Carlos Batalla

Desde marzo de 1923, las cosas en el norte peruano empezaron a ponerse graves. Pero en abril la urgencia especialmente de los piuranos por las inundaciones que sufrían, hizo que la prensa local y de Lima enfocaran su interés en ellos. El río Piura se desbordó con furia y los ciudadanos reclamaban la falta de previsión de las autoridades locales. Pedían entonces “barreras de defensa” para evitar más daños. (EC, 15/04/1923)

Contenido Sugerido

Contenido GEC