravinski salió al escenario acompañado de la Orquesta Sinfónica Nacional. La primera parte del concierto estuvo a cargo del propio compositor, que dirigió dos de sus más célebres obras: La “Oda de Madame Koussevitzky” y la Suite del ballet “El Pájaro de Fuego”. Un deleite para los asistentes al evento.
En la segunda parte, el joven y notable director norteamericano, Robert Craft, interpretó “Dos Preludios Corales” del músico alemán Johann Sebastian Bach en transcripción orquestal de Arnold Schoenberg, “Seis Piezas para Orquesta” del compositor austriaco Anton Webern y la suite de “El Martirio de San Sebastián” del pianista francés Claude Debussy.
Al finalizar la velada, el público ovacionó y entregó grandes muestras de cariño al gran maestro musical. Tanto que Stravinski volvió a salir al escenario para agradecer el enorme gesto de sus espectadores.