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Alias ‘Canebo’: la verdadera historia de su violenta fuga del centro juvenil ‘Maranguita’ en los años 90 | FOTOS
Su nombre era sinónimo de furia, miedo y asalto en la década de 1990. Casi nadie recuerda que se llamaba Juan Aguilar Chacón, pero todos lo rememoran por su alias: ‘Negro Canebo’ o, más corto, ‘Canebo’, el adolescente que asaltó, asesinó y violentó la sociedad peruana a finales del siglo XX. Su escape del centro juvenil ‘Maranguita’, por temor de ir a un penal al cumplir los 18 años, marcó su tremebunda vida.
La última vez que el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima, mejor conocido como ‘Maranguita’, vio escapar masivamente a internos peligrosos había ocurrido en 1972, en plena dictadura militar. Pasaron 23 años y la historia se repetía. El 29 de noviembre de 1995, un motín que comenzó a las 7 de la noche terminó en una espectacular fuga, en donde evadieron el encierro un grupo de jóvenes y peligrosos delincuentes, liderados por el criminal Juan Aguilar Chacón (a) ‘Negro Canebo’.
A mediados de los años 90, LuisAguilar Chacón, o simplemente ‘Canebo’, era considerado el delincuente juvenil más peligroso del Perú. Antes de los 18 años (lo acababa de cumplir una semana antes), ya contaba con un temible récord delictivo: 11 denuncias por secuestro, 3 por homicidio y otras 23 por asalto y robo en distintas modalidades. Lo más probable era que al haber cumplido los 18 años, ‘Canebo’ pensara -no sin equivocarse- que las autoridades del INPE le tenían reservado un catre en alguna cárcel de máxima seguridad del país. Por eso huyó del centro juvenil, ubicado en San Miguel.
‘Canebo’ había nacido en el distrito de El Agustino, el 22 de noviembre de 1977. Por las calles de esa popular zona de Lima aprendió de los delincuentes mayores a ser avezado, inescrupuloso y muy violento en sus atracos. Por eso se volvió una especie de “líder juvenil”, en ese microuniverso delictivo. Quedó muy claro que ese 29 de noviembre de 1995, ‘Canebo’ provocó el motín en ‘Maranguita’ para fugar con unos quince internos, entre ellos sus más allegados.
LA FUGA DE ‘MARANGUITA’: ACUSACIONES ENTRE EL INABIF Y LA PNP
Todo empezó cuando 21 internos se hallaban cenando en el comedor, alrededor de las 7 de la noche. De pronto, ‘Canebo’ y otros tres menores tomaron de rehén a dos tutores, amenazándolos con unos filosos cuchillos; los trasladaron a la puerta principal del local que daba a la avenida Costanera, en San Miguel, y allí quince de los internos lograron escapar, corriendo despavoridos por diferentes direcciones. No había ningún policía cerca.
El centro juvenil ‘Maranguita’ estaba dirigido por el señor Ricardo Morante Faromeque, pero dependía finalmente del Instituto Nacional de Bienestar Familiar (Inabif), que presidía la recordada doctora Ana Kanashiro de Escalante. Justamente, ella dio la información de que otro grupo de internos aprovecharon también para escapar del local por la misma puerta principal. Y esto pudo concretarse porque, en la mañana de ese fatal día, la dotación policial de guardia a las afueras se retiró sin previo aviso, según las autoridades de ‘Maranguita’.
La Policía se defendió de esa acusación. Un oficial de la PNP aseguró que el retiro de los guardias se debió a una solicitud de la propia Ana Kanashiro del Inabif, pero la oficina de la institución aclaró que lo que Kanashiro hizo fue pedir “el relevo del personal policial que resguardaba el centro de internamiento”. Es decir, un cambio de guardias, no su ausencia. Fue evidente que los nuevos agentes no cumplieron con llegar a tiempo para resguardar el exterior del ‘Maranguita’. (EC, 30/11/1995)
El motivo de aquella drástica decisión del Inabif era la denuncia de los propios internos, quienes indicaron que esos guardias eran unos abusivos, que tenían malos tratos y cobraban dinero a sus familiares durante las visitas. Por otro lado, fuentes policiales dijeron que el día anterior, el martes 28 de noviembre, había ocurrido un “pequeño motín”, sin consecuencias graves, que fue controlado con rapidez por las autoridades. (EC, 30/11/1995)
¿CÓMO OCURRIERON -EN DETALLE- LOS SANGRIENTOS SUCESOS DE SAN MIGUEL?
El diario decano conversó con un vecino de ‘Maranguita’, quien dijo haber visto a Juan Aguilar Chacón ‘Canebo’ o ‘Negro Canebo’ correr dos cuadras y en una esquina subirse a un “auto moderno” con el que fugó raudamente de la escena. Según más testigos, horas antes, otro automóvil sospechoso había estado dando vueltas por el recinto juvenil.
Ese día, en total, habrían escapado unos 22 internos, entre estos un menor acusado de terrorismo; aunque tanto la presidenta del Inabif como el general PNP Luis Kokis, jefe de Servicios Especiales de la Policía Nacional, se reafirmaron en que solo habían sido 15 los prófugos.
