Milagro médico en 1961: cuando doctores peruanos salvaron la vida de un joven con un tratamiento de “hibernación”
Los médicos aplicaron un procedimiento hipotérmico después de que el paciente sufriera un paro cardíaco en la sala de operaciones de la Asistencia Pública Central. El tratamiento hizo que su recuperación fuera favorable días después.
Eran finales de marzo de 1961, cuando El Comercio conoció la increíble historia de un joven peruano que fue “resucitado” por un grupo de médicos de la Asistencia Pública Central, ubicada en la avenida Grau, en el Cercado de Lima. La hazaña clínica se logró luego que el paciente sufriera un paro cardíaco mientras era sometido a una intervención quirúrgica en dicho nosocomio. Su vida aún corría peligro.
Es por eso que los galenos le aplicaron un tratamiento llamado “hipotermia terapéutica”. Este procedimiento es utilizado para enfriar el cuerpo de una persona a una temperatura más baja de lo normal. Solo se realiza después de un paro cardíaco y sirve para reducir el riesgo de inflamación en el cerebro, los coágulos sanguíneos y las convulsiones. La recuperación del paciente era posible.
Milagro médico en portada
La mañana del 29 de marzo de 1961, El Comercio público la noticia en su portada de la edición de la mañana. Ahí reveló que un día antes (28 de marzo) un grupo de cirujanos de la Asistencia Pública Central le habían salvado la vida a Germán Quispe Pinto, de 22 años de edad. El joven, nacido en Abancay, había “revivido” tras sufrir un paro cardíaco durante una operación de hernia. El hecho hizo que los cirujanos le abrieran una parte del tórax y le realizaran masajes al corazón por 4 minutos. Esto logró que su órgano vital vuelva a latir. Un milagro médico ocurrió en la sala de operaciones del nosocomio.
Horas después, el paciente fue trasladado a una sala de recuperaciones. Allí se le administró un tratamiento de oxígeno, suero y antibióticos. Sin embargo, su estado era de “pronóstico reservado”. Esto preocupaba a los médicos que ya habían tenido dos casos similares anteriormente. En ellos, los pacientes fallecieron debido a que se encontraban muy débiles. Una pequeña luz de esperanza les hacía creer en la recuperación de Quispe. Había que aplicarle un nuevo procedimiento. Por eso, hubo una junta médica de urgencia esa noche.
Tratamiento para salvarle la vida
Al mediodía del 29 de marzo de 1961, los galenos informaron que el estado del paciente seguía siendo crítico. Aun recibía oxígeno, suero y antibióticos. Minutos antes de las 3 de la tarde, Quispe fue trasladado a la sala de Neurocirugía del hospital. En el lugar, fue sometido a un tratamiento de hibernación o también llamado “hipotermia terapéutica”. Un proceso con el que se buscaba salvarle la vida.
Es así como se le administró un líquido para enfriar su cuerpo. Luego, se le colocó bolsas de hielo sobre algunas partes de su organismo. El proceso duró varias horas. La idea era que no necesitara más el oxígeno. Quispe tenía que luchar por su vida. Horas más tarde, los cirujanos más prestigiosos del hospital, entre los que se encontraba el doctor Esteban Rocca, se reunieron para evaluar la evolución del paciente. Todos esperaban que el tratamiento fuera un éxito. Su recuperación era posible.
Exitosa mejoría
Al día siguiente, el 31 de marzo de 1961, los médicos de la Asistencia Pública le revelaron a El Comercio que el tratamiento había sido todo un éxito. Germán Quispe estaba bastante recuperado. Sus órganos vitales funcionaban casi con normalidad. Un hecho que fue corroborado por el cronista del diario decano. Sin embargo, el joven aún continuaba con su proceso de recuperación en el hospital.
Los galenos no descartaron que el paciente tuviera alguna secuela por el paro cardíaco. El ataque al corazón podía haberle afectado parte de su cerebro. No obstante, su familia era optimista. Ellos confiaban en la recuperación completa del joven, quien ya movía sus brazos y los había reconocido.
La rehabilitación se daría con el tiempo. Un caso que fue muy seguido de cerca por diversos círculos médicos en el país. Es así como un grupo de doctores peruanos lograron salvarle la vida a un joven aplicando un novedoso tratamiento hipotérmico en el Perú.