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Una historia de película: la desaparición de un guardaparques en Madre de Dios y su rescate a minutos de que muriera deshidratado
Sobrevivió cinco días en medio de la selva, refugiado en un aguajal del Parque Nacional Bahuaja Sonene. Antonio Velazco Reyes, un joven guardaparques, se salvó por minutos de morir deshidratado, abandonado, solo. Un helicóptero fue su salvación.
El guardaparques Antonio Velazco Reyes, de 37 años, estaba en marcha con un grupo de veinte investigadores que estudiaban la fauna mamífera del Parque Nacional Bahuaja Sonene, donde él trabajaba monitoreando las áreas, cuando desapareció de la vista de sus compañeros. Eso ocurrió el miércoles 1 de agosto de 2012, en una zona que abarca parte de la región Puno y otra parte de la región Madre de Dios. Pasarían varios días de angustia antes de que una luz de esperanza se aproximara en el horizonte de ese espacio verde al sur del Perú.
La zona de búsqueda se centró en un sector de la región Madre de Dios desde el primer día. La desaparición del guardaparques puneño Antonio Velazco Reyes puso en alerta roja al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), el cual dio los detalles del hecho y contó en los siguientes días los avances y retrocesos de los grupos de rescate.
Ellos sabían que luchaban contra la naturaleza y el tiempo que transcurría indiferente a la angustia de los familiares, los amigos y las autoridades del Parque Nacional Bahuaja Sonene.
Velazco Reyes se encargaba de monitorear el Bahuaja Sonene, eso dio esperanzas a todos; no era alguien inexperto sino una persona con alguna destreza en cómo ubicarse y cuidarse de los peligros de un parque nacional. El guardaparques se perdió exactamente en el Santuario Nacional ‘Pampas de Heath’.
Grupos de rescate integrados por personal de la Reserva Nacional Tambopata, el Bahuaja Sonene y una brigada especializada del Parque Nacional Huascarán, se decidieron a ubicar al empleado del Sernanp. Era una buena cantidad de sabuesos que formaron equipos de búsqueda de más de 60 personas.
En la zona de la emergencia se instaló un centro de operaciones de donde se coordinaban diariamente las acciones para encontrarlo, como diera lugar.
CUATRO DÍAS SIN SABER NADA DEL GUARDAPARQUES: AL QUINTO DÍA SE HIZO EL MILAGRO
Tras cuatro días sin poder dar con el desaparecido, el domingo 5 de agosto de 2012, y enfrentando los caprichos del tiempo, se realizaron algunos sobrevuelos con un helicóptero de la empresa Hunt Oil sobre las ‘Pampas de Heath’, en el sector ‘Juliaca’.
Los expertos indicaron que la zona donde se había perdido Antonio Velazco Reyes era de “difícil acceso”. Para llegar esos puntos, el recorrido tomaba más de 13 horas por río y tierra.
Mientras se persistía en la búsqueda del guardaparques, sus seres queridos, dominados por la angustia, se aferraban a la esperanza de encontrarlo sano y salvo. Y entonces los sobrevuelos del helicóptero ‘Ayacucho’ de la Hunt Oil dieron sus frutos. Al quinto día de perdido, Velazco Reyes por fin fue ubicado.
Pasadas las dos de la tarde de ese domingo 5 de agosto, avistaron desde el helicóptero una figura que se desvanecía del cansancio, caso agónico ytotalmente deshidratado. Era un ser vivo entre la exuberancia verde del aguajal.
Antonio Velazco estaba al borde del colapso, pero vivía, respiraba y su mirada parecía sonreír más que sus labios resecos. De inmediato, el equipo de rescate que lo detectó dio aviso a las autoridades del Sernanp.
Se hallaba en el sector ‘Paujil’ de las ‘Pampas de Heath’. Apenas se acercaron a él, los paramédicos que venían con el equipo de rescate lo examinaron y le dieron los primeros auxilios.
Ese mismo domingo 5 de agosto de 2012 fue trasladado al Centro Asistencial de Essalud de Madre de Dios. Allí, con el llanto contenido hacía días, la esposa, el hijo y los hermanos de Antonio lo esperaban para darle sus abrazos y besos.
