Muhammad Ali en el Perú: la vez que el histórico boxeador estuvo en una pelea de gallos y no aceptó una apuesta de 2 mil soles
El ex campeón mundial de pesos pesados llegó al Perú como parte de una gira de exhibición en setiembre de 1971. Durante su estadía, firmó autógrafos y disfrutó de la gastronomía peruana. También asistió a una pelea de gallos en un coliseo de Pachacamac.
Eran mediados de setiembre de 1971, cuando Muhammad Ali, conocido años atrás como Cassius Clay, llegó al Perú como parte una gira de exhibición por Sudamérica. Durante su estadía en nuestro país, el pugilista firmó autógrafos y disfrutó de la gastronomía peruana.
También asistió a una pelea de gallos en un coliseo de Pachacamac. Allí, uno de los aficionados le realizó una increíble apuesta. El boxeador la rechazó. Días después, el estadounidense tuvo una pelea de exhibición contra el boxeador peruano Willy de la Cruz en el Estadio Nacional de Lima.
Llegada al Perú
Era la fría noche del 18 de setiembre de 1971, cuando el famoso ex campeón mundial de pesos pesados, Muhammad Ali, llegó sorpresivamente al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez procedente de Sao Paulo, Brasil. El boxeador llegaba al Perú como parte de una gira de exhibición por Sudamérica.
Tras abrirse la puerta del avión, el pugilista descendió por la escalera vestido con una “guayabera” blanca, pantalón azul y zapatos negros. Tras él, bajaron sus tres acompañantes: su entrenador Angelo Dundee, su “sparring” Al Johnson y su apoderado, el peruano Álex Valdez.
En el lugar, cientos de reporteros nacionales fotografiaron al pugilista norteamericano. Luego de cumplir con los trámites aduaneros, Ali declaró para la prensa. Ahí dijo que no entrenaría en Lima y que su viaje desde Sao Paulo fue bueno. Además, recalcó que se encontraba en “buen estado físico” y recordó que vio combatir a Mauro Mina en el Madison Square Garden, en Nueva York.
Después, saludó a algunos altos funcionarios de la Federación Peruana de Boxeo (FPB). Al salir del aeropuerto, el luchador fue rodeado por miles de personas que lo esperaban ansiosamente. Es así como firmó algunos autógrafos y dio varios apretones de manos. Luego de unos minutos, se enrumbó junto a sus acompañantes al Hotel Crillón, en el Cercado de Lima.
Apuesta en pelea de gallos
Al día siguiente, cerca de las 4 de la tarde del 19 de setiembre de 1971, Muhammad Ali, quien había recalcado a la prensa que no le gustaba que le llamen Cassius Clay, llegó sorpresivamente al coliseo de gallos de Pachacamac. Vestido con una camisa manga corta, un pantalón y unos zapatos negros, el pugilista ocupó un asiento entre la multitud. El boxeador fue al evento acompañado de su entrenador y su sparring.
Instantes después, el público asistente al recinto empezó a aclamarlo. Ante ello, Ali solo atinó a sonreír y agradecer con la mano en alto todas las muestras de cariño. Minutos antes de iniciar el programa, un aficionado se le acercó y sacó 2 mil soles de su bolsillo. De inmediato, hizo señales de querer apostar ese dinero con el famoso boxeador en la pelea de gallos.
El pugilista no se sorprendió y le sonrió golpeándose el pecho con la mano derecha. Luego, movió los dedos dando a entender que no aceptaba la apuesta e hizo una pose de boxeo, señalado que él solo ganaba dinero con ese deporte. El norteamericano no quiso apostar. Después unos segundos, Ali volvió a sentarse para disfrutar del evento.
Durante la pelea, varios niños empezaron a gritar su nombre. Uno de ellos se le acercó y se sentó junto a él. De esta manera, ambos siguieron mirando el espectáculo. Luego, el niño se fue y el boxeador pudo mirar con detenimiento la lucha. Muchas veces hizo gestos de disconformidad. Sin embargo, la batalla lo llevó a levantarse de su asiento para ver cuál de los gallos quedaba en pie. Su sparring Al Johnson fotografió las escenas de la contienda.
Tras una hora en el lugar, Mohammed Ali se retiró firmando autógrafos y diciéndole a la prensa que deseaba conocer Machu Picchu y que estaba “contento de visitar Lima”. Luego, fue a saludar al boxeador peruano Willy de la Cruz, quien iba a ser uno de sus rivales en la pelea de exhibición en el Estadio Nacional. Esa noche, el ex campeón mundial de pesos pesados pudo disfrutar de la gastronomía peruana.
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