Tras la fuga, se presentaron agentes policiales de San Miguel y el Callao, así como de la Unidad de Servicios Especiales. Sin embargo, el desorden continuó en el interior del centro. Aprovechando que se habían quedado sin tutores los cuatro patios del local, los reclusos del Pabellón 2, donde estaban ubicados 55 menores (entre 17 años y los que recién habían cumplido los 18), sustrajeron kerosene de la cocina y prendieron fuego a colchones y enseres, lo que provocó un incendio de regular magnitud.
El fuego terminó por desatar el caos en el interior del local. Los jóvenes reclusos pugnaban por salir del pabellón, pues el humo no les permitía respirar. El desorden se generalizó. Los internos más avezados alimentaban el fuego y los otros arrojaban objetos contundentes a la prensa y a la Policía. Menos mal que los tutores volvieron a los otros pabellones y evitaron que el caos se extendiera.
Para atenuar el fuego del Pabellón 2 intervinieron los bomberos del Callao con su propio camión cisterna. Pero la labor de estos se volvió compleja, ya que tuvieron problemas para acercarse a los puntos claves del siniestro, donde un grupo de los internos estaban descontrolados. La Policía antimotines apoyó el ingreso de los bomberos, quienes recién pudieron desplazarse en el interior de ‘Maranguita’ para hacer su trabajo.
Entre el humo del siniestro y los gases lacrimógenos de la Policía antimotines, los internos intentaron salir de sus pabellones, pero fueron impedidos por las fuerzas del orden. “Al promediar las 10 y 30 de la noche había sido dominado el incendio”. El resultado: cinco internos heridos de consideración y un bombero que sufrió un cuadro de asfixia, informó Juan Piperis, jefe de los bomberos chalacos. (EC, 30/11/1995)
Los jóvenes heridos se atendieron de emergencia en el Hospital San Juan de Dios, en el Callao. Entre los afectados, figuraba un menor de 16 años, gravemente herido por un ladrillo arrojado por sus propios compañeros del Pabellón 2 y que le había impactado en la cabeza. Algunas versiones indicaron que el interno había muerto, pero esto fue desmentido por el hospital.
Según los informes policíacos, el conocido ‘Canebo’ había logrado escapar junto a los jóvenes con los que compartía celda y con quienes había organizado una banda para intimidar a los otros internos de ‘Maranguita’. (EC, 30/11/1995)
ACCION POLICIAL RECAPTURA A VARIOS INTERNOS. EL PERFIL ASESINO DE ‘CANEBO’
Los juveniles prófugos fueron cayendo uno a uno. Un oficial de la PNP aseguró al diario decano que solo minutos después de la fuga, fueron recapturados “cinco de los quince prófugos, por policías de las delegaciones de San Miguel y de Magdalena”. Entre estos estaba el joven acusado de terrorismo, que en días pasados había llegado con otros 29 jóvenes desde el penal de Lurigancho. (EC, 30/11/1995)
Debido a la gravedad del suceso, se presentaron los fiscales de turno del Callao y Lima. Y es que junto con ‘Canebo’ escaparon otros menores avezados y de “suma peligrosidad” como el “hermano menor de Mamerto Floría (a) ‘El Cojo Mame’, y otros apodados ‘Niño rata’ y ‘Kojak’”. (EC, 30/11/1995)
Juan Aguilar Chacón, ‘Canebo’, había sido capturado en la ‘Huerta Perdida’, en los Barrios Altos (Cercado de Lima), el 8 de setiembre de 1995. Pero no soportó el encierro, que apenas llevaba menos de tres meses. En ese corto tiempo se dio maña para organizar allí su propia banda. ‘Canebo’ era un experto en fugas en ‘Maranguita’, pues aquella vez fue la tercera ocasión que lo hacía, aunque con mayor volumen y violencia que antes.
‘Canebo’ compartía su celda con otros siete reclusos, los cuales escaparon con él. Según las investigaciones internas de la Policía, cuatro de esos siete menores eran parte de su banda, con la que intimidaba a los otros internos. Así aseguraba su liderazgo, como una “taita” junior.
Con 18 años recién cumplidos, ‘Canebo’ era un letal prontuariado. Tenía en su haber, el asesinato de “dos suboficiales de la Policía Nacional, uno de ellos Jorge Luis Molero Cortez, y un adolescente de 16 años”. Asaltaba con ferocidad y siempre doblemente armado. Se le vio con pistolas ametralladoras y hasta granadas de guerra. Sus víctimas iban en auto y eran clientes de centro comerciales. Su objetivo era contar con una banda para asaltar, secuestrar y asesinar.
El 2 de diciembre de 1995, otros cinco prófugos regresaron voluntariamente al centro juvenil. Ese mismo día ‘Canebo’ fue recapturado. Regresó a ‘Maranguita’, pero en agosto de 1996 -tres meses antes de cumplir 19 años- Juan Aguilar Chacón fue enviado al penal de Lurigancho por haber superado hacía meses la mayoría de edad. (EC, 30/11/1995)
Curiosamente, la entonces presidente del Inabif, Ana Kanashiro, declaraba: “Estos jóvenes no nacieron malos. No justifico sus actos antisociales, pero es necesario que no sólo haya una respuesta del Estado, sino también de la comunidad. Debemos trabajar para que no haya más ‘Canebos’”. Y sí, Juan Aguilar Chacón, alias ‘Canebo’, fue un caso perdido.
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