Con motivo de la presentación del presidente Pedro Castillo en la ONU, repasamos los discursos de algunos presidentes peruanos en este foro mundial. Desarme, deuda externa y terrorismo fueron los principales temas desarrollados ante los representantes del mundo.
El 23 de setiembre de 1985, tras ser recibido por su compatriota Javier Pérez de Cuéllar, secretario general de máximo ente multilateral, Alan García Pérez se explayó durante 53 minutos en una exposición que apuntó sobre la deuda como tema central.
“En las actuales condiciones”, dijo García Pérez, “la deuda externa no podrá ser satisfecha porque el esfuerzo de servirla puntualmente ahogaría en miseria y violencia nuestras democracias.
Luego agregó: “La respuesta a la decisión peruana de destinar solo el diez por ciento de sus ingresos por exportaciones al pago de la deuda puede ser la imposición de sanciones o enmiendas”.
“La deuda peruana es valor deteriorado. Aquí y ahora lo declaramos. Pero lo que debemos preguntarnos es cómo y quiénes deterioraron nuestra economía y qué respuesta histórica debemos dar a esa situación”, manifestó García Pérez.
Como recordamos, el pago de la deuda externa de manera limitada había sido bandera de la campaña electoral del candidato aprista.
Perú también planteó que propondría un acuerdo regional en América Latina para la reducción sustantiva de los gastos en armas.
Belaunde habló sobre el terrorismo, una nueva agresión
En un discurso sobrio y por momentos emotivo, el arquitecto se salió de los moldes tradicionales de las alocuciones que se pronuncian en la Asamblea General.
Aquel 28 de setiembre de 1984, denunció la amenaza del colonialismo financiero y del terrorismo como nueva modalidad de agresión internacional.
“Son innumerables los crímenes perpetrados por el terrorismo en agravio de pacíficos campesinos y de modestas autoridades locales”, denunció Fernando Belaunde Terry.
“Su estudiada crueldad busca crear el pánico y producir el éxodo masivo de las poblaciones, que dejan indefensas a las comunidades rurales”, afirmó el Jefe de Estado del Perú.
“Hay una alta dirección que organiza la destrucción de los servicios públicos, especialmente en lo que atañe a la energía, siendo su principal blanco la electrificación rural y urbana que pretenden desarticular”, expresó el mandatario peruano.
En materia económica, calificó el colonialismo financiero como una alarmante amenaza a la paz mundial, por crear el caldo de cultivo para el descontento, la protesta y el desempleo, como factores previos de infiltración ideológica y de una eventual confrontación bélica.
Manuel Prado habló en plena Guerra Fría
El mayor foro político del orbe recibió al mandatario peruano Manuel Prado Ugarteche un 25 de setiembre de 1961, en plena Guerra Fría y con los ánimos crispados entre soviéticos y norteamericanos por el inicio de la construcción de un muro en la ciudad de Berlín.
Prado demandó que las armas nucleares sean declaradas ilícitas, en su presentación de hace sesenta años en Nueva York.
“El problema atómico ya no puede quedar sujeto a debates interminables. Todos esperamos ansiosamente que esas armas sean proscritas, pero tenemos que tener control completo sobre ellas”, indicó el presidente peruano.
Refiriéndose al tema de la reunificación alemana Prado sostuvo: “es muy urgente hallar una solución teniendo siempre en cuenta que los alemanes tengan el derecho a la autodeterminación”. Esto lo dijo mientras que en esos mismos momentos en Berlín, ladrillo sobre ladrillo, continuaba imparable el levantamiento de un muro que partiría a Alemania en dos por casi 30 años.
Y refiriéndose al colonialismo declaró: “Es imperativo que todos los países que componen estas naciones unidas decidan vivir en libertad y que se les permita desarrollarse política y espiritualmente sin sufrir”.
En 1960 el Congo belga había obtenido su independencia y otros 16 países africanos también se habían emancipado. Así que era un tema de elevada actualidad en aquel contexto.
La presentación de un presidente peruano siempre ha generado expectativa, sobre todo por el tipo de asuntos que se compartirán y cómo estos serán explicados a la comunidad internacional, además de su inmediata repercusión a nivel interno.