El Tren Eléctrico entró en funcionamiento un 11 de julio de 2011, hace nueve años. La idea original data de la década de los sesenta del siglo XX, pero tomó fuerza en los años ochenta, y no precisamente con Alan García, sino con el alcalde de Lima Eduardo Orrego (1980-1983).
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El 19 de julio de 1981, el arquitecto Orrego Villacorta anunció que los trabajos de implementación de este nuevo medio de transporte (que uniría Villa El Salvador con Comas) empezarían a inicios del siguiente año.
Según los planos publicados en El Comercio, la ruta hubiera sido bastante distinta a la actual. Lo curioso es que si bien empezaba en Villa El Salvador, como hoy, luego el tren giraba hacia la Panamericana Sur y la Vía de Evitamiento para, cruzando el Rímac, llegar hasta Comas. Asimismo, una ramificación partía desde el Rímac y concluía en el Callao.
El burgomaestre “acciopopulista” dijo aquella vez: “La población que se traslada diariamente de Villa María del Triunfo a la avenida Argentina toma dos horas de viaje; con el tren, esas mismas personas demorarán media hora”. Pero al finalizar su gestión, en 1983, no se llegó a nada concreto.
El Tren y el primer gobierno de García
Un lustro después, el 16 de febrero de 1986, El Comercio publicó que el joven mandatario Alan García Pérez “aseguraba” que el tren se haría realidad. De un sueño municipal el “tren limeño” se transformó en un proyecto nacional.
Durante su extensísima etapa de construcción, el Tren Eléctrico de Lima se convirtió en sal y pimienta del cotilleo capitalino. Fue parte de nuestro paisaje urbano, arma de guerra política y hasta galería de arte improvisada.
Las enormes columnas levantadas a lo largo de las avenidas Tomás Marsano y Aviación, finalizado el período de García, quedaron como un monumento a lo inconcluso, a lo fragmentario. Algunos pilares se transformaron, incluso, en gigantes bastidores para nóveles pintores urbanos.
No fue hasta el segundo gobierno de García Pérez en que el proyecto empezó a dejar de ser eso: un proyecto. El 11 de julio de 2011, a pocos días de culminar su mandato, se echó a andar oficialmente el tan mentado Tren Eléctrico, bautizado como la Línea 1 del Metro de Lima.
Aunque se trataba solo del Tramo 1, se había dado un paso importante. El 3 de enero de 2012 se empezó a trasladar pasajeros de forma gratuita, a una velocidad de 40 kilómetros por hora, conectando los 34 kilómetros que separan Villa El Salvador de Gamarra, solo en 33 minutos.
Chispazos y 10 millones de pasajeros en 78 días
No faltaron las fallas técnicas y los sustos. Un día los pasajeros del tren número cinco se alarmaron al observar chispazos y tuvieron que bajarse de la unidad. A pesar de estos incidentes, al cumplirse los 2 meses y 18 días de haber empezado a trasladar a los limeños, el 21 de marzo el Tren Eléctrico alcanzó los “10 millones de pasajeros”.
Las obras del Tramo 2, proyectadas para conectar la avenida Grau y Bayóvar en San Juan de Lurigancho, se iniciaron en abril de 2012. Y estuvieron concluidas en mayo de 2014, permitiendo que los limeños pudieran desplazarse de Villa El Salvador a San Juan de Lurigancho, algo que, indudablemente, el ex alcalde Orrego hubiera celebrado con beneplácito.