Entonces se reveló un detalle que había pasado inadvertido: el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, en su cuenta en Twitter, indicó que habían sido, en efecto, al menos 60 las personas que intervinieron en la búsqueda del guardaparques, y entre estos figuraban agentes de la Policía, la Marina de Guerra del Perú, ONG, empresas privadas y, también, nativos Ese’eja, originarios de la zona.
¿CÓMO FUE QUE VELAZCO REYES LOGRÓ SOBREVIVIR CINCO DÍAS EN MEDIO DEL INHÓSPITO LUGAR?
Antonio Velazco Reyes venía trabajando en el Parque Nacional Bahuaja Sonene desde el 1 de junio del 2010. Con dos años en el servicio, se podía decir que ya conocía bien la zona. Pero uno nunca deja de aprender o identificar los recovecos de esas regiones de la selva peruana, eso le quedó como lección.
Para despejar dudas, El Comercio, en su edición del 7 de agosto de 2012, dio los detalles de esos días en que el guardaparques necesitó de su mayor serenidad y coraje para enfrentar la situación extrema en la que estaba.
Velazco relató que, tras perderse durante aquella fatídica expedición, halló refugio en un aguajal. En ese lugar, rodeado de un silencio profundo y solo con el sonido del agua, se mantuvo consciente, mientras se abastecía de ella para sobrevivir a la agobiante sed que amenazaba con vencerlo.
Por eso, lo primero que pidió cuando vio a sus rescatistas fue agua. Luego se dejó estabilizar con adrenalina y ampollas intravenosas. Antonio Velazco tenía la boca seca y los pies adormecidos.
Pero no perdió el conocimiento en ningún momento, dijo; aunque reconoció que estuvo a minutos de perderlo. Si hubiera pasado eso, no habría sobrevivido en esas áreas permanentemente inundadas que hay en la selva y donde crece la palmera aguaje.
¿CÓMO SE ALEJÓ DEL GRUPO DE INVESTIGADORES ESTE ‘HOMBRE DE LA SELVA’ PUNEÑO?
Durante esa peligrosa jornada del 1 de agosto de 2012, Antonio Velazco Reyes se trasladaba junto con el grupo de investigadores con algo en la cabeza: eran unas trampas para animales. El bulto le impidió ver el momento en que los expertos se alejaban por otro camino, contó al diario decano.
Cuando Velazco volteó para verlos, se dio cuenta de que estaba completamente solo y perdido. Intentó volver al campamento de donde habían partido, pero fue en vano. Después de varios minutos, desconcertado, con miedo, como era natural, decidió refugiarse en un aguajal. Allí pudo abastecerse de un poco de agua.
“Un día más en la zona y Antonio pudo haber muerto deshidratado. Él no ha seguido cursos de sobrevivencia en la selva, pero siempre conversaba con los expertos, con los biólogos que sí han hecho los cursos”, dijo el jefe del Parque Nacional Bahuaja Sonene, David Araníbar. (EC, 07/08/2012)
“Por ello decidió refugiarse en un aguajal y tomar de allí un poco de agua”, añadió Araníbar, para quien eso había sido lo más recomendable, pues así se evitaba complicar aún más su ubicación. Antonio Velazco, por su parte, narró que desde el aguajal, “salía todos los días a buscar el camino de regreso”.
El guardaparques sentía miedo, declaró, pero no tanto por los animales -aunque es cierto que en esos aguajales había o podía haber caimanes o anacondas- sino, principalmente, porque podía morir deshidratado. En esos parajes las temperaturas sobrepasaban los 40 grados. Fue vital para rescatarlo con vida la búsqueda por helicóptero y el buen tiempo que hubo, pese a todo.
En el hospital de Essalud de Puerto Maldonado, el rescatado estuvo solo 24 horas. El lunes 6 de agosto de 2012 fue dado de altar. Su hermano, Ricardo Velazco Reyes, contó a la prensa que Antonio “no podía caminar mucho. Tiene estragos psicológicos, pero se siente feliz de estar con vida”.
Las autoridades del Parque Nacional Bahuaja Sonene, centro de trabajo de Velazco Reyes, aseguraron que el guardaparques debía tomar un largo descanso médico antes de volver a su trabajo en la selva. Por ello, él y su familia viajaron a Puno, su ciudad natal. Como para olvidar a gran altura su odisea en el aguajal.
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